21/03/2017 - 09:35:22
EMOL.- Un extraño problema están enfrentando las autoridades chinas, al parecer, los baños públicos están siendo objetivo de robos por parte de la comunidad más adulta del país quienes se llevan grandes cantidades de papel higiénico de estos recintos, presumiblemente, para utilizarlos después en sus casas.

Es por esto que han implementado un nuevo sistema que consiste en el reconocimiento facial de los usuarios para evitar que retiren mucho papel. Así, cuando las personas quieran utilizar los sanitarios, deberán ponerse frente a una cámara de reconocimiento facial y -luego de sacarse lentes y sombreros- la máquina les entrega un total de 60 centímetros de papel. Además, la misma persona no puede retirar papel nuevamente hasta nueve minutos después. Los usuarios han reportado que este proceso toma al menos un minuto, eso considerando cuando no existen problemas con la máquina. Un problema que las personas han criticado, sobre todo cuando se trata de usuarios que llegan al baño público con ciertas urgencias de tiempo.

Este sistema ha sido implementado luego de que las autoridades detallaran que existe una situación de "robo" de papel higiénico, principalmente por las personas de mayor edad, por lo que las máquinas no entregan más de 60 centímetros de papel por solicitud y si una persona recurre muchas veces durante el día, el insumo será denegado. Según informan medios locales, en algunos recintos las máquinas han dejado de funcionar, forzando a los trabajadores del baño público a repartir manualmente el papel. Los usuarios tampoco están muy contentos con la medida.

"Creí que el baño era el único lugar en que teníamos un poco de derecho a la privacidad, pero ahora incluso me están observando aquí", criticó una persona a través de Sina Weibo, la red social china similar a Twitter.

Recientemente el gobierno chino ha anunciado la inversión de 290 millones de dólares en el mejoramiento de baños públicos con la intención de aumentar y mejorar el turismo en el país. Algunos de ellos incluso cuentan con WiFi, televisores, cajeros automáticos e incluso sofás para esperar mientras se desocupa algún cubículo.