El laberinto burocrático que dificulta que los expatriados españoles participen en sus elecciones
16/04/2019 - 11:31:46
RT.- Se acercan las elecciones generales en Espa�a �a las que seguir�n, apenas un mes m�s tarde, los comicios municipales, auton�micos y europeos�, y cientos de miles de ciudadanos espa�oles residentes en el extranjero se ven obligados, una vez m�s, a cumplir con un tr�mite obligatorio para poder participar: el voto rogado.
Sin embargo, seg�n datos del Instituto Nacional de Estad�stica (INE), apenas un 8,4% de ellos (176.547 personas) ha solicitado el voto para las elecciones generales del pr�ximo 28 de abril. Este escaso porcentaje de participaci�n desde el exterior es similar al registrado en la �ltima convocatoria electoral, en junio de 2016, y adem�s es muy posible que la cifra final sea a�n menor, ya que una de las caracter�sticas del voto rogado, en la pr�ctica, es que suele complicar y hasta impedir la finalizaci�n del proceso.
Precisamente, esa complicaci�n del procedimiento administrativo, la brevedad de los plazos, la apat�a institucional a la hora de informar debidamente, y el propio concepto de "ruego" aplicado a un derecho fundamental en cualquier contexto democr�tico, centran las cr�ticas de los detractores de este sistema electoral censitario que cada vez m�s personas perciben como un verdadero obst�culo a la hora de participar en los comicios.
De hecho, son las propias cifras las que sostienen el argumento m�s irrefutable contra el voto rogado: su implantaci�n en 2011 hizo descender la participaci�n de los espa�oles expatriados de un 30% a un 5%. Dadas las caracter�sticas casi kafkianas del mecanismo, muchos de sus contrariados usuarios hablan de "abstenci�n inducida", y hasta de "voto robado".
Instrucciones complejas, documentos diversos, env�os postales, plazos ajustados, claves telem�ticas y requerimientos consulares componen un universo administrativo que en much�simos casos parece conspirar para que el voto no llegue a tiempo a su destino.
El trabajo que las instituciones no hacen
Una de las quejas m�s frecuentes de los expatriados espa�oles a la hora de afrontar una cita electoral en su pa�s de origen es la falta de informaci�n clara y suficientemente publicitada sobre el funcionamiento y los plazos del proceso.
La plataforma m�s combativa al respecto es la llamada "Marea Granate", un colectivo trasnacional de emigrantes espa�oles que se proponen, como objetivo gen�rico, "luchar contra las causas y quienes han provocado la crisis econ�mica y social que nos obliga a emigrar".
M�s en concreto, desde su p�gina web tambi�n explican que tratan de ayudar a los expatriados espa�oles a ejercer de manera efectiva su derecho al voto, "denunciando irregularidades, facilitando informaci�n de plazos y procedimientos, haciendo el trabajo que las instituciones no hacen, respondiendo a un sinf�n de consultas diarias y exigiendo a la Administraci�n informaci�n clara sobre el proceso", y reclamando tambi�n, y sobre todo, "la supresi�n del voto rogado".
Su cuenta de Twitter se convierte en estas fechas pre-electorales en un verdadero tabl�n de anuncios con informaci�n �til para ayudar a que los electores expatriados puedan votar.
"Las papeletas nunca llegaron"
El voto rogado se implant� hace ocho a�os a trav�s de una reforma electoral pactada por el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Espa�ol (PSOE), como parte de un paquete de medidas que ten�a la intenci�n expl�cita de combatir el fraude electoral. A pesar de las innumerables cr�ticas y quejas que suscita, sigue vigente ocho a�os despu�s.
Varios espa�oles que han tenido que solicitar el voto desde diversos pa�ses relatan experiencias que coinciden en varios aspectos y componen una imagen clara del sistema de voto rogado: un laberinto burocr�tico a contrarreloj que, muchas veces, termina frustrando el voto "de facto".
