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Colectivos chavistas: Sinónimo de terror, represión y violencia brutal al servicio del régimen




11/05/2019 - 19:07:53
Infobae.- Hace 20 a�os, en Venezuela la gente se refer�a a los autobuses del transporte p�blico como "colectivos" o en t�rminos laborales, se hablaba de firma de "contratos colectivos" con gremios o sindicatos. Hoy en d�a la palabra "colectivo" en Venezuela es sin�nimo de terror, represi�n y violencia brutal al servicio del r�gimen.

La historia latinoamericana ense�a que las dictaduras tienden a apoyarse en grupos irregulares para su defensa y realizar tareas sucias que comprometer�an a las fuerzas armadas y cuerpos policiales, o que estos simplemente no quieren realizar. Hait�, en le �poca de Duvallier y su hijo "Baby Doc" tuvo a sus temibles "tonton macoute"; el Panam� de Manuel Noriega cont� con sus "macheteros" y "dobermans" y el gobierno de Nicol�s Maduro tiende a apoyarse cada vez m�s en sus "colectivos". Pero, �c�mo el t�rmino "colectivo" pas� al �mbito pol�tico? En Espa�a desde 1985, se utiliza esa palabra asociada a la pol�tica. El reci�n legalizado Partido Comunista de los Pueblos de Espa�a, PCPE, crea la organizaci�n juvenil "Colectivo de J�venes Comunistas" y esas organizaciones, bajo el nombre de "colectivos", se reproducen en las provincias de Asturias y Galicia.

Desde su primera presidencia en 1998, Hugo Ch�vez promueve las "esquinas calientes", zonas de las ciudades en la que a los disidentes y opositores se les prohib�a el paso, eran acosados, insultados y a veces agredidos con palos o piedras.

En los a�os 2000 y 2001 se agudiza la confrontaci�n pol�tica. Buscando romper y cambiar las estructuras sociales, el Ejecutivo promueve los "C�rculos Bolivarianos" entre sus seguidores, estructurando y d�ndole forma jur�dica a los extremistas y "malandros" que anidaban en las esquinas calientes. Luego de los sucesos de abril de 2002 que llevaron a la salida del presidente Hugo Ch�vez del gobierno por unos d�as, se radicaliza el proceso revolucionario y se toman medida de todo tipo para reforzarse en el poder. La primera y quiz�s la m�s grave ser� la entrega de pistolas y rev�lveres a los "C�rculos Bolivarianos" mas radicales. El encargado de esa tarea es el general Miguel Rodr�guez Torres, en ese momento director de la DISIP, la polic�a pol�tica, antecesor del hoy temible SEBIN. Rodr�guez Torres acude a los dep�sitos de pistolas y rev�lveres en desuso o decomisadas, principalmente al de Fuerte Tiuna, la principal base militar en Caracas y para que no queden evidencias elimina y borra todos los registros f�sicos y digitales existentes. A�os despu�s este general se las ver� con los colectivos armados que ayud� a crear.

Por otra parte, comienza la asesor�a del Gobierno del Presidente Ch�vez a la organizaci�n espa�ola CEPS. Vienen y trabajan en Venezuela Pablo Iglesias, I�igo Errej�n y Juan Carlos Monederos, vivero de lo que despu�s ser� el partido Podemos. Esta agrupaci�n utilizaba extensamente la denominaci�n de "colectivos" como formas de agrupaci�n pol�tica y social en el escenario espa�ol. Bien sea porque los espa�oles trajeron el t�rmino o porqu� la idea naci� en esas reuniones de "asesor�a", los colectivos como forma de asociaci�n pol�tica, social o cultural, comienzan a utilizarse con fuerza en Venezuela.

