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Quién es Jalifa Haftar, el mariscal que desafía a la ONU y que quiere ser el nuevo Gaddafi




13/04/2019 - 08:24:19
Infobae.- "Ha llegado el momento", dijo el general Jalifa Haftar en un mensaje de audio difundido por el autodenominado Ej�rcito Nacional Libio (ENL) el jueves 4 de abril. Un d�a antes hab�a ordenado a sus tropas, que controlan la mitad este del pa�s, avanzar sobre Tr�poli. La capital es la sede del Gobierno de Unidad Nacional (GUN), que cuenta con el respaldo de distintas milicias locales y de la ONU.

El ENL es el brazo armado de la C�mara de Representantes, la otra autoridad pol�tica que reclama soberan�a sobre el territorio libio, con base en la ciudad de Tobruk. Si bien el presidente del cuerpo es Aguila Saleh Issa, el hombre fuerte es Haftar.

El mariscal de campo dice que su objetivo es restaurar la seguridad y erradicar a los grupos radicalizados de la gran ciudad. Pero lo cierto es que, desde que liber� a Bengasi en julio de 2017, se propuso extender su presencia a todo el pa�s y unificar al gobierno bajo su mando, poniendo fin a ocho a�os de anarqu�a y guerra civil.

Las fuerzas que respaldan al GUN reaccionaron de inmediato y los combates ya llevan m�s de una semana. Seg�n el �ltimo reporte de la Organizaci�n Mundial de la Salud, 56 personas murieron y 266 resultaron heridas en los alrededores de Tr�poli. La ONU pidi� un cese de hostilidades y una reanudaci�n de los di�logos de paz, pero todo indica que el conflicto continuar� dirimi�ndose a trav�s de las armas en lo inmediato.

"La mayor parte del poder de Haftar viene del apoyo que consigue desde afuera, ya sea en t�rminos de financiamiento o de armamento. Hay varios pa�ses que lo respaldan. Entre ellos, los Emiratos �rabes Unidos, Egipto, Rusia y Francia. Emergi� en 2014, cuando decidi� lanzar un ataque contra los "extremistas" a trav�s de la llamada operaci�n Dignidad. Desde entonces, ha conseguido aparecer como un hombre muy potente, al que hay que tener en cuenta", explic� Barah Mikail, director de Stractegia Consulting y profesor del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Saint Louis de Madrid, consultado por Infobae.

De mano derecha de Gaddafi a su peor enemigo

Haftar naci� en 1943 en Ajdabiya, una ciudad ubicada en el noroeste de Libia. Se inscribi� en la academia militar a los 21 a�os y profundiz� su entrenamiento en la Uni�n Sovi�tica y en Egipto. Siendo un joven oficial, se sum� al golpe militar del 1 de septiembre de 1969, liderado por el coronel Muammar Gaddafi, que puso fin a la monarqu�a de Idris I.

Con el correr de los a�os, fue escalando posiciones en el nuevo r�gimen, acerc�ndose cada vez m�s al entorno del "l�der fraternal", como se hac�a llamar Gaddafi. En los 80, Haftar ya era uno de los generales en los que m�s confiaba.

En 1986 lo puso a cargo de las tropas libias que intervinieron en la Guerra de los Toyota, por el control del norte de Chad. Esa misi�n desencaden� el mayor vuelco en la vida de Haftar. En 1987 fue capturado por soldados chadianos, que expulsaron a los libios del pa�s tras muchos a�os de intervenci�n.

Despu�s de la derrota, Gaddafi, que hab�a negado tener personal militar en el pa�s vecino, desconoci� a su fiel servidor. Haftar no soport� la traici�n. Desde ese momento, empez� a trabajar para derrocar a quien hab�a sido su mentor.

Desde Chad, plane� una invasi�n a Libia que cont� con el apoyo de Estados Unidos y de otras potencias occidentales, que ve�an con preocupaci�n el alineamiento de Gaddafi con la Uni�n Sovi�tica. Pero la operaci�n fue un fiasco y Haftar tuvo que ser evacuado del pa�s por un helic�ptero de la CIA, seg�n cuenta John Lee Anderson, que lo entrevist� para un art�culo publicado en The New Yorker.

Haftar obtuvo la ciudadan�a estadounidense y se radic� en Virginia. Si bien sigui� relacionado por un tiempo a la central de inteligencia, y particip� de otros intentos fallidos de desestabilizar a Gaddafi, el reconocido periodista sostiene que cort� sus v�nculos hace muchos a�os.

La ca�da de Gaddafi

Haftar estaba pr�cticamente retirado de la vida p�blica en 2011. Sin embargo, una inesperada ola de revueltas populares cambi� dr�sticamente la historia de muchos pa�ses del norte de �frica y de Medio Oriente. La "Primavera �rabe" �que termin� siendo un infierno m�s que una primavera� puso en jaque al gobierno de Gaddafi, que reaccion� con una represi�n brutal.

