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Dirigentes denuncian mala valoración del grado de discapacidad para evitar pagos


20/02/2017 - 06:21:01
PAGINA SIETE.- Representantes de las personas con discapacidad denuncian una mala evaluación de los grados de afectación física o mental. Aseguran que el objetivo es reducir el número de discapacitados en rangos de grave y muy grave para evitar el pago de la proyectada renta mensual.

Durante 2016, las irregularidades en los procesos de calificación y de renovación de los carnets de discapacidad alimentaron el conflicto entre el Gobierno y este sector vulnerable de la población. Con una caravana desde Cochabamba, las personas con discapacidad llegaron hasta La Paz para solicitar reunirse con el presidente Evo Morales para, además de solicitar una renta de 500 bolivianos, dar a conocer el problema.

"Cuando venció el carnet, al renovar los grados de discapacidad han sido disminuidos y muchos compañeros perdieron el acceso al bono anual. Los que recién estaban tramitando también tenían problemas porque califican más bajo”, reclamaba entonces Rose Mary Guarita, representante del sector de Cochabamba.

Después de un año de empezar las protestas y tras un proyecto de ley que delega el pago de una renta de 250 bolivianos para los casos graves y muy graves a las alcaldías, la dirigente sostiene que se trata de una estrategia. A su parecer, ésta tiene el fin de reducir la cantidad de personas beneficiarias.

"La calificación está de mal en peor. Ahora están bajando los porcentajes a la gran mayoría. Lo que el Gobierno está pretendiendo es que al bajar salgamos del rango de grave y muy grave para que no obtengamos el bono que están proponiendo”, asegura Guarita desde la capital valluna.

Acceden al pago las personas con discapacidad grave, cuando ésta llega al 50%. Se considera en nivel muy grave a todo aquel que tenga discapacidad cerebral. Los leves no acceden al carnet y los moderados deben presentar entre un 30% y 49% de discapacidad.

"Bajándole un punto a alguien que tenga 50% ya le quitan el beneficio. Pero en muchos de los casos la disminución ha sido mayor”, sostiene.

"Mi Daniela no habla, no come sola, no puede ni retirarse el pelito de la cara, tiene 27 años y es como una bebé. Su porcentaje llega al 82%, cuando debería pasar de los 90%”, aseguró Raquel Jiménez.

La próxima semana en El Alto se realizará una Cumbre de la Discapacidad y ahí tratarán estos temas. "Ahora estamos en emergencia con lo de la ley porque socializaron un texto y presentaron otro, pero una vez que pase eso vamos a pedir explicación por la calificación”, advirtió Guarita.

Los niños y la calificación

En la sala de espera de la unidad de rehabilitación integral del Hospital del Norte de El Alto, Cielo Mendoza, de 10 años de edad, y su padre esperan su turno para una sesión de fisioterapia. Ella es trasladada en una silla de ruedas desde el momento en que ya estaba muy grande para que su madre la pueda cargar.

Hace casi un año que no le dan convulsiones pero aún a momentos se pone tensa y le dan temblores. No camina, pero se da modos para manejar las manos, hablar, hacerse entender y avisar para ir al baño. Su carnet, que venció en noviembre de 2016, muestra un 77% de discapacidad física, motora y cerebral.

"Mi hija está bien, nomás, tiene compañeritos que no son así. No se mueven para nada, no comen y usan pañales . La vida cuando hay esta discapacidad es bien dura”, dice su padre Gerbacio Mendoza.

Al nosocomio apenas ha asistido hace unas dos semanas, la han evaluado y han puesto como primera etapa 15 sesiones. Durante los últimos años ha sido atendida en el Centro Integral Virgen Niña, un lugar especial para niños con discapacidad.

Extrañado, comenta que allí ve casos críticos pero que al tramitar su carnet de discapacidad apenas han recibido 40%. "Deberían tener más calificación, así tendrían algo de ayuda porque es caro poder conseguir apoyo para que mejoren o yo digo deberían recibir un bono aunque sea de más poquito para tener un apoyo”, dice.

Algunos padres del centro, que está ubicado en la zona Los Andes de El Alto, coinciden con él. "No sabemos qué parámetros usan, tal vez es necesario aspectos más específicos”, comentan.

Con 23 años de experiencia en la asociación, su directora general, María Eugenia Mendizábal, señala a modo de ejemplo que en muchos casos lo que aparentemente puede corresponder a un grado de hasta 90% en un futuro es calificado con 40%, ya que aún está en evolución. El pedagogo Dennis Rodríguez advierte que es un tema complejo.

"En el caso de los niños no se puede calificar como severo porque aún está en evolución y puede que haya mejora, a veces nos sorprenden. Hay polémica en la calificación porque hay casos en los que no se los hizo bien e incluso hay movimientos de padres como de los niños Down que sostienen que hubo mala calificación. Son temas bien discutidos porque el mismo problema en cada caso es diferente”, aclara.

Asegura que la polémica también es por el anuncio del bono. "Muchos van a querer entrar en este beneficio”, manifiesta.



"El bono no cubre las necesidades pero sí ayuda”


Cielo Mendoza es hija única, como cualquier niño crece cada día más. Sus padres se dedican a la costura para generar sus recursos económicos, "pero a veces no alcanza”.

"Cuando se enferma es grave, tenemos que atenderle y dejamos de trabajar. Igual para traerle a sus terapias y el dinero no siempre alcanza. Un bono no cubre todo los gastos pero es una ayuda segura con la que puedes planificar”, explica Gerbasio Mendoza, el papá de Cielito.

Para darle apoyo a su pequeña la ha inscrito el Centro Virgen Niña, en el que paga 200 bolivianos al mes. Para ir al Hospital del Norte desde su casa, en la zona Los Andes, debe pagar al taxi 10 bolivianos, en ida y vuelta son 20 por cada una de las dos a tres veces que debe acudir al nosocomio.

"Además está la medicina. Para que no convulsione hay un medicamento que viene en gotas y dura semana y media. Cada uno es 200 bolivianos y eso no te dan con el carnet”, asegura.

Lo más caro está en los aparatos ortopédicos. "Son como metales que le ponen para que sus pies estén estirados. Eso se hace a medida, me ha costado 3.600 bolivianos. Una parte hemos pagado con el bono anual y hemos aumentado otro monto, pero ya está creciendo y ya hay que cambiarlo”, manifiesta.

La dirigente de las mamás y tutoras de niños con discapacidad señala que de concretarse el bono mensual el beneficio representaría "una esperanza”. "Ya sería algo. En muchos casos no alcanza ni para el gasto del día, pero ya es un avance”, sostiene.

Entre los gastos diarios enumera los medicamentos que no son cubiertos por el Gobierno, el uso de pañales que llega a 10 cambios al día y el pago de las diferentes terapias. "La bolsa de pañales grandes está arriba de los 100. La fisioterapia es cara porque no hay centros en todas partes”, dice.

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