¿Es cierto que hombres y mujeres tienen cerebros distintos y por eso ellos son más agresivos y ellas más empáticas?
08/03/2019 - 15:38:05
BBC.- Existen incontables versiones de dibujos del cerebro de un hombre y una mujer con distintas "regiones" de intereses dibujadas.
La neurocient�fica Daphna Joel muestra uno donde el cerebro masculino tiene dos �reas: "agresi�n" y "sexo", mientras que el de la mujer marca otras dos centros: "emoci�n" y "comunicaci�n".
"Esta es una historia muy popular porque nos da una explicaci�n muy simple del mundo en el que vivimos", dice la investigadora en una charla TEDx de 2012.
"Explica por qu� las mujeres son m�s sensibles y emocionales, y los hombres m�s agresivos y sexuales, por qu� la mayor�a de los maestros son mujeres y la mayor�a de los ingenieros, hombres", agrega.
En definitiva, explica que hombres y mujeres son esencialmente distintos.
Durante siglos, la ciencia incluso ha respaldado estas nociones populares al encontrar cientos de diferencias anat�micas entre los cerebros de hombres y mujeres, que van desde el tama�o hasta la cantidad de materia.
Anatom�a del cerebro seg�n el g�nero
Algunas de las cientos de diferencias
Masculino Femenino
Cerebro m�s grande Cerebro m�s peque�o
C�rtex m�s fino C�rtex m�s grueso
M�s materia blanca M�s materia gris
Am�gdala m�s grande Am�gdala m�s chica
Hipocampo m�s peque�o Hipocampo m�s grande
Ventr�culos m�s grandes Ventr�culos m�s peque�os
Source: Daphna Joel / TEDx
Y sin embargo, asegura Joel, no existe un cerebro masculino y uno femenino.
Que las mujeres tengan el cerebro m�s chico y los hombres mayores "espacios vac�os" (ventr�culos) no hace que unos u otros sean por defecto m�s inteligentes, o tengan predisposici�n a ciertos comportamiento o emociones.
En todo caso, concluye la investigadora en la charla, el cerebro es intersexual.
Siete a�os despu�s, Joel es una referente en temas de g�nero y neurociencia a nivel mundial.
Ha publicado dos influyentes estudios sobre g�nero y cerebro, y en septiembre editar� en Estados Unidos su libro Gender mosaic ("G�nero mosaico").
Sin embargo, Joel reconoce que sus ideas a�n no logrado consenso cient�fico.
"En general, la comunidad cient�fica est� cambiando la manera en c�mo trata el sexo y est� aceptando la idea de que no hay cerebros masculinos o femeninos", dice a BBC Mundo.
Pero el proceso est� siendo lento y, por momentos, conflictivo.
Es que sus investigaciones no tienen implicaciones exclusivamente neurocient�ficas, sino tambi�n pol�ticas.
El factor estr�s
Todo empez� en 2009, cuando Joel preparaba un curso sobre la psicolog�a del g�nero para la Universidad de Tel Aviv, Israel, donde a�n trabaja.
"Como soy neurocient�fica, le� mucho sobre g�nero, cerebro y la diferenciaci�n sexual del cerebro", cuenta.
"Entonces me encontr� con un estudio en animales que mostraba c�mo el sexo afecta al cerebro y c�mo las diferencias que puedes encontrar entre machos y hembras pueden ser opuestas bajo distintas condiciones".
El experimento en cuesti�n demostraba que las ratas hembras ten�an una mayor densidad de espinas dendr�ticas en la regi�n cerebral del hipocampo en comparaci�n con los machos.
M�s all� de qu� hacen estas espinas o el hipocampo en s�, lo interesante es lo que suced�a cuando se somet�a a las ratas a un estr�s de 15 minutos: la densidad en los machos aumentaba y la de las hembras, disminu�a.
Era tal como si las im�genes de sus hipocampos se hubiesen invertido.
"Este fue un descubrimiento muy asombroso porque nunca esperas encontrar que los efectos del sexo cambian seg�n el ambiente", dice Joel.
Al ampliar su investigaci�n encontr� que no solo suced�a con las ratas ni solo bajo condiciones de estr�s.
Teor�a del mosaico
En los �ltimos 50 a�os, se han publicado m�s de 50.000 investigaciones que prueban que hombres y mujeres son iguales en �reas que van desde habilidades intelectuales y emocionales, hasta caracter�sticas de personalidad e intereses.
El estudio de Joel publicado en la prestigiosa revista cient�fica PNAS en 2015 confirm� una vez m�s esta idea.
