Miércoles 02 de octubre 2024

Cómo retornó el dictador



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Cuando el 18 de octubre de 2019 se suspendió el conteo rápido, una ola enorme de indignación sacudió a toda Bolivia. Las sospechas y rumores de que se preparaba un fraude electoral por el gobierno de Evo Morales se expresaban en esa sospechosa maniobra y la ciudadanía no estaba dispuesta a seguirle el juego a un gobierno que el 21F le dijo NO alreferéndum convocado para prorrogarse en el podery que pretendió desconocer.

Ese día comenzaba a caerse una de las piezas claves del proyecto castro-chavista instaurado en Cuba y financiado por Venezuela desde el año 2000. Algo que para esas dictaduras no era concebible y que les ocasionaba un fuerte dolor de cabeza. Bolivia ocupa un lugar estratégico en las conexiones del tráfico de drogas a través del eje Cochabamba-Caracas- La Habana y por otro lado es el eje central de la difusión del socialismo del siglo XXI en los países limítrofes, como Argentina, Brasil, Paraguay, Chile y Perú.

El 13 de noviembre, Evo Morales salía con rumbo hacía México y dejaba su carta de renuncia a la Asamblea Legislativa. Curioso que en esas horas en las que abandonaba un gobierno de casi 14 años, al mismo tiempo que renunciaba ya estaba recibiendo las lecciones del relato que debía comenzar a difundir. La inteligencia cubana aprovechaba el viaje del avión mexicano que lo recogería de la pista de Chimoré en el Chapare cochabambino de Bolivia para instruirle lo que debería decir al descender de la nave.

Y así fue. Evo Morales llegó denunciando un supuesto golpe civil-policial. No hizo referencia alguna a las elecciones y el fraude denunciado por la delegación de la OEA, se convirtió en la víctima de una conspiración que requería urgentemente el apoyo solidario de los socios del ALBA y del Foro de Sau Paulo. Lo que se produjo casi de inmediato. Cuba, Venezuela, Argentina y Nicaragua comenzaron a gritar en coro que en Bolivia hubo golpe de Estado.

Está claro que en la América tenemos dos clases de gobiernos: aquellos que se inscriben en la democracia basada en sus valores y principios, y aquella que están sustentados y dirigidos por el castro-chavismo, donde la democracia se circunscribe al voto que luego convierten en el instrumento que les facilita la destrucción del Estado de Derecho, la restricción y eliminación de la libertades y los derechos humanos junto con la imposición de la reelección indefinida que legalizan modificando la Constitución Política del Estado.

Este proceso de forma completa se ha dado en Bolivia desde el año 2005 hasta el presente. El gobierno de Evo Morales con su instrumento político MAS-IPSP cambió la Constitución, la Republica por el Estado Plurinacional, el voto igualitario por el voto preferencial, los derechos universales por los restringidos a favorecer etnias, con todo lo cual dio paso a la persecución política, el exilio y prisión para los disidentes, asumiendo el control de la totalidad de los Poderes del Estado.

En este contexto, cuando pretendían imponer la reelección indefinida de Evo Morales, al haber sido derrotados, resulta ciertamente un sarcasmo vergonzante que se haya tratado de modificar los hechos por un relato que los niega y establece un escenario que nunca existió.
En efecto, la transición política tuvo que pasar por momentos dramáticos al haberse producido la renuncia en cadena de los mandos que la componen y tener que llegar a la vicepresidencia de la Cámara de Senadores para encontrar a una abogada desconocida, militante del partido Demócrata, Jeanine Añez, que tuvo que jurar al cargo de presidente en medio de la soledad y en una noche en la que se estaban apagando los fuegos de aquellos incendios y violencia que desataron los sectores sociales del lumpen masista. La Asamblea Legislativa se recompuso, continuó con su estructura, redefinió sus directivas y acepto la carta de renuncia de Evo Morales.

El gobierno de la señora Añez tenía una sola misión: defender la democracia recomponiendo sus bases y convocar a elecciones en el menor tiempo posible. Esta misión requería con urgencia desestructurar todo el sistema de la dictadura,que significaba restituir la República. Con este paso fundamental: se eliminaba la Constitución de 2009 creada por la dictadura y se reponía la Constitución del año 67 modificada el año 94. Los resultados de esta medida hubieran ocasionado un efecto dominó en todo lo que la dictadura hizo para sostenerse: dejaba de existir la Asamblea Legislativa para dar curso al Congreso de la República, terminaba con la estructura jurídica de la dictadura para dar paso al Poder Judicial de la República, es decir eliminaba los jueces y fiscales que colaboraban con ella como su sustento.

El gobierno de transición tenía como mandato recuperar la democracia para garantizar elecciones libres y democráticas, terminar con el control político y judicial que dejó la dictadura. En este contexto la aparición de la pandemia del coronavirus hubiera ayudado más que perjudicar, pues daba el tiempo suficiente para recuperar el orden de la República destruido por la dictadura. Pero no se hizo así. En vez de ello se prefirió convertir al gobierno de transición en interino decidiendo convertir a la presidente en candidata. Un error fundamental.

El tiempo en política y la oportunidad lo es todo. Y es lo que se desperdició por el gobierno Añez. Con su mala decisión de convertirse en candidata otorgó ese tiempo precioso a la dictadura para que se recomponga y use toda su fuerza política y jurídica dando lugar a que pueda arrinconarlo y destruirlo. Y, esprecisamente, lo que hizo apoyado por la conformación de una oposición funcional-electorera que se destruyó asimisma en una guerra despiadada. mostrando una cara de angurria de poder sin ninguna oferta y una orfandad ideológica que le facilitó al MAS todos los caminos que les faltaba para recuperar terreno.

Las elecciones de octubre 2020 al haberse llevado a cabo con la estructura intacta de la dictadura respetando su Constitución, sus leyes, incluidas las que le sembró la Asamblea masista en el año que estuvo gobernando, sus jueces y fiscales, que ofrecieron resistencia a las penosas iniciativas que tuvo el gobierno y que al contrario usaron para golpearle en los errores y delitos que cometieron algunos de sus funcionarios, dieron como resultado otro fraude. El fraude sistémico. Es decir, el fraude controlado desde adentro por la dictadura encaramada en la Asamblea Legislativa, en la judicatura, la fiscalía y el mismo Tribunal Supremo Electoral.

El retorno de Evo Morales y el MAS al gobierno se debe a los errores cometidos por una oposición funcional que priorizó las elecciones, antes que devolver la democracia a sus causes originales, fueron esos errores los que convirtieron las debilidades del MAS en fortalezas electorales. El pueblo boliviano ha sido engañado, le hicieron creer que el juego electoral era democrático y que la dictadura estaba vencida, cuando la realidad era otra.

De nada sirvió las advertencias que se les hicieron, no escucharon las propuestas legales y de alto contenido político que se les envió. La complicidad con la dictadura confundida con sus ambiciones allanó el camino del su retorno. Ahora no queda otro camino que reiniciar la resistencia democrática al período duro que se avecina. Se hace urgente consolidar un frente político de alta convicción democrática y de profunda mística revolucionaria.