Venezuela: Hambre y desabastecimiento, el retrato de la catástrofe humanitaria
27/04/2019 - 09:10:47
El Nacional.- Sarangeli Castilla naci� prematura y con tan solo dos meses de nacida su peso permanece 1,5 kilos. Su madre, Katherine Castilla, tiene otros seis hijos y comenta que solo le da pecho porque no puede comprar o conseguir las f�rmulas especiales.
"La situaci�n es muy dura, yo soy una madre soltera y solo cuento con la ayuda de mi padre, que est� jubilado. No tenemos c�mo llevar a mi hijo a un m�dico o un especialista. Paso todas las noches en vela, vi�ndolo llorar sin saber qu� es lo que le duele�, asegura Katherine a ABC.es
Ana Bravo, de 14 a�os de edad, no habla y se comunica con se�as. Familiares aseguran que Bravo no se pudo desarrollar a consecuencia de una mala desnutrici�n por lo que mide m�s de un metro y pesa 20 kilos siendo un caso m�s entre los centenares de ni�os en el pa�s que sufren de este padecimiento.
La cat�strofe humanitaria de Maracaibo tambi�n es retratada en el Hospital Universitario, un centro m�dico incluido en el programa de obras p�blicas de la dictadura del general Marcos P�rez Jim�nez, en la d�cada de los a�os 50, con m�s de 600 camas. Adem�s, fue el primer hospital venezolano en realizar un trasplante de ri��n. Hoy su realidad es otra.
Un joven de tez blanca de 28 a�os de edad yace con las piernas encogidas sobre una cama, su nombre es Miguel Blanco, carece de masa muscular y su piel se encuentra pegada a los huesos. El rostro revela una desnutrici�n severa y una hidrocefalia cong�nita. Su nombre es Miguel Blanco. Su madre, sin ayuda, le dedica incasablemente sus d�as. "Le doy lo poco que puedo, yuca y arroz, y le hago pa�ales de tela", agrega la mujer.
"Llevo diez a�os esperando un trasplante de ri��n, pero ante lo que est� ocurriendo prefiero esperar. A un compa�ero de di�lisis lo llamaron para avisar de que ya estaba listo su donante, y en medio de los apagones el ri��n que esperaba se da��", cuenta Mar�a Esis.
El centro cuenta con una planta el�ctrica, pero solo puede funcionar una o dos horas, frente a las interrupciones, que pueden durar 24 horas. Ante ello, los cirujanos han tenido que finalizar las intervenciones quir�rgicas con la luz de sus celulares.
El hospital se encuentra en riesgo de una contaminaci�n generalizada, porque falla la recogida de residuos y la limpieza de las zonas donde se almacenan. �Con el calor las bacterias proliferan, y hay que recordar que en Maracaibo las temperaturas pueden alcanzar 40 grados cent�grados, lo que f�cilmente convierte los pabellones en hornos�, denunci� la cirujana Dora Colmenares.