El mariscal vio entonces una oportunidad para regresar a su pa�s en busca de revancha. Estuvo al frente de un peque�o grupo que le asest� algunos golpes al r�gimen, aunque no fue decisivo para su ca�da. El 20 de octubre de 2011, milicianos encontraron a Gaddafi escondido en un tubo de drenaje y lo mataron. Todo qued� registrado en videos que recorrieron el mundo.

En julio de 2012, Libia celebr� elecciones por primera vez en 60 a�os, para conformar al flamante Congreso General de la Naci�n (CGN), que eligi� como primer ministro al moderado Al� Zeidan, abogado de derechos humanos. Pero la ilusi�n de estabilidad democr�tica se desvaneci� en pocos meses. El CGN no lleg� nunca a hacer pie y en todo el territorio nacional comenzaron a proliferar grupos armados, muchos de ellos de orientaci�n islamista.

El caos se acentu� despu�s del 11 de septiembre de 2012, cuando un grupo extremista entr� al predio del consulado estadounidense en Bengasi y lo prendi� fuego. El embajador Christopher Stevens y otros tres ciudadanos fueron asesinados.

El atentado fue perpetrado con la intenci�n de apurar la retirada de Washington, que hab�a sido determinante en la derrota de Gaddafi a trav�s de una campa�a a�rea propiciada por la OTAN. El objetivo se cumpli�, porque el gobierno de Barack Obama orden� poco despu�s la salida de casi todo el personal civil y militar.

Bengasi cay� casi de inmediato en manos de organizaciones terroristas vinculadas a ISIS. Libia se convirti� en un estado fallido, en un compendio de poderes locales precarios y enfrentados entre s�, que imponen su autoridad exclusivamente a trav�s de las armas. Adem�s de los miles de muertos, millones de personas fueron desplazadas de sus casas o abandonaron el pa�s.

Por sus fronteras porosas, la ausencia de un orden centralizado y su ubicaci�n geogr�fica estrat�gica, se transform� en el paso predilecto para los contrabandistas de personas, que llevan a cientos de miles de migrantes a cruzar el Mediterr�neo en embarcaciones precarias para llegar a Europa. Muchos mueren en el camino.

En ese momento de confusi�n generalizada, Haftar, que hab�a quedado en un segundo plano tras la ca�da de Gaddafi, protagoniz� su segunda resurrecci�n. En mayo de 2014 lanz� la Operaci�n Dignidad, para erradicar a los grupos islamistas del pa�s. Gracias a los triunfos que obtuvo en sus primeras campa�as, fue declarado comandante del Ej�rcito Nacional Libio y mariscal de campo por la C�mara de Representantes de Libia (CRL), creada para reemplazar al desprestigiado CGN.

"M�ltiples factores han contribuido en la consolidaci�n del poder de Haftar. Inicialmente, apel� a los antiislamistas, a algunos de los ex l�deres militares de Gaddafi, y a algunas tribus de Cirenaica (regi�n situada en la costa noreste). Una vez que obtuvo influencia en esta parte del pa�s, form� alianzas con otras tribus prominentes, que le permitieron fortalecer su autoridad. Haftar logr� manipular la desesperaci�n de muchos libios que quer�an poner fin al conflicto y a la guerra civil que ha envuelto al pa�s desde 2011. Cuando una poblaci�n est� desesperada, se muestra dispuesta a entregar todo a cambio de seguridad, incluso si el costo es m�s autoritarismo y menos libertad", dijo a Infobae Al-Hamzeh Al-Shadeedi, investigador del Instituto Clingendael para las Relaciones Internacionales.

La lucha por el poder

Cuando se supon�a que el CGN se iba a disolver para dejarle su lugar a la CRL, fue ocupado por una coalici�n de milicias llamadas Amanecer Libio, que pas� a controlar Tr�poli y se neg� a reconocerla. La C�mara no pudo instalarse en la capital del pa�s y debi� desplazar su sede a Tobruk. As� comenz� la disputa entre los dos poderes que se proclaman representantes genuinos del pueblo libio.

En un primer momento, la ONU reconoci� como �nica autoridad leg�tima a la CRL, pero Amanecer Libio fue expulsado de la capital en marzo de 2016, y en su lugar se form� el Gobierno de Unidad Popular. De �ste eman� como �rgano ejecutivo el Consejo Presidencial, a cargo de Fayez al-Sarraj, que pas� a contar con el apoyo de las Naciones Unidas.

Entonces, se invirtieron los roles. La CRL deb�a reconocer al nuevo gobierno, pero no lo hizo, porque no estaba dispuesta a perder la centralidad que hab�a ganado. Como resultado, se mantiene la bicefalia entre Tr�poli y Tobruk.

