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Agronegocio y transgénicos son el problema, no la solución




06/03/2019 - 07:49:44
El Pa�s.- Mientras en Bolivia los agroindustriales y el gobierno se empe�an en expandir y consolidar su modelo y el uso de semillas gen�ticamente modificadas (transg�nicos) asociado a �ste, la ONU y diversos expertos alertan en su contra porque, seg�n se evidencia concreta en pa�ses vecinos, ha terminado socavando la seguridad alimentaria de la poblaci�n, adem�s de generar problemas ambientales, de salud y otros.

En un reciente informe sobre el derecho a la alimentaci�n en Argentina, la Relatora Especial de la ONU, Hilal Elver, realiza duras cr�ticas a la expansi�n del monocultivo con transg�nicos, e insta al gobierno a apoyar la agricultura familiar.

�La Argentina tiene abundantes recursos naturales que permiten la autosuficiencia y brindan apoyo a un sector agr�cola productivo. En tanto no deber�a haber problemas para garantizar la disponibilidad de alimentos para la poblaci�n, el modelo actual de la agricultura industrial, que promueve la soja y otros cultivos comerciales para la exportaci�n por sobre un sector agr�cola diversificado, ha socavado la seguridad alimentaria de la poblaci�n�, expresa una de las primeras conclusiones del informe final, presentado por Elver ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Pero esto no es nuevo. Cient�ficos, activistas, instituciones y comunidades lo han estado advirtiendo durante a�os, tanto a nivel internacional como dentro de Bolivia. Y tambi�n durante a�os, la agroindustria, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) y ciertas esferas del gobierno central, realizan un lobby constante a favor de este modelo y de las semillas transg�nicas no solo de soya, sino de ma�z, algod�n y otros cultivos.

Gobierno, IBCE, CAO y otros, promueven agronegocio y transg�nicos

Sus argumentos son b�sicamente: mejor rendimiento y productividad, mayores exportaciones y mayor seguridad alimentaria. Para sustentarlos usan ejemplos como el de Argentina, donde �obtienen 200 quintales de ma�z transg�nico con una tierra m�s fr�gil que la nuestra y nosotros sacamos solo 80 quintales�.

Pero la ONU acaba de refutar estos supuestos beneficios del modelo enfocado en a la exportaci�n de commodities agr�colas, y denuncia sus riesgos y retrocesos.

Adem�s, datos de la propia C�mara Agropecuaria del Oriente (CAO, que est� a favor de los transg�nicos) muestran que el rendimiento, en el caso de soya desde la introducci�n de la variedad transg�nica hace m�s de diez a�os, se estanc� en el nivel m�s bajo de toda la regi�n: aproximadamente 1,9 toneladas por hect�rea.

Por tanto, dice el investigador Enrique Casta��n, lograr mayor producci�n con el uso de transg�nicos es, en el mejor de los casos �una pregunta abierta�.

Es el problema, no la soluci�n

A las cr�ticas contra este modelo se ha sumado el prominente economista malasio, Jomo Kwame Sundaram, que preside los Estudios Internacionales del Instituto de Estudios Estrat�gicos e Internacionales de Malasia (y que trabaj� en distintos cargos de la FAO y de la ONU).

Seg�n Jomo, �el agronegocio es el problema, no la soluci�n� cuando se habla de garantizar la alimentaci�n. Esto porque las m�s de mil millones de personas que padecen hambre en el mundo, no lo hacen por una falta de alimentos como afirman los promotores del agronegocio, que quieren duplicar la producci�n de alimentos hasta el a�o 2050.

�En realidad, el mundo es alimentado principalmente por cientos de millones de agricultores de peque�a escala, conocidos com�nmente como agricultores familiares, quienes producen m�s de dos tercios de la comida consumida en los pa�ses en v�as de desarrollo�, explica.

