Terror en El Helicoide: El centro comercial que se convirtió en la cárcel más cruel del régimen de Maduro
24/03/2019 - 19:01:35
Infobae.- En la zona centro-sur de Caracas, entre las comunidades de San Pedro y San Agust�n del Sur, se encuentra El Helicoide. Un edificio que naci� como un �cono arquitect�nico y termin� convertido en el centro de detenci�n y torturas m�s temido del r�gimen de Nicol�s Maduro.
El proyecto, liderado por el arquitecto venezolano Jorge Romero Guti�rrez, ganador del Premio Nacional de Arquitectura en 1996, se esculpi� alrededor del cerro conocido como Roca Tarpeya, lugar donde coinciden dos valles.
El edificio vanguardista con forma helicoidal comenz� a levantarse con fines recreativos en la d�cada del 50, durante la era de la bonanza econ�mica de Venezuela cementada en el auge petrolero. Ser�a un gran centro comercial, con helipuerto, club, salas de exposici�n, parque, hotel, 300 tiendas y ascensores tra�dos desde Viena hasta Caracas.
Pero su construcci�n se demor� por problemas financieros y finalmente fue abandonada antes de sus finalizaci�n.
Celeste Olalquiaga, coautora junto a Lisa Blackmore del libro Downward Spiral: El Helicoide"s Descent from Mall to Prison (2018), explic� en un art�culo publicado para el portal Prodavinci que la construcci�n sufri� una degradaci�n debido al paso del tiempo, las lluvias y los desechos internos: "El Helicoide est� entre incompleto y arruinado".
Finalmente, en 1984 tom� sus instalaciones casi en ruinas la Direcci�n de los Servicios de Inteligencia y Prevenci�n (DISIP), luego reconvertida por el chavismo en Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), cuyas oficinas ocupan hoy los pisos superiores del Helicoide junto a los de la Polic�a Nacional Bolivariana (PNB).
Entre ambas fuerzas, convirtieron el edificio en un temible centro de reclusi�n y tortura de presos pol�ticos.
El centro penitenciario, o la mazmorra del r�gimen de Nicol�s Maduro como la llaman algunos, cuenta con siete �valos. El sexto de ellos, que est� ocupado por el SEBIN, tiene celdas, oficinas, cuartos de aislamiento y espacios peque�os que parecen ba�os, pero que presuntamente son utilizados para realizar torturas, de acuerdo con lo descrito por CNN en espa�ol.
Desde la distancia se puede observar una estructura descuidada, rodeada de viviendas precarias e incompletas.
Lorent Saleh, activista por los Derechos Humanos, estuvo detenido por cuatro a�os luego de participar en las protestas antigubernamentales en el 2014, en las que al menos 3.000 personas fueron arrestadas, de acuerdo con datos de la ONG Foro Penal Venezolano.
Para Saleh, El Helicoide es un edificio viejo, con un interior s�rdido, donde la depravaci�n, la extorsi�n y la tortura hacen de las suyas. En la primera entrevista que concedi� al salir de la temible estructura de concreto, publicada por El Mundo, el defensor de los derechos humanos describi� su experiencia y cont� c�mo era la prisi�n.
"Era ruido, mugre, hacinamiento, depravaci�n. Presos pol�ticos y opositores se mezclaban con presuntos corruptos y 200 presos comunes (�) El Helicoide es la pura expresi�n del Estado mafioso. Ah� reina la extorsi�n, sobre todo econ�mica. A niveles que nadie es capaz de imaginar", se�al� Saleh, premio S�jarov 2017.
En esta c�rcel, el terror no solo abriga a los venezolanos. Extranjeros como Joshua Holt, un misionero morm�n de origen estadounidense, tambi�n sufri� tras las paredes de El Helicoide.
Holt fue detenido el 30 de junio de 2016 junto a su esposa, Thamara Cale�o, una ecuatoriana nacionalizada venezolana.
A la pareja se le acus� de posesi�n il�cita de un arma de guerra y, semanas despu�s de su detenci�n, las autoridades venezolanas dijeron que la vivienda de Holt y Cale�o era utilizada como un "centro de almacenamiento de armas y explosivos" con fines terroristas.
Dos a�os despu�s, Holt y Cale�o fueron liberados. Y el estadounidense logr� contar las vejaciones por las que �l y su esposa tuvieron que pasar durante su detenci�n. Una "diminuta celda", sin inodoro y con una litera fue el lugar en el que estuvo Joshua durante su estad�a en la c�rcel venezolana, aquella que describi� como "lo m�s cercano al infierno".
"Ten�a que defecar en papel de peri�dico en el suelo y orinar en una botella; el hedor era insoportable", describi� el misionero para al Daily Mail.
