Estados Unidos.- Dos decisiones judiciales generan polémica en California y Montana. Un juez le dio 1.503 años de cárcel a un violador, mientras que otro sólo mandó 60 días a prisión a otro hombre por el mismo hecho.


Mismo país, 2.000 kilómetros de distancia y dos fallos tan diametralmente opuestos que no alcanzarían las horas de varios días para agotar la polémica. Un caso se dio en Montana y otro en California, dos estados norteamericanos que evidentemente trazan caminos diferentes al momento de juzgar. Aunque en uno de los hechos, la intervención del juez desequilibró fuertemente el supuesto equilibrio de la Justicia.

Un hombre que violó a una niña de 12 años había sido condenado a 30 años de cárcel, pero esa sentencia fue suspendida por un juez que determinó sólo 60 días de prisión para acusado, incluso le dio el beneficio de restar los 17 días que ya había estado detenido. Eso ocurrió en Montana, en centro norte de Estados Unidos, límite con Canadá.

Martin Joseph Blake, de 40 años, había sido sentenciado en la Corte de Distrito del Condado Valley a pasar tres décadas en la cárcel pero el juez John McKeon suspendió esa decisión gracias a un acuerdo con los fiscales. Tras la lluvia de críticas, el letrado se defendió diciendo que un acuerdo de culpabilidad que recomienda una sentencia mínima de 25 años permitió una menor medida, en función de los resultados de una evaluación psicosexual. Ese estudio, según el juez, determinó que el acusado podía ser tratado y supervisado en la comunidad de manera segura. McKeon también tomó nota de que la madre y la abuela de la víctima solicitaron que el acusado no fuera condenado a prisión.

La indignación de los habitantes de Montana fue tal que ya hay una petición en internet con más de 12.000 firmas para pedir la destitución del juez de Montana, que fue enviada al gobernador del estado.

Unas 1.200 millas hacia la costa este del país, en el estado de California, otra decisión judicial también impactó, aunque no sorprendió tanto, ya que las condenas eternas por causas acumulativas son habituales en el país del norte. Aunque al ser tan opuesta a la recibida por Blake en Montana marca la polémica.

René López, de 41 años, fue condenado el viernes a la sentencia más larga en la historia del Tribunal Superior de Fresno. Recibió 1.503 años de prisión por haber sido encontrado culpable de 186 cargos de delito mayor por ataque sexual, incluyendo decenas de cargos por violación a un menor de edad. ¿La víctima? Su hija.

El anunciar el castigo, el juez Edward Sarkisian Jr. dijo al hombre que es “un peligro serio para la sociedad” y que nunca había mostrado remordimiento. La hija del sentenciado fue abusada sexualmente primero por un amigo de la familia, pero en lugar de que la protegiera, su padre la convirtió en “objeto de su propiedad”, dijo la fiscal.

La víctima fue violada dos o tres veces por semana de mayo de 2009 a mayo de 2013, cuando la muchacha tuvo valentía para dejarlo, agregó Galstan. “Cuando mi padre abusaba de mí, yo era joven. No tenía fuerza, ni voz. Estaba indefensa”, dijo la hija, quien ahora tiene 23 años. Ella dijo además al juez que su padre nunca ha mostrado remordimiento por su dolor y sufrimiento.

El hombre rechazó dos acuerdos con la fiscalía para que se declarara culpable. Antes de su audiencia preliminar, si hubiera admitido su culpabilidad, los fiscales hubieran recomendado 13 años de prisión; él rechazó la oferta. Después antes del juicio, se le ofrecieron 22 años de prisión si admitía ser culpable. Rechazó la oferta diciendo que sería liberado de la cárcel por el tiempo que ya había cumplido tras las rejas. Pero eso no ocurrió.

CLARIN
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