Alejandra tiene hoy 30 a�os y recuerda que en noviembre de 2015 trat� de participar en las elecciones generales espa�olas desde Ad�s Abeba (Etiop�a). Realiz� en tiempo y forma el "ruego" necesario para ser incluida en la lista de personas autorizadas a votar desde el exterior, pero eso no fue suficiente en su caso. "Se acercaba la fecha l�mite para votar y no llegaban las papeletas �explica Alejandra�. Yo llamaba todos los d�as, incluso me volv� a presentar en el consulado, y nada". Al final no puedo emitir su voto: "Las papeletas nunca llegaron. Luego puse una reclamaci�n y nunca me contestaron".
La experiencia de Cristina es bastante similar. Tiene 36 a�os y vive en Italia desde 2009, actualmente en Roma, y recuerda su experiencia en las �ltimas elecciones: "No s�lo no llegaron las papeletas, sino que en cambio me lleg� propaganda electoral. Yo llamaba al consulado para preguntar y me dec�an que la afectada no era s�lo yo, sino que estaba ocurriendo a nivel nacional, que las papeletas no llegaban desde Espa�a".
En la convocatoria anterior, en 2011, Cristina s� obtuvo las papeletas, "pero me llegaron un d�a despu�s de la fecha de la convocatoria", con lo que tampoco pudo votar. "Present� una reclamaci�n �a�ade�, pero no creo que haya servido de nada, ni que nadie la haya tenido en cuenta: nadie me contact� despu�s". "El consulado me ha escrito emails para otras cuestiones, pero nunca para avisarme de las convocatorias electorales ni de los plazos", a�ade Cristina.
"Un procedimiento innecesariamente complejo"
Arturo tiene 45 a�os y vive en Copenhague (Dinamarca) desde octubre de 2017. �sta es la primera vez que se ve obligado a rogar el voto desde el extranjero. "Recib� una carta hace poco en mi domicilio, remitida por la Embajada espa�ola en Copenhague, con las instrucciones, que no son f�ciles de seguir, y adem�s se necesita tiempo para acudir a la Embajada presencialmente o bien para llamar en un horario muy limitado", explica.
Arturo envi� su solicitud para poder votar de forma telem�tica, pero no le lleg� ninguna respuesta ni resguardo que garantizara la aceptaci�n de su ruego y tuvo que llamar para confirmarlo. "Ahora lo siguiente es esperar a recibir en mi domicilio las papeletas electorales. En la Embajada no hay papeletas electorales, lo cual invita a la sorpresa y a la preocupaci�n", comenta este ingeniero inform�tico nacido en Madrid. "El d�a que decida ir tengo que ir con la papeleta en el sobre, con una papeleta en mi DNI y con una carta, un documento, que a�n no s� que es, aunque me lo han intentado explicar", a�ade.
A Arturo, el voto rogado le parece "un procedimiento innecesariamente complejo". "Despu�s de un a�o y medio aqu� �explica� ya me he acostumbrado a la administraci�n danesa, que funciona de manera digital a trav�s del tel�fono m�vil y es muy f�cil de entender, y esto del voto rogado me trae recuerdos de mi vieja Espa�a". "Este sistema es muy complicado, muy mejorable, y opino que hay mucha gente que posiblemente no vote o bien porque no consiga hacer funcionar el procedimiento o bien porque �ste le lleve a un estado de desgana", concluye Arturo.
Eduardo Velazquez es el coordinador de la Federaci�n Exterior de Izquierda Unida y candidato al Senado por la provincia de Palencia. Como agente pol�tico, le preocupa la vigencia del voto rogado, un procedimiento que conoce bien por haberlo padecido personalmente.
"Pas� seis a�os fuera de Espa�a y ha tenido que rogar el voto varias veces �explica Vel�zquez�. Las dos primeras veces fue en Alemania y el proceso m�s o menos funcion� bien: al menos llegaron las papeletas a tiempo y pude ejercer mi derecho al voto". Sin embargo, recuerda que "de todas formas fue bastante complicado hacer la solicitud de ruego, tener que ir al consulado, y sobretodo esperar a que enviasen las papeletas desde la oficina del censo electoral que me correspond�a", lo cual "hizo que los plazos fueran bastante ajustados".