Haftar logr� su mayor �xito militar el 5 de julio de 2017, cuando anunci� la liberaci�n de Bengasi. En los meses siguientes acudi� a di�logos de paz en Par�s con Al-Sarraj, mediados por el presidente Emmanuel Macron, pero al mismo tiempo segu�a extendiendo su control territorial.

"Haftar no habr�a podido consolidar su poder interno sin apoyo externo �dijo Al-Shadeedi�. La comunidad internacional ahora est� dividida entre los pa�ses partidarios de Haftar, que son los Emiratos �rabes, Egipto, Francia y, en menor medida, Arabia Saudita y Rusia; y aquellos que lo toleran o no est�n dispuestos a impedir que consolide su autoridad en toda Libia. Solo Qatar y Turqu�a siguen oponi�ndose a Haftar, pero no tienen tanto poder como las otras naciones involucradas en el conflicto".

En febrero de 2019, avanz� sobre las principales ciudades del sur y recaptur� importantes yacimientos petroleros. Era lo que necesitaba para animarse a dar el gran paso, la toma de Tr�poli. "Haftar confi� en la diplomacia para formar coaliciones fr�giles entre tribus regionales, grupos �tnicos y milicias. La velocidad con la que logr� afirmar su posici�n en el sur de Libia ha sorprendido a la mayor�a de los observadores, aunque su capacidad para mantener y expandir estas alianzas a�n est� por verse", dijo a Infobae Ronald Bruce St John, doctor en relaciones internacionales de la Universidad de Denver, y autor de cinco libros sobre Libia.

El 3 de abril dio la orden y comenz� la peregrinaci�n de sus soldados desde el oriente hasta Tr�poli. Antonio Guterres, secretario general de la ONU, estaba en la ciudad al mismo tiempo que empezaba el despliegue. Al d�a siguiente, viaj� a Bengasi para reunirse con Haftar, pero sus intentos de convencerlo de un alto el fuego fueron vanos.

"Cuando comenzaron las operaciones militares, el 4 y 5 de abril, parec�a que Haftar ten�a el poder suficiente para tomar el control de la ciudad de la noche a la ma�ana, pero no fue el caso. Sus habilidades militares han sido considerablemente infladas por �l mismo y por sus partidarios internos y externos. Y las milicias tripolitanas de dentro y fuera parecen dispuestas a trabajar juntas en su contra, presentando una lucha digna. Esto nos recuerda a sus promesas en 2014, cuando declar� que iba a tomar Bengasi en poco tiempo, y la guerra dur� casi tres a�os. Lo mismo podr�a ocurrir en Tr�poli, o incluso peor, ya que es m�s poblada y tiene una mayor importancia estrat�gica. Puede que la tome o que no lo consiga, pero a partir de ahora es dif�cil llegar a conclusiones concretas", sostuvo Al-Shadeedi.

El ENL captur� el Aeropuerto Internacional de Tr�poli esta semana, pero debi� detener su avance a algunos kil�metros de la capital, en gran medida gracias al involucramiento de combatientes de la ciudad de Misurata en apoyo del GUN. Si bien Haftar intensific� su ofensiva con bombardeos sobre los barrios del sur de la ciudad, no est� claro c�mo piensa quebrar la resistencia de sus adversarios.

"Es importante darse cuenta de que ENL es un nombre inapropiado �dijo St John�. No es un ej�rcito en el sentido convencional. Es una coalici�n de milicias con capacidades militares limitadas y poco inter�s en participar de enfrentamientos agudos. Adem�s, su r�pido desplazamiento desde el este de Libia, a trav�s del sur, y ahora en los bordes de Tr�poli, ha dejado sus l�neas de comunicaci�n y de suministro demasiado extendidas y vulnerables. En consecuencia, Haftar no est� en posici�n de tomar Tr�poli por la fuerza. Si quiere unificar el pa�s bajo su mando tendr� que hacerlo a trav�s de la diplomacia, persuadiendo a las milicias de la capital y, especialmente, a las experimentadas de Zintan y Misurata. En este punto, parece algo posible pero muy poco probable".

Con todos estos elementos sobre la mesa, el acad�mico proyect� tres posibles escenarios sobre el desenlace del conflicto. "El primero: Haftar avanza sobre Tr�poli y tiene �xito. Es poco probable. El segundo: avanza y sufre una gran derrota militar. No es probable que se decida a dar el paso, pero si lo hiciera seguramente ser�a derrotado. El tercero: Haftar y el ENL permanecen en el sur de Tr�poli. En este caso, utilizar�a su �xito para consolidar su control sobre el este y el sur del pa�s para mejorar su posici�n negociadora en la conferencia patrocinada por la ONU con la intenci�n de formar un gobierno de coalici�n y programar nuevas elecciones. Estaba pautada para abril, pero fue suspendida. Queda por verse si se llevar� a cabo o no", concluy� St John.

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