Su hip�tesis era que, si de verdad existe un cerebro masculino y uno femenino, entonces al analizar las im�genes por resonancia magn�tica de 1.400 cerebros humanos deb�an encontrar dos cosas:
Una serie de caracter�sticas cerebrales "altamente dimorfas", es decir, que casi no se superpongan entre hombres y mujeres.
Una coherencia interna, o sea, que un cerebro solo tenga caracter�sticas masculinas o solo femeninas.
"Lo que mi estudio muestra es que cada cerebro es un mosaico �nico de caracter�sticas", explica Joel.
"Algunas caracter�sticas son m�s comunes en hombres y algunas en mujeres, pero no hay un cerebro masculino o un cerebro femenino, as� como s� hay genitales masculinos y genitales femeninos", agrega.
"Puedes hablar sobre las diferencias entre los genitales masculinos y femeninos �dice�, pero este concepto no tiene ning�n significado cuando hablas sobre el cerebro, porque solo por saber la categor�a sexual de dos personas, no puedes inferir de antemano en qu� sentido sus cerebros ser�n similares y en qu� sentido, distintos".
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Lo que mi estudio muestra es que cada cerebro es un mosaico �nico de caracter�sticas"
Daphna Joel
Neurocient�fica de la Universidad de Tel Aviv, Israel.
En el mismo paper, los investigadores encabezados por Joel tambi�n analizaron rasgos de personalidad, actitudes, intereses y comportamientos de m�s de 5.500 individuos y llegaron a la misma conclusi�n: no existen dos categor�as separadas de cerebros.
Por eso ella usa la idea del cerebro como un mosaico.
Pero no siempre es as�.
"Versi�n extrema"
Si bien la mayor�a de las personas tienen cerebros "mos�iquicos", dice Joel, s� existen diferencias entre hombres y mujeres cuando se trata de "tipos raros de cerebros", es decir, poco frecuentes en el total de la poblaci�n.
El autismo, por ejemplo, es una condici�n neurol�gica que afecta tres veces m�s a los varones que a las ni�as.
En este sentido, el a�o pasado public� un nuevo estudio en Frontiers in Human Neuroscience donde analiz� la estructura de m�s de 2.700 cerebros y prob� que "lo que es t�pico del cerebro femenino tambi�n es t�pico del masculino y viceversa".
Solo es posible "encontrar diferencias grandes en la prevalencia de algunos tipos de cerebros raros", sostiene.
Simon Baron-Cohen es uno de los investigadores que no est� de acuerdo con estas conclusiones.
Para el psic�logo y docente de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, existen estudios que demuestran que, en promedio, los hombres son mejores en el an�lisis de sistemas y las mujeres, en empatizar con las personas.
En este sentido, asegura que el autismo, su �rea de especializaci�n, es una "versi�n extrema" del t�pico cerebro masculino.
Y aunque Baron-Cohen �quien hace poco debati� sobre g�nero y cerebro en la Royal Institution de Londres� defiende que existen diferencias naturales entre hombres y mujeres, tambi�n destaca la importancia de no discriminar en base al g�nero.
Pero la ciencia, a pesar de su chapa de objetividad, no est� exenta de sexismo. O neurosexismo.
�Ideol�gico?
"Desde sus inicios la ciencia fue usada y abusada para justificar injusticias, especialmente la rama de la neurociencia", dice Joel.
"Fue usada para justificar el maltrato hacia las personas negras, con estudios tratando de demostrar que la inteligencia de los hombres blancos era distinta y superior a la de los hombres negros. Tambi�n hubo estudios sobre el cerebro de hombres y mujeres, de pobres y ricos", contin�a.
Por eso, los cr�ticos del trabajo de Joel suelen tacharlo de pol�tico.
"Si se refieren a que mi investigaci�n tiene consecuencias pol�ticas, s�, tiene", responde al respecto.
"Los estudios que afirman que hay diferencias entre los cerebros de hombres y mujeres suelen ser usados pol�ticamente para justificar tratos injustos o discriminatorios entre hombres y mujeres", dice.
"Entonces, en este sentido, nuestro estudio erradica la base (cient�fica) para hacerlo".
�Y qu� si se equivoca? Joel asegura que no deber�a importar.
Si de verdad existiese un cerebro masculino y otro femenino ("y no hay buenas evidencias de que sea as�", repite), y por ejemplo, los hombres efectivamente fueran m�s agresivos o las mujeres m�s emp�ticas por naturaleza, no deber�amos aceptarlo como una verdad irremediable o discriminar en base a ello.
"El hecho de que algo sea natural no quiere decir que como sociedad debamos apoyarlo o celebrarlo", asegura Joel.
No en vano, "como dijo (Sigmund) Freud, la mayor parte de nuestra cultura busca oponerse a nuestra naturaleza".
