26/04/2015 - 04:38:31
El Periódico.- La humedad del sábado acompañó la tarde de ayer a los miles de manifestantes que convergieron en la Plaza de la Constitución para demandar la renuncia de la dupla presidencial. Hubo carteles, pancartas, vuvuzelas y piñatas con las figuras de Roxana Baldetti y Otto Pérez Molina, mediante las que la gente externó su rechazo a la administración de turno envuelta en variados casos de corrupción.

Desde las 14:00 horas las aceras y calles del corazón del Centro Histórico presenciaron la llegada de ciudadanos, mientras agentes de la PNC cuidaban los alrededores del Palacio Nacional. A las 15:00, estudiantes de las universidades de San Carlos y Rafael Landívar gritaban consignas contra ambos funcionarios, junto a un grupo de monjas que levantaban carteles y sonaban gorgoritos.

“No me gusta este gobierno mafioso”, “¡Extinción de bienes para los corruptos!”, “Nos han quitado tanto que ya hasta nos quitaron el miedo”, “No más presos políticos, queremos políticos presos”, “Para sacar a los delincuentes de las calles, primero hay que sacarlos del Gobierno”, “Fuera, estamos hartos del hueveo”, “Compremos la fórmula para la laguna mental de Baldetti”, eran algunas de los centenares de frases escritas en carteles y pancartas.

El repudio generalizado es consecuencia del escándalo surgido hace más de una semana cuando la CICIG y el Ministerio Público desmantelaron una red de defraudación fiscal que, según las investigaciones, encabezaba Juan Carlos Monzón, entonces secretario privado de la Vicepresidenta y hoy prófugo, supuestamente escondido en Honduras.

Control y boicoteo

Manifestantes y usuarios de las redes sociales denunciaron que la mañana de ayer personal del Viceministerio de Tecnología en Gobernación instaló en la Plaza Mayor más de seis cámaras, aparentemente con “bloqueadores” de señales telefónicas y de Internet, por lo que miles no pudieron enviar fotos o mensajes del plantón sino hasta que se retiraron a más de una cuadra. El ministro Mauricio López Bonilla aseguró que las cámaras eran “para resguardar la seguridad de la marcha”.

Resaltó el hecho de que la convocatoria fue general, sin organizadores ni líderes específicos, hubo espontaneidad, con grupos de personas cantando el Himno Nacional, mientras otros gritaban y blandían sus consignas escritas. El hashtag #renunciaya –con el que se invitó a la población a través de las redes sociales– logró reunir a una gran variedad de manifestantes, desde niños a personas de la tercera edad, con movimientos femeninoos y familias enteras, pasando por jóvenes con máscaras. Incluso se produjeron réplicas de la protesta en el interior y exterior del país.

Mientras miles de ciudadanos exigían frente al Palacio Nacional la renuncia del binomio presidencial, en especial tras lo descubierto en la SAT, Pérez Molina y Baldetti Elías estaban lejos de la ciudad. El mandatario, en actos de inauguración en Sololá. Acerca de las protestas, se limitó a decir que “todos tienen derecho a manifestarse” y exhortó a guardar la “cordura”.

En cuanto a la Vicepresidenta, ha mantenido silencio ante el clamor por su renuncia porque mucha gente cree que ella también está ligada a las acciones ilegales de Juan Carlos Monzón Rojas. La última vez que Baldetti dio declaraciones fue el domingo 19, hoy hace ocho días, cuando perdió el control y se retiró de la conferencia que ofrecía en Casa Presidencial, sin aclarar nada, aunque dijo que ese domingo había regresado al país, cuando lo había hecho el viernes 17.

El caso SAT

Luego de que el jueves 16 fue desarticulada La Línea, dedicada a la defraudación tributaria a través de aduanas, surgió la convocatoria #renunciaya. Según la CICIG, el cabecilla es Juan Carlos Monzón, hoy exsecretario privado de Roxana Baldetti, con quien el lunes 13 viajó a Corea del Sur. Muchas personas creen que lo protegió. Tiene orden internacional de captura por la Interpol y su último paradero conocido ha sido Honduras.