04/03/2015 - 06:31:10
LOS TIEMPOS.- Ante los presuntos hechos de corrupción registrados en el Fondo de Desarrollo para los Pueblos Indígena Originarios Campesinos y Comunidades Interculturales (Fondioc) y que derivaron en la aprehensión de dos exdirectores y el inicio de una investigación de la Fiscalía en contra de varios dirigentes, el vicepresidente Álvaro García Linera pidió que no se toque a las organizaciones sociales, ya que en su criterio, son “sagradas” e “históricas”. “No involucran al movimiento indígena”, dijo.

A su juicio, generalizar a todas las organizaciones sociales con los malos administradores del Fondo Indígena es una actitud racista y política.

Después de que el fiscal Julio Guerrero resolvió la noche de lunes la aprehensión de Elvira Parra y Marco Antonio Aramayo, exdirectores ejecutivos del Fondo de Desarrollo para los Pueblos Indígenas Originarios y Comunidades Campesinas (Fondioc), el vicepresidente Álvaro García Linera declaró ayer, en una conferencia de prensa difundida por la red Bolivia TV, que el Movimiento Al Socialismo (MAS) reitera su apoyo a Felipa Huanca.

Parra y Aramayo fueron denunciados por la Contraloría General del Estado por presuntas irregularidades en la administración, seguimiento y monitoreo de los proyectos del Fondo Indígena, y detenidos el lunes, según informó la agencia de noticias EFE, citando como fuentes a la Fiscalía y la Policía de La Paz.

La Contraloría determinó en una auditoría responsabilidades penales contra Parra, Aramayo y Daniel Zapata. Asimismo, su denuncia se extiende a los representantes legales, responsables administrativos y de ejecución de obras de un paquete de 153 proyectos, entre los que se encuentra la candidata por el MAS a la Gobernación de La Paz, Felipa Huanca, además, de otros exdirigentes de organizaciones sociales.

Apoyo a Huanca

Aunque García Linera aseguró que sí hubo malos manejos, dijo que nunca fueron encubiertos por el Gobierno, porque en su momento, tanto los indígenas como las autoridades gubernamentales denunciaron irregularidades en algunos proyectos del Fondioc. Se refirió a la Contraloría indicando que sólo encontró “indicios” y aún no “pruebas” de la supuesta desviación de dinero del Fondioc, e intentó explicar que no es igual el que “no haya rendición de cuentas” a decir que se ha “robado”.

El Vicepresidente reiteró que el Movimiento Al Socialismo confía en Huanca, e instó a continuar con las investigaciones para que la justicia se encargue de castigar a quienes se debe.

Por otro lado, la agencia Erbol denunció ayer en una nota que la esposa del Contralor General del Estado, Gabriel Herbas, trabajó en la dirección administrativa del Fondioc; el Contralor no tardó en responder, a través de la agencia oficial ABI, admitiendo que su pareja “trabajó entre julio y noviembre de 2009 en la Dirección Administrativa Financiera del Fondo”, y aclaró que abandonó ese cargo, debido a la desorganización de esa entidad, casi un año antes de que recibiera el primer desembolso del IDH.

García pide no involucrar a organizaciones sociales

El vicepresidente Álvaro García Linera pidió ayer no mezclar a las organizaciones sociales con las fallas que cometieron algunos administradores del Fondo Indígena, que fueron involucrados en malos manejos de recursos.

“Unas son las responsabilidades personales, que tiene que responder ante la justicia pronto, y otra es el movimiento social, la organización, con su historia sus estructuras, su discurso y su capacidad de acción, eso no está involucrado, las fallas en el fondo indígena no involucran en lo absoluto al movimiento indígena”, respaldó.

A su juicio, generalizar a todas las organizaciones sociales con los malos administradores del Fondo Indígena es una actitud racista y política. “Involucren a uno u otro dirigente que tendrá que responder, pero no involucren al movimiento indígena, y nadie tiene derecho a atacar al movimiento indígena portador de tanta historia, de tantas luchas, de tantos sacrificios y gracias a los cuales Bolivia hoy es lo que es”, sustentó.

Explicó que el Fondioc “es una conquista del pueblo boliviano”, detrás de la cual “se derramó sangre y sacrificio”.