Hay muchos ríos y sus afluentes en nuestro Departamento que conservan una extraordinaria riqueza piscícola, la que se acrecienta en determinadas épocas del año. Para obtener las especies más apetecidas, los aficionados pueden elegir desplazarse hacia el Río Grande por el Sur, a un lugar denominado Los Cajones, donde se puede pescar dorados, sábalos y bogas, o buscar sus mejores trofeos en los ríos Ichilo, Piraí y Yapacaní, y sus afluentes por el Norte.
En esta zona fluye el Piraicito, que es el mismo río Piraí, pero en la zona de Chané, donde se encajona y su curso se vuelve profundo con solo 40 metros de ancho. Allí se puede pescar variedades de Surubí, Pacú, Dorado, Pira, Boga, etc., pero es también donde se presentan las grandes mortandades de peces por la frecuente contaminación provocada por la actividad industrial que tiene lugar aguas arriba.
Próximos a esta región se encuentran los ríos Ichilo, Ichoa y Yapacaní, los cuales antes eran los más ricos en especies ictiológicas de todo el país, pero bajó su nivel debido a que la zona ha sido colonizada por campesinos del interior, quienes empezaron a depredar la fauna acuática con dinamita, disminuyendo la cantidad de peces. Además, el aumento de la pesca con redes en el Beni, impide al arribo de suficientes ejemplares desarrollados río arriba, hacia las nacientes de los cursos mencionados.
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