Paralelamente, como vanguardia revolucionaria, se crea el 29 de junio del a�o 2003, fundado conjuntamente en La Habana por los comandantes Hugo Ch�vez y Fidel Castro, el Frente Francisco de Miranda. Un primer contingente de j�venes se forman en Cuba. Seg�n algunas informaciones, entre los a�os 2003 a 2007 se habr�an realizado 12 entrenamientos en Cuba con participaci�n de 1.000 j�venes venezolanos de ambos sexos.
Un tercer elemento que interviene en la configuraci�n de los que ahora se conoce como "colectivos" lo constituye grupos de la extrema izquierda venezolana. Luego de un prolongado intento de lucha armada, que culmina con una derrota en el plano militar y un proceso de pacificaci�n pol�tica en 1969, algunos dirigentes se incorporan o crean partidos pol�ticos legales, otros pocos, movimientos sociales semi clandestinos, como los Tupamaros y el grupo La Piedrita, ambos asentados en la popular y siempre revoltosa parroquia "23 de Enero" del oeste de la capital. Estos movimientos se consolidan, radicalizan y canalizan activamente en las violentas protestas espontaneas del 28 de febrero de 1989, el llamado Caracazo. Posteriormente tienen contactos con los oficiales conspiradores y participan, como contraparte civil, en los fallidos intentos de golpes de estado de 1992.

Este conglomerado de estructuras pol�ticas, formaci�n ideol�gica, territorios controlados, apoyo y recursos, armas de fuego y una "marca" de identificaci�n ser�n el germen de los "colectivos amados", grupos de choque que se convertir�n en los "tonton macoute" de Nicol�s Maduro.

A partir del 2004, al ganar la Alcald�a Mayor de Caracas el periodista chavista Juan Barreto, fluyen recursos legales y clandestinos a las organizaciones sociales y se multiplica la formalizaci�n de colectivos, identificados con el proceso revolucionario. Desaparecen los "C�rculos Bolivarianos" y se comienza a promocionar y apoyar a los cada vez m�s numerosos "Colectivos". Las agrupaciones de la parroquia "23 de Enero", en la que est� ubicado el Museo de Historia Militar convertido en el 2013 en Mausoleo de Hugo Ch�vez, tiene una posici�n geogr�fica estrat�gica en la ciudad, incluso cerca al Palacio de Miraflores, sede del gobierno. Ellas ser�n las primeras en disfrutar de la abundancia de recursos, no solo financieros, sino tambi�n motocicletas, equipos de comunicaci�n y m�s armas. Los principales colectivos de esa populosa zona, con territorios claramente autodefinidos son los Tupamaros, Alexis Vive, La Piedrita, Montaraz, Tres Ra�ces, Jos� Leonardo Chirinos, Carapaica y la Coordinadora Sim�n Bol�var.

Los colectivos, nacidos con un objetivo inicial de preservar zonas de la delincuencia, rateros, borrachos y drogas, evolucionan hacia un duro control territorial, en la que los vecinos son obligados a pagar "protecci�n" y vivir bajo sus reglas y dominio.

Por esa fecha el Gobierno de Ch�vez se crean tambi�n las "bandas armadas motorizadas", integradas por miembros de colectivos, funcionarios policiales, simpatizantes radicales y cierto "malandraje". Estas bandas se constituyen y act�an cuando el gobierno quiere amedrentar, causar terror o agredir a la disidencia pol�tica.

Durante sus sucesivas presidencias Hugo Ch�vez fomentaba, alentaba, manipulaba, les se�alaba "targets" en cadena nacional de televisi�n, pero a veces les pon�a freno. Con los colectivos controlando zonas urbanas de forma permanente y las "Bandas Motorizadas" a las que pod�a activar en cuesti�n de horas, contaba con herramientas adicionales a las institucionales para controlar la disidencia pol�tica. Inspirados en la organizaci�n del "23 de Enero" de Caracas, los colectivos se multiplicar�n a lo largo y ancho del pa�s, aprovechando el derroche de recursos disponibles. Pero con la llegada de Nicol�s Maduro a la presidencia los l�mites se romper�n.

El 8 de octubre de 2014, funcionarios de la polic�a judicial CICPC que investigaban un caso de secuestro entran al edificio Manfredi, en el centro de Caracas, sede de una organizaci�n llamada "Escudo de la Revoluci�n", una subsidiaria del colectivo Frente 5 de Marzo, dirigido por Jos� Odreman, un ex sargento de la disuelta Polic�a Metropolitana de Caracas, ferviente revolucionario, calvo, robusto, con cuello de toro y una bizarra fe que mezcla disciplina, evangelio y revoluci�n. Los funcionarios policiales son retenidos o tomados como rehenes en el edificio. El general Miguel Rodr�guez Torres, que para ese momento era el Ministro de Relaciones Interiores de Nicol�s Maduro, env�a al grupo de fuerzas especiales BAE del CICPCP. Logran rescatar a sus compa�eros y abaten a tres miembros del colectivo. Indignado, Odreman acude al edificio Manfredi y declara, con su peculiar lenguaje, a las c�maras de televisi�n:

� Ciudadano ministro de interior y justicia, le pasa a Jos� Odreman cualquier cosa, lo asumo y le dejo la responsabilidad a usted, porque usted est� haciendo esos escenarios � se�ala hacia la puerta del edificio � Ya basta que nos sacrifique m�s camaradas combatientes, ya basta, camarada�

Media hora despu�s Odreman y otro miembro del colectivo caen acribillados a balazos. La muerte del lider del colectivo 5 de marzo causa indignaci�n entre los m�s fanatizados seguidores de la revoluci�n bolivariana y marcar� un punto de quiebre. Nicol�s Maduro se inclina a favor de los colectivos y aparta al general Miguel Rodr�guez Torres de la cartera del interior. El alto oficial iniciar� as� su deslinde con el "madurismo" y crea un partido pol�tico reivindicando el legado "originario" de Ch�vez. Desde marzo de 2018 el general y ex ministro est� encarcelado por supuestos cargos de "acciones contra la paz y la tranquilidad p�blicas, y en conjuras y complots contra las fuerzas armadas del pa�s".

Valent�n Santana, jefe del colectivo "La Piedrita", llam� la semana pasada a "tomar las armas" para defender a Maduro

A partir de ese momento, los colectivos armados han sido privilegiados por el gobierno de Nicol�s Maduro. Ya no s�lo extorsionan las zonas que controlan, sino que han expandido su radio de acci�n y manejan la distribuci�n y venta local de drogas, llevan a cabo secuestros, atracos y otros delitos, con total impunidad. Como recompensa y para acentuar el control de la poblaci�n en los barrios, Nicol�s Maduro les entreg� la distribuci�n y venta de las famosas Cajas Claps de alimentos regulados en sus zonas. En el "23 de Enero", adem�s de estaciones de radio y algunos emprendimientos, funciona un casino clandestino bajo la protecci�n de los colectivos. Ah� son llevados en camionetas blindadas y van a jugar con total seguridad altos jerarcas del gobierno y "bolichicos" que han hecho fortuna con el r�gimen.

Cuando se les requiere, Nicol�s Maduro los utiliza para la represi�n pol�tica. Lo hizo durante las manifestaciones del 2014 y 2018, causando numerosos casos de heridos y muertos, todos impunes. Durante el tormentoso e incierto 30 de abril pasado tambi�n actuaron: trataron de acercarse al distribuidor de Altamira y fueron ahuyentados con r�fagas al aire de los militares de pa�oleta azul que respaldaban a Juan Guaid�, luego tuvieron un extra�o enfrentamiento con funcionarios de la Polic�a del estado Miranda y en la noche atacaron a manifestantes en el Oeste de la ciudad.

Los colectivos armados de Nicol�s Maduro no practican los rituales de vud� haitiano de los "tonton macouts", ni necesitan hacerlo, pero ejercen la violencia con igual intensidad y crueldad. Ahora son grupos de delincuencia organizada bastante bien estructurados, una industria lucrativa en simbiosis con el r�gimen, con miembros incorporados a algunos cuerpos policiales y acceso a las esferas del poder, dedicados a la mayor parte del tiempo a sus diarias y muy rentables actividades criminales y en la medida en que se debilita el apoyo de los cuerpos de seguridad a Nicol�s Maduro, junto con los "pranes" (l�deres) de las c�rceles, las "megabandas" de ciertas zonas del pa�s, los traficantes de coca�na, los explotadores ilegales del oro, coltan y diamantes, el ELN colombiano con m�s de 4000 hombres en Venezuela, se perfilan como la "reserva" armada del r�gimen.

El Alto mando militar, leal a Nicol�s Maduro, todav�a es reacio a entregar armas largas, autom�ticas o de mayor poder a los colectivos porque no quiere compartir ese recurso; s�lo han tolerado que algunos miembros de los colectivos usen uniformes de las fuerzas armadas, pero la debilidad del r�gimen o su desesperaci�n pueden llevarlo a darles accesos a los arsenales e infraestructura militar.

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