Por tanto, �ni la escasez de comida ni la falta de acceso f�sico a �sta son la causa principal de la inseguridad alimentaria ni el hambre�, sino el modelo del agronegocio, que acapara tierras y recursos para producir contados monocultivos para la exportaci�n, y desplaza a la agricultura familiar.

Bas�ndose en investigaciones realizadas por varios a�os en diferentes pa�ses en desarrollo, el experto concluye que el problema �es esencialmente uno de poder. Los intereses de los poderosos agronegocios influyen en las pol�ticas de comida y agricultura para favorecer a las grandes empresas (nacionales y transnacionales)�.

Esto ocurre �a costa de la agricultura familiar que produce la mayor parte de la comida del mundo, y tambi�n implica exponer a los consumidores a riesgos, por ejemplo, relacionados con los agroqu�micos�, agrega.

M�xico, Malawi, Zambia, Mozambique, India e incluso el medio oeste de EEUU son los pa�ses y zonas que forman parte del an�lisis. Pero estos resultados coinciden con lo que los expertos bolivianos est�n advirtiendo ya por largo tiempo, puesto que las tendencias son las mismas.

Los virajes de la CSUTCB y la �biotecnolog�a�

El a�o 2015, tras la realizaci�n de la cumbre agropecuaria Sembrando Bolivia, la Confederaci�n Sindical �nica de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), en aquel entonces encabezada por Rodolfo Machaca, rechaz� el uso de transg�nicos (OGM) por considerarlos una amenaza para la salud de la poblaci�n, para la biodiversidad y para la madre tierra, y porque aceptar el uso de transg�nicos conlleva dar poder al monopolio de un sector que controla las semillas transg�nicas (las transnacionales como Bayer-Monsanto y sus aliados locales).

A fines de febrero de 2018, la misma CSUTCB, pero ahora encabezada por Jacinto Herrera, plante� el uso de biotecnolog�a para mejorar la producci�n de arroz, que en los �ltimos 10 a�os cay� en rendimiento por hect�rea, seg�n asegur�, en al menos 50%.

Los expertos advierten que el uso del t�rmino �biotecnolog�a� tiene que ser analizado cuidadosamente. La CAO, el IBCE y otros se refieren a la biotecnolog�a como un sin�nimo de los transg�nicos, y distintos representantes de estos sectores han afirmado que oponerse a los transg�nicos es oponerse a la biotecnolog�a y por lo tanto al desarrollo tecnol�gico.

El director de Probioma (Productividad Bi�sfera Medio Ambiente), Miguel �ngel Crespo, considera que esa afirmaci�n es enga�osa, porque la biotecnolog�a existe desde hace m�s de 3.000 a�os, y explica que la producci�n de yogur, la deshidrataci�n de alimentos, el control biol�gico, el mejoramiento gen�tico de plantas y animales, es biotecnolog�a.

�Eso no mencionan quienes promueven los transg�nicos y eso denota que existen intereses econ�micos que desinforman a la opini�n p�blica. Mejores rendimientos se obtienen trabajando con el germoplasma, que significa mejorar variedades para llegar a su m�ximo potencial�, afirma Crespo, aclarando que �eso no lo hace la tecnolog�a de los transg�nicos�.

Ni rendimiento ni seguridad alimentaria

La organizaci�n internacional de salud Environmental Working Group (EWG), public� hace un tiempo un estudio titulado �Alimentando al mundo sin organismos gen�ticamente modificados (OGM)�, en el que afirma que �el argumento de que los transg�nicos ayudar�n a alimentar al mundo ignora el hecho de que el hambre es principalmente resultado de la pobreza�, y que en los hechos la inversi�n en OGM no ha logrado ampliar la seguridad alimentaria mundial.

Dicha investigaci�n tambi�n coincide con Jomo: la agricultura campesina tradicional �aumenta los suministros de alimentos y reducen el impacto ambiental de la producci�n�, mientras que los transg�nicos �hacen poco por mejorar la seguridad alimenticia; principalmente ayudan a llenar los bolsillos de las compa��as qu�micas de semillas, los cultivadores a gran escala y los productores de etanol�.

