España, más de izquierdas que de derechas: 8 puntos importantes para entender los resultados
29/04/2019 - 11:23:23
RT.- Se acab� la demoscopia. Es tiempo de analizar los votos. La lectura del resultado electoral en Espa�a tiene muchas aristas:
1- Estaba dicho, pero ahora es definitivo: se acab� el bipartidismo. Pasamos de 2 a 5 partidos con dimensi�n estatal. Los dos grandes partidos, PSOE y PP, suman ahora el 46% de los votos (53,7% del Congreso), mientras que en 2008 ten�an el 85,25% (92,3%).
2- Muere el bipartidismo, pero no acaba el clivaje ideol�gico derecha/izquierda. Sin contar los partidos regionales y nacionalistas, la suma de las tres derechas, PP, Ciudadanos y Vox, (42,8%) no supera lo que acumula el progresismo, PSOE y Unidas Podemos (42,99), ni en votos ni diputados.
3- El PSOE vuelve a ser la primera fuerza pol�tica e insufla aire a una socialdemocracia muy golpeada en Europa. Casi duplica al segundo partido en esca�os. Crece mucho, tanto en votos (6%) como en diputados. Sac� r�dito a la censura y a los meses de gobierno; destac� su lado m�s progresista y eso siempre es valorado por su potencial electorado. Quienes vaticinaron su "pasokizaci�n" desestimaron la fortaleza de la estructura territorial del PSOE en Espa�a, su capacidad de resucitar y el sistema de reparto. Lo normal es que Pedro S�nchez sea el pr�ximo presidente.
4- Batacazo del PP, que compromete su futuro como partido alfa de la derecha. A poco m�s de 200.000 votos de Ciudadanos, con ning�n esca�o en Euskadi y s�lo 1 en Catalu�a, su propia continuidad est� comprometida. Obtiene la mitad del porcentaje de votos del 2016: pasa de tener 33% en la anterior cita electoral (a�o 2016) al actual 16,6%. Pierde 3.600.000 votos. Una hemorragia que parece imparable si no se da un gran viraje en su estrategia. Se equivocaron en pretender arrebatarle a la ultraderecha su discurso. Y, en elecciones, es mejor no olvidar que "siempre se elige el original y no la copia".
5- El discurso duro program�tico de derechas "sin complejos" fue representado por Vox, y le arrebat� dos millones y medio de votos (10%) al PP. Irrumpe en el Parlamento con 24 esca�os. Y son lo que son: los restos del franquismo sociol�gico que todav�a perduran en la sociedad espa�ola. A�n es prematuro saber cu�l ser� su futuro. Lo que es cierto es que la ultraderecha ya est� presente en las instituciones, con gran fuerza, con voz y voto, aunque que tampoco debemos sobrevalorarlo.
6- Ciudadanos sale bien parado de esta cita electoral, como tercera fuerza en votos (15,85%) y esca�os, muy cerca del segundo (PP). Se sit�an con �xito como una derecha-liberal m�s moderna, y claramente muy espa�olista. Con su crecimiento, cada d�a est� m�s pr�ximo a disputar la hegemon�a de la derecha.
7- Podemos aguanta. Se deja algo m�s de 320.000 votos y algunos esca�os de lo que logr� en 2016. Sufre una fuerte penalizaci�n de la ley electoral en la Espa�a vaciada. En el juego de las expectativas sale mejor parado de lo que le pronosticaban, y esta vez puede ser que con "menos sea m�s", porque es la fuerza clave para conformar Gobierno.
8- La plurinacionalidad es una realidad que no se puede obviar. Las fuerzas nacionalistas, catalanas y vascas, salen muy reforzadas electoralmente. Si contamos las fuerzas con arraigo autonomista que ser�n clave para conformar Gobierno estar�amos ante la cuarta fuerza en el Congreso, con 48 diputados. En este terreno, dos claves de interpretaci�n que marcar�n el futuro:
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) vence en la disputa por la hegemon�a del independentismo a la derecha independentista de Puigdemont.
Parad�jicamente, en el escenario de mayor fuerza hist�rica del independentismo en el Congreso, el PSOE podr�a gobernar con la izquierda sin el independentismo catal�n.
Todo parece indicar que asoma algo de estabilidad a la pol�tica espa�ola. Ser� dif�cil, incluso para el poderoso establishment pol�tico-medi�tico espa�ol, evitar un Gobierno a la portuguesa, con un PSOE que tendr� que contar con Unidas Podemos y alianzas puntuales con fuerzas autonomistas. Para los primeros, lo ideal ser�a un apoyo parlamentario estable; para los segundos, entrar en el Gobierno. Se abre un ciclo largo de negociaci�n en el que el PSOE cuenta con la mejor mano de cartas, pero en pol�tica, como en el p�ker, eso no siempre es suficiente.