Vel�zquez tambi�n vivi� dos a�os en Chile. "En este caso los plazos fueron claramente insuficientes y las papeletas no llegaron a tiempo �recuerda�: llegaron una semana mas tarde y no pude ejercer mi derecho al voto. Y todo ello a pesar de que para hacer los tramites me desplac� al consulado en Santiago de Chile, porque viv�a al sur del pa�s, a unas dos horas y media en avi�n, con el consiguiente gasto que supuso esta gesti�n".
�Se trata de evitar un voto de castigo?
"Desde la federaci�n exterior de Izquierda Unida �explica el coordinador� tenemos claro que el voto rogado es un sistema censitario para impedir la participaci�n de un colectivo determinado: el de los espa�oles que viven en el exterior". Velazquez se�ala que "hay much�simos espa�oles viviendo fuera: en estos momentos unos dos millones y medio, seg�n el padr�n de espa�oles residentes en el extranjero".
Tal como �l mismo apunta, �stas cifras no reflejan la realidad al completo, porque ese registro solo contabiliza a las personas que se dan de alta en los consulados, "y mucha gente no lo hace por temor a perder ciertos derechos en Espa�a".
"Estamos hablando en todo caso de varios millones de personas �asegura Vel�zquez�, y m�s de un mill�n de ellas ha salido a lo largo de los �ltimos diez a�os, a consecuencia de la crisis econ�mica y evidentemente efectuar�an un voto de castigo bastante importante, fundamentalmente contra los partidos mayoritarios, el Partido Popular y el PSOE". Para este coordinador de IU no hay dudas de que una de las funciones reales de este sistema censitario es "impedir que esta gente ejerza su derecho con la contundencia con la que lo har�an si fuera un procedimiento m�s accesible y m�s libre de lo que es ahora".
Es complicado que el voto rogado se derogue
Vel�zquez sostiene que "aunque muchos partidos se han opuesto al voto rogado, es complicado que el voto rogado se derogue". Admite que "se ha avanzado en el �ltimo a�o y medio, y antes del adelanto de las elecciones hubo incluso una propuesta oficial, de Unidos Podemos y PSOE, para derogar este sistema, pero finalmente no se pudo tramitar esta proposici�n de ley", a causa de la disoluci�n de las Cortes propiciada por la propia convocatoria electoral.
"De todas formas, el trabajo en la subcomisi�n parlamentaria ha sido muy lento �denuncia el coordinador de Iu Exterior�. De cara a los medios todos los partidos se oponen al voto rogado, porque queda claro que es un sistema injusto, que ha bajado la participaci�n de los espa�oles en el exterior a niveles �nfimos, y no queda bien posicionarse a favor del voto rogado de cara a la galer�a, pero el trabajo de ciertos partidos en la subcomisi�n ha sido muy lento, han puesto muchos obst�culos, muchas trabas, y finalmente esto no ha podido avanzar y no se ha podido derogar".
Velazquez cree, asimismo, que "es necesario que Espa�a tenga una circunscripci�n exterior, es decir, que la gente que vive en el exterior eligiera a sus representantes al igual que la gente que vive en cualquiera de las provincias de Espa�a".
Este sistema para canalizar el voto desde el extranjero ya est� implantado en algunos pa�ses como Italia, Portugal o Ecuador, cuyos expatriados cuentan efectivamente con una circunscripci�n propia y eligen a sus propios representantes en sus respectivos parlamentos.
Mientras tanto, Espa�a sigue recibiendo el voto de sus emigrantes a trav�s de un sistema manifiestamente ineficaz que concita un rechazo pr�cticamente un�nime entre quienes tienen que utilizarlo.
