23/01/2017 - 17:09:39
El intelectual aymara Fernando Huanacuni Mamani, de 51 años, se ha hecho cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia en momentos en que el país conforma el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y en medio de un par de pleitos internacionales con Chile.

Jefe de Protocolo de la Cancillería boliviana entre 2006 y 2012, este abogado de trato reverencial y conocedor, como buen monje tibetano, de la historia más antigua de la humanidad, con especialidad en la del Asia, asume la Cancillería de Bolivia a meses de la presentación de la contramemoria boliviana de contestación a Chile por el juicio marítimo que procesa la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya desde 2013.

Mediterránea hace casi 140 años, Bolivia reclama a Chile una salida marítima propia al Pacífico y, también, la homologación de su soberanía sobre las aguas manantiales del Silala que, en territorio boliviano, desde la Cordillera de los Andes, descienden, sin que medie un peso de retribución hace 109 años, a ciudades y minas chilenas por acueductos artificiales.

Huanacuni Mamani debe ser el más joven de los cancilleres de Bolivia de los siglo XX y XXI, después de Juan Ignacio Siles, que lideró esa vieja casona republicana emplazada en una de las esquinas de la Plaza de Armas de La Paz, durante el gobierno de Carlos Mesa (2003-2005).

Nacido en el área rural del departamento de La Paz en mayo de 1966, Huanacuni Mamani se convirtió en el segundo jefe de la diplomacia boliviana en 11 años en que Bolivia ha cobrado inusitado protagonismo internacional.

Huanacuni Mamani reemplazará al canciller con mayor data en su cargo en la historia local, David Choquehuanca, que pasará a reforzar las filas del Movimiento Al Socialismo, partido que fundó junto al presidente Morales hace 30 años.

La comunidad internacional acreditada en La Paz precia al flamante ministro boliviano de Exteriores, tanto que no dejó de considerarlo en los últimos 4 años en que se apartó de la Cancillería boliviana.

De perfil tanto más bajo que su antecesor Choquehuanca, este asceta de vestir formal en el estilo del presidente Evo Morales, con trajes de telas obscuras, cuello Mao y tocados por motivos andinos, devino en uno de los más prolíficos autores dela filosofía política del Vivir Bien, en que el gobierno boliviano funda actualmente sus acciones sociales.

Se trata de uno de los investigadores más conspicuos de la cosmovisión ancestral y de la historia de los pueblos indígena originarios.

De hablar fino aymara, con jaspes del Puquina, lengua primera de los habitantes de los Andes sudamericanos mucho antes de Colón y los españoles del siglo XVI pusieran un pie en estas tierras, Huanacuni Mamani, nombres de la prosapia aymara histórica, ha escrito, entre otras obras, libros tales como Vivir bien: filosofía, políticas, estrategias y experiencias regionales.

El Buen Vivir es un modelo alternativo al sistema social actual, que pondera una vida de consumo.

"El Buen Vivir está relacionado con el equilibrio de la vida", precisó Huanacuni hace dos años durante un conversatorio en Quito.

"La mayor parte de nuestra vida la pasamos en el trabajo. Es ahí donde debemos generar espacios de encuentro con los demás. El Buen Vivir tiene que ver con relaciones directas entre las personas", matizó. ABI