Precio para la gasolina importada será de $us 1,20 a 1,25 y el diésel en $us 1,24: Surtidores no podrán vender combustible subvencionado y privado al mismo tiempo

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Un complicado panorama se puede vislumbrar tras la autorización para la compra de combustible por parte de empresas privadas, ya que los precios serán casi el triple de lo que vale actualmente, será ajustable a la variación de precios internacionales y hay limitaciones para los surtidores.

La Agencia Nacional de Hidrocarburos definió los precios referenciales para que, de forma excepcional, personas naturales o jurídicas privadas puedan comercializar el combustible de importación.

Para el diésel se definió el precio referencial de  $us 1,24 el litro, mientras que en el caso de la gasolina RON 85-94 será $us 1,20 el litro, en tanto que para la gasolina mayor a RON 94 será $us 1,25 el litro, detalla una Resolución Administrativa de la ANH.  

Para todos los casos, se incluye eI Impuesto al Valor Agregado (IVA), en base a la metodología aprobada mediante Resolución Ministerial N° 208-2024 de 20 de noviembre de 2024.   

El director de la ANH, Germán Jiménez, anticipó que los precios de referencia serían calculados en función de los costos indexados del petróleo, que varían diariamente. En este contexto, los nuevos precios superan levemente los $us 1,10 por litro que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) había propuesto para la importación privada a través de su empresa comercializadora, Botrading S.A.

Este proceso también está acompañado por diversas medidas administrativas. Una de ellas es la creación de una ventanilla única de trámites, que opera en La Paz y Santa Cruz. En esta ventanilla trabajan de manera conjunta YPFB, la ANH, la Dirección de Sustancias Controladas y la Aduana Nacional, para formalizar la documentación necesaria para la importación de combustibles.

Además, como parte de la normativa, se decidió que los combustibles importados por el sector privado estarán diferenciados por color en las estaciones de servicio, a fin de que los consumidores puedan distinguirlos de los combustibles subvencionados que distribuye el Estado.

También se establece que las estaciones de servicio que opten por vender combustible importado no podrán ofrecer diésel ni gasolina subvencionados por el gobierno.