Asimismo, el estudio de EWG establece que �los organismos gen�ticamente modificados no son m�s productivos que los cultivos que no los utilizan en Europa occidental�, y que gracias a un reciente caso en �frica se demostr� que �los cultivos que eran cruzados para tolerar la sequ�a usando t�cnicas tradicionales mejoraron la producci�n en un 30% m�s que aquellos modificados gen�ticamente�.

Por otra parte, un reportaje del diario brit�nico The Guardian mostr� que, en Bihar, un pueblo de la India, los agricultores est�n cultivando y produciendo cantidades consideradas �r�cords mundiales� de arroz, sin semillas transg�nicas, herbicidas o cualquier otro producto t�xico. Los rendimientos reportados oscilan entre 17 y 22,4 toneladas por hect�rea de arroz cultivado.

El �secreto� del �xito es el m�todo de cultivo llamado Sistema Intensificado de Cultivo de Arroz (SRI, por sus siglas en ingl�s), que tambi�n ha incrementado los rendimientos en el trigo, papas, ca�a de az�car, tomate, ajo, berenjena y muchos otros cultivos. Gracias al SRI, basado en abono org�nico, se ha traducido en un aumento del 45% en los rendimientos de la regi�n, afirman desde The Guardian.

OGM y agrot�xicos

Seg�n Crespo, los OGM fueron dise�ados para tolerar herbicidas y para que las empresas due�as de las patentes produzcan y vendan su propio insecticida, no para tener mayor rendimiento.

�En los �ltimos a�os la ampliaci�n de la frontera agr�cola se ha dado por la baja de la fertilidad de los suelos, producto de las aplicaciones de los herbicidas asociados a los transg�nicos (muchos prohibidos en otros pa�ses) que han generado la resistencia de malezas de las que tenemos ocho en Bolivia�, afirma.

Esto sin mencionar el Glifosato, un herbicida que la OMS clasifica en la categor�a 2A de toxicidad cancer�gena, y que es asociado a problemas de insuficiencia renal, autismo y c�ncer, cuyo uso aument� en Bolivia en los �ltimos a�os. Seg�n datos del INE, el 63% de las comunidades cruce�as afirman que sus aguas est�n contaminadas con agrot�xicos. A escala nacional esta contaminaci�n llega al 40%.

Alternativas

Los alimentos que consume la gente son producidos mayormente por la peque�a agricultura familiar campesina

La producci�n agroecol�gica es fomentada en comunidades ind�genas y campesinas a nivel nacional por diferentes instituciones y ONGs. Esta se basa en abonos org�nicos, rotaci�n de cultivos, combinaci�n estrat�gica de cultivos, sistemas de riego y microrriego, y otras t�cnicas de perfeccionamiento continuo y adaptado a los contextos locales, siempre aprovechando la vocaci�n productiva y del suelo de las distintas regiones de Bolivia.

En las zonas amaz�nicas, otra alternativa usada es la agroforester�a, que se destaca como m�todo por su imitaci�n de los procesos naturales y la asociaci�n de cultivos y frutales con especies nativas, mel�feras, medicinales.

Este sistema logra una producci�n diversa en un menor espacio utilizando diferentes estratos productivos en la misma parcela, combinando especies nitrificadoras del suelo con cultivos que necesitan mucha cantidad de este nutriente, logrando producci�n de mayor calidad (sin uso de agroqu�micos) y de mayor cantidad, ahorrando adem�s el agua de riego.

Ambos m�todos son escasamente apoyados por el Estado, que est� apostando mayormente a la deforestaci�n, ampliaci�n de la frontera agr�cola y ganadera, y a la producci�n de monocultivos como la soya, ca�a y otros destinados a la exportaci�n y la producci�n de agrocombustibles.

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