24/07/2016 - 11:15:34
EL DEBER.- Se ha estado hablando mucho de la propuesta del Gobierno para la construcción de trenes y tranvías en Bolivia, pero no se contemplaron otros sistemas de transporte urbano más baratos e igual de eficaces.

El tranvía es un tren pequeño que circula dentro de las ciudades sobre una vía férrea y es uno de los primeros medios de transporte urbano que se desarrolló en el siglo XIX y principios del XX.

Posteriormente, ya en el siglo XX se puso de moda el metro o subterráneo, que es un tren más grande y que generalmente circula bajo tierra por una red de túneles completamente independiente de la red vial de la superficie de la ciudad, evitando la congestión normal de una ciudad. Esta gran ventaja se vio rápidamente opacada por el enorme costo de construcción de esta infraestructura y de la complejidad técnica que representa. La mayoría de las ciudades en el mundo no pudieron ni podrán asumir jamás este costo.

Paralelamente al sistema de tranvías y metros, se desarrolló el transporte por medio de buses urbanos, que es actualmente el sistema más expandido en el mundo por ser el más barato y fácil de implementar. Ello se debe a que utiliza la red vial de la ciudad y no necesita ninguna infraestructura en especial. Sin embargo, los buses se han vuelto víctimas y cómplices del cada vez mayor tráfico de nuestras ciudades porque circulan dentro de las vías comunes.

No compiten en tiempo con los vehículos particulares y son generalmente más incomodos que estos últimos. Por ello mucha gente prefiere utilizar su propio vehículo para no usar el transporte en común, lo que satura aún más el tráfico.

Por ello, en Europa se está volviendo al tranvía, ya que tienen la ventaja de que muchas ciudades ya tienen una red férrea urbana con vías exclusivas evitando así el tráfico común de la ciudad. Sin embargo, los tranvías tienen también desventajas en relación a los buses. La más importante es el costo, que es mayor al de cualquier bus.

Una red de tranvías en Santa Cruz no cubriría ni remotamente la demanda global de transporte de la ciudad y solo se llegaría a cubrir unos cuantos kilómetros de red férrea, dejando a la mayoría de la ciudad sin este servicio. Además, un tren está destinado a circular exclusivamente sobre rieles. En nuestro contexto, este sistema está condenado a tener numerosas fallas puesto que el tranvía no podrá desplazarse de su vía para evitar algún probable obstáculo que se encuentre sobre su vía, como ser un vehículo mal estacionado, un bloqueo o una calle obstruida por una fuerte lluvia, por citar algunos ejemplos.

En nuestra ciudad se requiere por lo tanto un sistema de transporte que sea versátil, además de económico y veloz; que combine las ventajas de cada sistema anteriormente mencionado.

Es por ello que numerosas ciudades como México DF, Bogotá, Santiago de Chile, Lima, Madrid o Estambul, siguieron el ejemplo de la ciudad de Curitiba, en Brasil, que fue una de las pioneras en implementar eficazmente un nuevo sistema de transporte denominado Metrobús en los años 70. Esta ciudad en su momento vio la opción de poner un pequeño sistema de metro subterráneo pero decidió desarrollar una exitosa red de transporte público más extensa utilizando metrobuses.

El metrobús es un bus grande y articulado de tránsito rápido, que puede albergar hasta 200 pasajeros, que circula generalmente por vías exclusivas sobre las troncales, pero que también puede circular sobre la red vial común. Al ser un bus, tiene la opción de evitar obstáculos sobre su vía y de utilizar otras vías alternativas. Tiene paradas y un gran número de puertas, como las de un metro o un tranvía, lo que facilita la entrada y salida del mismo. Las estaciones pueden estar interconectadas con los buses tradicionales, permitiendo así un mayor alcance de la red secundaria o terciaria dentro de los barrios.

La relación aproximada de costo de cada sistema de transporte es la siguiente: un metro o subterráneo puede costar, con las estaciones y los trenes, alrededor $us 100 millones por km. Un tranvía cuesta entre 2 a 6 veces menos y un metrobús unas 200 veces menos. Con una inversión aproximada de $us 750 millones que costaría el tranvía urbano de Santa Cruz, es decir aproximadamente 350 dólares por habitante, se podrían solucionar por muchos años los problemas de tráfico y de transporte en común de la ciudad de Santa Cruz con un sistema de metrobuses que abarque una extensión mucho mayor, con más líneas y más rutas.

Es que estos buses se podrían fabricar o ensamblar en Bolivia. No hay ningún misterio en ello. Por último, a diferencia de un tranvía eléctrico convencional, estos buses pueden funcionar con motores a gas sin problemas, por lo que el impacto ecológico también sería limitado. Recordemos que la producción de energía eléctrica en Santa cruz es extremadamente cara y que somos un país que cuenta con grandes reservas gasíferas.

Lastimosamente al día de hoy ya hay un gran avance político para el proyecto del tranvía de Santa Cruz, pero no se han contemplado otras opciones. Con el mismo dinero se puede crear un sistema de transporte con metrobuses entre 50 y 100 veces más grande y llegar a tener un impacto mucho mayor en la mejora a largo plazo del tráfico de la metrópoli cruceña