Holt sufri� de bronquitis, sarna, c�lculos renales y hemorroides. No recibi� atenci�n m�dica, solo una inyecci�n con analg�sicos. Mientras tanto, su esposa era torturada para obligarla a firmar una confesi�n en su contra.
Ella se neg� y a cambi� fue electrocutada con una pistola Taser y sus dedos fueron colocados en un sacapuntas.
"Quer�an que firmara una confesi�n de que Josh era parte de un plan de espionaje, que dirigi� un equipo de la CIA enviado para socavar al gobierno venezolano, que hab�a matado gente. Solo llor� y me negu�", relat� la venezolana.
El descontento se hizo voz
Entre el 16 y el 18 de mayo del a�o 2018 se llev� a cabo el primer mot�n dentro de las instalaciones del Helicoide. Varios videos fueron difundidos desde el penal. Pero, uno de estos activ� las alarmas.
Los detenidos gritaban y protagonizaban una escaramuza en el pasillo del centro penitenciario. Un reo romp�a un bombillo de luz con un palo y otro de ellos reventaba el candado de su celda con una mancuerna.
Las condiciones infrahumanas que se viven en el lugar hab�an llevado a los presos pol�ticos y a los detenidos comunes a unir fuerzas.
La golpiza que hab�a recibido Gregory Sanabria, un estudiante de Ingenier�a del estado T�chira, fue el detonante. Los golpes le ocasionaron una fisura en el cr�neo, fractura en la nariz y contusiones.
Sanabria qued� casi irreconocible. Las im�genes que rodaban en las redes sociales mostraban a una persona diferente. Su cara estaba hinchada y, parte de ella, morada; su ojo izquierdo se ve�a cerrado y su nariz estaba torcida producto de los golpes.
Un segundo video se viraliz�. Estaba protagonizado por Joshua Holt, el ex alcalde de San Cristobal Daniel Ceballos y los activistas Loren Saleh y Gabriel Valles.
M�s de 300 encarcelados tomaron la sede en lo que calificaron como una protesta pac�fica. Sus peticiones eran claras: libertad para los presos pol�ticos, acceso a la justicia para los reclusos que denunciaban retardo procesal y que, para aquel entonces, contaban con boleta de excarcelaci�n. Tambi�n exig�an la presencia del fiscal general del pa�s para que velara por los derechos de los reos que all� se encontraban.
Meses m�s tarde se present� una situaci�n similar. El 9 de julio de ese mismo a�o, hubo un segundo mot�n. Esta vez, lo que impuls� la disputa penitenciaria fue el hecho de que los reos ten�an 55 d�as en aislamiento. No se les permit�a visita de familiares, ni abogados.
Los detenidos quitaron las rejas de las celdas. Rechazaban las violaciones de sus derechos, la ausencia de asistencia m�dica y el incumplimiento de las boletas de excarcelaci�n de algunos compa�eros.
Los sobrevivientes de El Helicoide
La sede del Sebin es conocida por ser el destino de dirigentes pol�ticos, periodistas y activistas secuestrados de sus casas en plena noche, ciudadanos de a pie detenidos en las manifestaciones contra el gobierno, pero tambi�n llegan all� criminales comunes. Muchas veces, sus familiares pasan d�as sin saber cu�l fue su destino, hasta que se enteran de los llevaron al temido Helicoide.
Uno de los casos recientes de gran repercusi�n internacional fue el del periodista Luis Carlos D�az, detenido el pasado 11 de marzo y acusado de participar de la planificaci�n del apag�n que mantuvo sin luz a la mayor parte del pa�s durante m�s de seis d�as. Tras una enorme presi�n internacional, D�az fue liberado tras un d�a de torturas en Helicoide, aunque permanece bajo libertad condicional, no pude participar se manifestaciones y debe presentarse cada ocho d�a ante el juzgado.
Su caso record� al de otro periodista sin tanta fortuna, el alem�n Billi Six, quien estuvo detenido cuatro meses all�, acusado de espionaje, rebeli�n y de "violar zonas de seguridad". Six sali� de la c�rcel con medidas cautelares, se debe presentar cada 15 d�as y no puede hablar con la prensa de lo sucedido.
El �ltimo detenido c�lebre en llegar llegar a sus mazmorras es Roberto Marrero, jefe del despacho del presidente encargado de Venezuela Juan Guaid�, quien fue arrestado en su casa el mi�rcoles pasado y acusado de ser el l�der de una "c�lula terrorista" y se le imputaron los delitos de traici�n a la patria, conspiraci�n y usurpaci�n de funciones.
El Helicoide re�ne historias que a�n no han sido contadas. A�o tras a�o, quienes pasan por �l y cuentan con la dicha de ser liberados, relatan sus experiencias con miedo a que se repitan.
