Gary Antonio Rodríguez Álvarez¿Por qué soy cristiano?
2013-10-31 - 22:27:25
Soy cristiano desde agosto de 1997, no como practicante de una religión sino de una relación de amor directa con el Supremo Creador, a través del único intermediario posible para ello, Jesucristo.
Soy cristiano por el amor que Jesús de Nazaret tuvo por mí, ese Jesús que sin haber cometido pecado, por mí se hizo pecado; ese Jesús que fue despreciado, golpeado, escupido, quebrantado y escarnecido; ese Jesús cuyos huesos fueron descoyuntados y cuyo rostro fue desfigurado; ese Jesús que llevó en su cuerpo mis enfermedades y sufrió mis dolores, para que por su llaga yo fuera curado; ese Jesús azotado, abatido y herido por mis rebeliones, y molido por mis pecados, para que mi paz sea la consecuencia del castigo recibido; ese Jesús que cargó con mis transgresiones y fue avergonzado al ser colgado desnudo en un madero; ese Jesús que, angustiado y afligido -sin que nadie le defienda- no abrió su boca para quejarse ni para maldecir a nadie, sino que como un cordero manso fue llevado al matadero, y como oveja delante de sus trasquiladores enmudeció y no abrió su boca del mal que le hacían, sino que dijo a favor de sus perseguidores y de quienes horadaron sus manos y sus pies en la cruz del Calvario -en lo peor de su estertor- la más bella oración intercesora que ningún ser humano, sino solo Jesús, el Hijo de Dios, en tal condición, podía hacer: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.
Soy cristiano porque cuando de mi entera voluntad y sin presión alguna, cansado de la agitada vida que llevaba hace 16 años atrás –que casi me lleva a la muerte- decidí depositarme en las manos de Dios para cambiar mi vana forma de vivir, siendo que el Padre me dio esta oportunidad, por Jesucristo.
Soy cristiano porque en un momento de gran desesperación, cuando veía que mi cuerpo se deterioraba y mi alma no podía salir de múltiples conflictos, cuando no veía ninguna solución a innumerables problemas que yo mismo había creado, creí con mi corazón que Jesucristo era el Hijo de Dios, que vino a quitar el pecado del mundo muriendo en la cruz y al tercer día resucitó, y lo confesé con mi boca como mi Salvador para que mi alma no se condenara.
Soy cristiano porque si bien desde aquel momento pasé a ser salvo por la gracia de Dios -al aceptar a Jesús como mi Señor- cuando me dispuse a ir tras sus pasos y ser su discípulo, me convertí entonces en su seguidor.
Soy cristiano además, porque -parafraseando a Marcos Witt- no tengo vergüenza ni temor de confesar públicamente que Cristo es mi Señor, de “declararle al mundo entero de su gran poder, permitir que en mi vida Él se deje ver (…)
Cristo es mi Señor y no me da temor, demostrar con mis acciones que Él puede reinar, en la vida de cualquiera que se quiera entregar”.
Soy cristiano porque toda mi vida está rendida hoy a Él, por varias razones. La principal de ellas, porque si Jesús no hubiera llegado a mi vida en el momento exacto, a estas alturas yo estaría muerto, condenado a que mi alma anduviera en tinieblas y separada de Dios por la eternidad; pero también porque si le amo hoy, es porque Él me amó primero con amor eterno, y su amor hoy vive en mí.
Soy cristiano porque Cristo pagó un alto precio por mi vida, para redimirme del pecado y reconciliarme con el Padre, para abrir la posibilidad de ir a Su presencia por la eternidad allí donde no hay llanto, enfermedad ni muerte.
Soy cristiano porque me considero una persona bienaventurada y agradecida al Supremo Creador, quien dio lo mejor que tenía de Sí, no solo para que mi alma fuera salva de la ira venidera, sino también, para que en esta Tierra tenga vida, y vida en abundancia, tanto en el plano espiritual, como físico y material.
Soy cristiano porque profeso la fe en Jesús, el Hijo de Dios y Dios mismo, y he llegado a entender que aunque yo le confesé como mi Salvador y Señor, no lo elegí yo a Él, sino Dios me escogió para hacerlo -en su omnisciencia- desde antes de la fundación del mundo. Por eso y más, soy y seguiré siendo cristiano.
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(*) Anciano del Centro Cristiano Evangélico “Casa de Oración”
Santa Cruz, 28 de octubre de 2013
