30/07/2016 - 07:34:04
OPINION.-Enfrentaron las 23 horas más desesperantes y terribles de sus vidas, pero ayer a las 11:40, cuando les confirmaron que la Policía había logrado rescatar con vida a su hija Camila, el dolor en el pecho de los esposos Wilson y Karina se convirtió en una alegría indescriptible que se desbordó en un llanto de gratitud a Dios y a la Policía.

Poco después, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, presentó públicamente a dos hermanos como los presuntos secuestradores de la niña y entonces se supo que la mujer que se la había llevado del colegio, el jueves, era la misma que días antes había pedido empleo como niñera a la madre de Camila.

La pesadilla de esta familia comenzó a la una de la tarde del 28 de julio. La madre acudió al colegio Santa Ana a recoger a su hija de 7 años y se sorprendió cuando otras mamás le contaron que cinco minutos antes, Camila había sido recogida por una mujer que dijo ser su niñera. El terror cundió entre los padres de los estudiantes cuando ella les dijo que no tenía niñera y que no había enviado a nadie por Camila. Karina llamó a su esposo para contarle la tragedia y juntos fueron a sentar denuncia ante la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, a las 15:30 del jueves. Más tarde, la pareja recibió una llamada que confirmó su miedo más grande: la niña de sus ojos había sido secuestrada.

Los plagiadores habían obligado a su hijita a llorar en el teléfono para que reconocieran su voz, antes de exigirles el pago de 50 mil dólares a cambio de devolvérsela con vida. Horrorizados, los padres de Camila aceptaron todas las condiciones de los criminales y les rogaron que no le hicieran nada malo. Acordaron efectuar el intercambio en la plaza Cívica de la zona de El Kenko, a primera hora del viernes. El Ministerio de Gobierno ordenó el despliegue de 350 efectivos en El Alto, el mismo jueves, bajo la dirección del fiscal Marco Antonio Vargas.

Los testigos que vieron a la mujer recoger a Camila, la describieron para un retrato hablado y las cámaras del colegio también captaron el rostro de la plagiadora. Entonces la madre se dio cuenta que se trataba de una persona que días antes había tocado a su puerta para ofrecerle sus servicios como niñera. Por amabilidad, la madre le había permitido que la acompañara al colegio a recoger a Camila y la invitó a almorzar en la casa para conversar, pero no la contrató y le prometió llamarla si la necesitaban más adelante.

Con esos elementos, los agentes especializados indagaron y planificaron capturar a los secuestradores al momento de efectuar la transacción en la plaza Cívica, pero ellos no acudieron a la cita. Con la información lograda, ayer a las 11:30, policías y fiscal allanaron una vivienda de la avenida Comatinde, zona 25 de Julio en Senkata, El Alto, donde hallaron a Camila encerrada en el ropero de una de las habitaciones. Los agentes aprehendieron a los hermanos Abigail y Elmer Ch. M. como los autores intelectuales y materiales del secuestro, pero no se descarta que otras personas estén implicadas. Las autoridades recomendaron que los responsables en los colegios no entreguen a los niños a personas desconocidas para evitar secuestros y casos de trata y tráfico.