De sobrevivientes del Titanic a grandes campeones del tenis
24/04/2012 - 17:00:14
CNN.- Cuando uno de los cuatro embudos gigantes del Titanic colaps�, Dick Williams vio morir a su padre Charles en frente de �l.
Estaba lleno de dolor pero con su instinto de supervivencia todav�a intacto, el joven de 12 a�os nad� en las aguas heladas del Atl�ntico para nadar por su vida.
El fr�o era casi paralizante y muchas almas pobres perecieron casi inmediatamente, pero Williams estaba hecho de algo duro y consigui� salir en un bote salvavidas plegable.
Con otras personas tratando de subir desesperadamente a bordo, casi estaba hundido en el agua y el fr�o result� casi insoportable para los ocupantes.
Muchos murieron antes de que fueran auxiliados, inicialmente por otro bote salvavidas m�s estable y despu�s por el RMS Carpathia, un refugio para muchos de los sobrevivientes del Titanic.
A muy poca distancia, Karl Behr se sent� temblando, acurrucado en uno de los �ltimos botes salvavidas en dejar el transatl�ntico, que hab�a sido nombrado como �insumergible� antes de su viaje desde el puerto brit�nico de Southampton el 10 de abril de 1912.
Junto a �l estaba Helen Newsom, una pasajera que iba en el viaje en primera clase y despu�s se convertir�a en su esposa.
En el mismo bote estaba el due�o del Titanic, Bruce Ismay, quien hab�a embarcado en el viaje con su reputaci�n m�s alta que nunca, pero luego fue avergonzado por abandonar su barco.
La amenaza de la amputaci�n
Tom� casi seis horas para que los botes y los 706 sobrevivientes fueran alcanzados, y para ese tiempo Williams hab�a perdido toda la sensibilidad en sus piernas, que se hab�an vuelto moradas congeladas y sin circulaci�n.
El m�dico del barco en el Carpathia le advirti� que hab�an hecho mucho, pero que lo m�s probable era que la tuvieran que amputar.
Pero Williams no podr�a concebir esta posibilidad e hizo que sus piernas volvieran a caminar, dando pasos en las cubiertas en el viaje a Nueva York; dos horas a la vez, a pesar de la intensa incomodidad.
Fue durante ese tiempo que conoci� a Behr por primera vez.
Se recuerda muy poco de sus intercambios, pero reportan que a los 26 a�os, el hombre anciano �ayudaba mucho� a Williams.
Aparte de haber sobrevivido a una de las grandes tragedias mar�timas de la historia, donde murieron 1,500 pasajeros y miembros de la tripulaci�n, ten�an una cosa en com�n.
Ambos se convertir�an en miembros del Sal�n de la Fama del Tenis Internacional, habiendo sido rivales en la cancha y despu�s compa�eros en la Copa Davis en Estados Unidos.
Y ambos fueron figuras centrales en dos libros que fueron publicados alrededor del aniversario n�mero 100 de la tragedia de 1912.
Libros rivales
Como muchas de las cosas asociadas con el Titanic en muchos libros y pel�culas sobre el tema, la controversia y el desacuerdo sobre lo que realmente pas� nunca est� lejos de la superficie.
Primero apareci� Starboard at Midnight, escrito por la nieta de Behr, Helen Behr Sandford y publicado el a�o pasado.
El exjefe de prensa del equipo de la Copa Davis de Estados Unidos, Randy Walker, comision� a la guionista de Hollywood, Lindsay Gibbs, para escribir un cuento �de ficci�n� para su nueva publicaci�n de New Chapter Press, Titanic: The Tennis Story (Titanic: la historia del tenis) que saldr� este mes.
Sanford, quien es publicado por Darwin Press, se mantuvo m�s o menos estricto a los recuerdos y r�cords hist�ricos, aunque un peque�o pasaje en su libro tambi�n es ficticio.
Walker, quien ha publicado libros sobre grandes jugadores como Rod Layer, cree que el relato ser� la �m�s grande historia sobre la historia del tenis�, pero le permiti� a Gibbs, de 45 a�os, libertad para desarrollar personajes y temas.
Compara el tratamiento a la pel�cula ganadora del Oscar Carrozas de Fuego sobre los corredores brit�nicos Harold Abrahams y Eric Liddell que se mezclaba con la ficci�n para hacer m�s dram�tica la historia.
Sin embargo, Sandford est� horrorizado por el retrato de su abuelo y Williams.
La mujer de 62 a�os, quien es conocida como Lynn, protege profundamente la memoria de sus antepasados.
�El �otro� libro es verdaderamente angustiante�, le dijo a CNN. �Dick Williams y Karl Behr eran maravilloso, hombres dignos, que nunca exhibir�an las caracter�sticas que est�n siendo retratadas.
�Si Karl y Dick estuvieran aqu� ahora se sentir�an indignados y absolutamente miserables por c�mo tomaron sus vidas y crearon algo de ficci�n�.
Gibbs defiende sus escritos: �Estoy orgullosa de lo que hice, estaba basado en mucha investigaci�n de Randy Walker�.
