17/02/2017 - 11:26:28
EL COMERCIO.PE.- El caso se conoce como el de la "Rasputina" surcoreana. Choi Soon-sil, amiga cercana y asesora espiritual de la Mandataria surcoreana, habría extorsionado a altos empresarios del país para que entregaran donativos a sus empresas y fundaciones a cambio de influencia política, con el fin de desviar parte de dicho dinero a sus cuentas personales.

Según la fiscalía, Lee Jae-yong habría sido uno de ellos. El multimillonario de 48 años cuyo patrimonio alcanza los 6.200 millones de dólares, es vicepresidente de Samsung y hoy ocupa el tercer lugar entre los hombres más ricos de Corea del Sur.

A pesar de que el heredero de la compañía no ha alcanzado el cargo de presidente en la multinacional, desde 2014 tiene las riendas de la empresa en sus manos, luego de que su padre Lee Kun-hee sufriera un infarto que aún lo mantiene hospitalizado y sin habla.

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—Contratos y donaciones—

Para el Ministerio Público surcoreano, el gigante tecnológico liderado por Lee habría sido uno de los principales motores financieros del entramado de corrupción y tráfico de influencias impulsado por Choi, supuestamente bajo el manto de la jefa de Estado destituida.

Según la fiscalía, el grupo Samsung habría firmado un contrato por el valor de unos 22 mil millones de wones (18,7 millones de dólares) con una empresa con sede en Alemania, propiedad de Choi.

También habría entregado apoyo financiero para que la hija de la denominada "Rasputina" pudiera dedicarse a la hípica en el país europeo, comprando un caballo valorado en 1.000 millones de wones (855 mil dólares). Por último, Samsung habría entregado 20.400 millones de wones (17,2 millones de dólares) a otras dos fundaciones sin fines de lucro vinculadas a la amiga de la jefa de Estado, entre 2015 y 2016.

¿A cambio de qué? Los investigadores aseguran que la firma surcoreana buscaba que la asesora espiritual y la misma Park lograran que el Servicio Nacional de Pensiones, entidad controlada por el Gobierno y que posee acciones en una de las empresas del grupo, aprobara en 2015 la fusión de dos subsidiarias de Samsung. Una transacción promovida por la familia Lee, pero que habría sido fuertemente criticada por un fondo inversor de alto riesgo.

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—Acusación—

Tras iniciarse la investigación en su contra, Lee fue citado a declarar. Acudió a la sede de la fiscalía el pasado jueves en torno a las 9:00 hora local y permaneció allí por más de 22 horas.

En su declaración, el multimillonario admitió los donativos, pero apuntó a la presidenta Park como la principal responsable de la red de tráfico de influencias. Según dijo, fue ella quien acudió a las dependencias de Samsung y lo extorsionó.

Sin embargo, no dio la razón en todo a la teoría de la fiscalía. El empresario negó rotundamente que con la firma de los contratos en cuestión, Samsung buscara adquirir beneficios políticos. "Nunca hemos aportado apoyo o donaciones a cambio de algo", insistió reiterando las palabras que mencionó un mes antes en su comparecencia al Parlamento, en conjunto con los directivos de otras empresas involucradas.

Lee Jae-yong se encontraba en un centro de detención tras comparecer ante el tribunal este jueves, a la espera de que los jueces decidieran si era necesario o no emitir una orden de arresto contra él.

Su detención, la primera de un responsable de Samsung, podría afectar a todo el conglomerado, que representa una quinta parte de la economía surcoreana e incluye al primer fabricante mundial de teléfonos inteligentes, Samsung Electronics.