�Lindsay Gibbs es muy buena escritora�, dijo Sanford. �Pero la parte m�s triste es que no honra la verdad en lo absoluto�.
Con ambos libros compitiendo en ventas, no hay se�al de que el esc�ndalo vaya a calmarse, pero lo que no se discute es c�mo las vidas de los dos hombres se entrelazaron como resultado de la tragedia.
Recuperaci�n extraordinaria
Williams tuvo una recuperaci�n extraordinaria y menos de tres meses despu�s enfrent� al m�s experimentado Behr en un torneo de tenis en el Club Longwood Cricket en Boston, Estados Unidos.
Williams tuvo una ventaja de dos sets, pero Behr prevaleci� en cinco sets. La leyenda cuenta que su experiencia compartida en el Titanic no fue mencionada por los dos compa�eros de la Liga Ivy.
Williams estaba ascendiendo y gan� el Campeonato Nacional de Estados Unidos en 1914 (ahora conocido como el Abierto de Estados Unidos) venciendo a Behr en los cuartos de final. Ambos fueron equipo en la Copa Davis de 1914, con Behr como reserva.
Los �xitos continuaron para Williams en las Nacionales de Estados Unidos en 1916 antes de servir en el ej�rcito estadounidense en la Primera Guerra Mundial, siendo condecorado por valor.
Reanudando su carrera despu�s de las hostilidades, Williams disfrut� de mayor �xito en la competencia de dobles en la Copa Davis y en Grand Slams.
Su victoria lleg� a la edad de 33 a�os en los Juegos Ol�mpicos de Par�s en 1924, donde hizo equipo con Hazel Wrightman para ganar la medalla de oro en los dobles mixtos, la �ltima vez que ese evento fue parte de los Juegos.
La pareja permanece como los campeones Ol�mpicos en los dobles mixtos que ser�n reincorporados en Londres 2012, con las inclinaciones hacia Roger Federer y Victoria Azarenka para ganar el oro.
Williams se convirti� en un banquero exitoso en Philadelphia y muri� a la edad de 77 a�os en 1968.
La historia de Behr era m�s compleja y los eventos del 14 de abril de 1912 dejaron una marca indeleble en su psique mientras sufri� de �s�ndrome del sobreviviente�.
Tanto su nieta como Gibbs mencionan sus reportes, las circunstancias bajo las que termin� en un bote salvavidas con mujeres y ni�os ha quedado bajo escrutinio, particularmente dado que el avergonzado Ismay tambi�n era un ocupante.
Honor en juego
Sanford dijo que su abuelo estaba �en el lugar indicado en el momento indicado� dado que los pasajeros de primera clase fueron los que se llevaron a los botes salvavidas, al principio m�s como precauci�n porque se cre�a que el Titanic era �insumergible�.
Walker coincide. �De acuerdo con nuestra investigaci�n, Karl era muy honrado�, dijo.
Mientras que el bote n�mero cinco bajaba, Ismay imploraba a los pasajeros en el barco y una mujer le pidi� �si los hombres tambi�n se pod�an unir�. Le respondi� afirmativamente y Behr subi� a bordo.
En el libro de Gibbs, un Behr herido pidi� la mano de Newson en el bote salvavidas; lenguaje po�tico, de hecho.
Sanford relata que incluso esperaron ocho meses para anunciar su compromiso. �Tem�an una reacci�n por ser sobrevivientes del Titanic�, dijo.
El sentido del deber de Behr se intensific� cuando la Primera Guerra Mundial comenz� en Europa, y se volvi� un activista l�der para involucrar a los estadounidenses a trabajar con el presidente Theodore Roosevelt.
Como relata Sanford, Behr organiz� el Desfile Preparativo de Ciudadanos en Nueva York en 1916, con m�s de 135,000 personas formando parte, lo que desat� desfiles similares a favor de la guerra en todo el pa�s.
Cuando Estados Unidos finalmente entr� a la guerra en 1917, se le negaba a Behr el permiso de enlistarse, quiz� por su ascendencia alemana. Exhausto y desmoralizado, su salud colaps� y entr� a un sanatorio, pero se le permiti� servir justo cuando la guerra termin�.
Para ese entonces su carrera en el tenis hab�a terminado y pas� el resto de su vida en el negocio, estando en la junta de las llantas Goodyear y la empresa Rubber, adem�s de otras empresas.
Muri� en 1949, a la edad de 64 a�os. Su esposa Helen volvi� a casarse y muri� en Princeton, Nueva Jersey en Estados Unidos en 1965.
Cuando era ni�a, Sanford recuerda haberle preguntado a su abuela sobre los eventos de esa noche. �S�lo dijo, �no te puedo responder, pero te puedo decir que la peor parte de la experiencia fue en el Carpathia��.
Nunca se lo mencion� despu�s, pero Sanford estaba determinada a relatar los eventos y pasar muchos a�os investigando antes de escribir.
Recientemente se uni� a los miembros de la familia Williams en un evento especial organizado por el Sal�n de la Fama del Tenis Internacional.
Sus cuarteles en Newport y Rhode Island, Estados Unidos, tienen una exhibici�n especial para honrar a los dos hombres extraordinarios y a su historia extraordinaria.