Opinión

La Paz, al sol que nace

2015-04-01 - 15:37:03
Con vocación masoquista, y por enésima vez en lo que va del proceso de cambio, el pueblo acudió masivamente a las urnas para elegir a sus autoridades sub-nacionales, como se han venido a denominarlos alcaldes y gobernadores que, en elecciones anteriores, o ya habían sido elegidas antes que el día del plebiscito despunte o, como en el caso del Beni, simplemente las borraron del mapa electoral, porque ya no había tiempo de suprimirlas de las papeletas ya impresas y comunicando a los incautos que votarían por ellas, que el Tribunal Electoral había dispuesto que dichos votos serían considerados como "votos no válidos” o simplemente, "votos cancelados”.

Como no hay mal que dure cien años, ni pueblo que lo resista, extrañamente la rueda de la fortuna giró esta vez en sentido contrario y, como el propio Evo Morales declaró: “el pueblo emitió su voto castigo en contra de la corrupción” y: “existe todavía discriminación y machismo en La Paz” En la primera apreciación de S.E. estamos plenamente de acuerdo, ya que si algo llevó a la candidata oficialista al fondo de su carrera, fue precisamente el corrupto manejo de un Fondo. En lo que sí debemos disentir es en la segunda afirmación presidencial, ya que la elección de la Sole se encargó de rebatirla, pues es una mujer que rompiendo la hegemonía del MAS, algo que parecía impensable y revirtiendo el desorden establecido hace nueve años, bajo la vieja divisa: “La Paz, tierra de héroes y tumba de tiranos” ganó en el principal distrito electoral de la capital, otrora firme bastión del masismo.

Varios fueron los factores que originaron esta debacle, y muchos de ellos fueron protagonizados por el propio Tribunal Supremo Electoral que, con sus actitudes errátiles, se convirtió en el virtual jefe de campaña de la oposición ganadora, tal el caso del Beni, donde se inhabilitó a la fuerza política liderada por el ex gobernador Ernesto Suarez por difundir resultados de una encuesta empero, ese mismo tribunal rechazó y archivó una denuncia, por similar delito contra el MAS. Hasta la propia OEA observó y criticó este chapucero manejo.

El primer mandatario tuvo también su cuota parte en esta campaña que condujo a la derrota de su partido, al proferir amenazas de no trabajar con los gobiernos que surgieren de una victoria de la oposición, ello generó la repulsa de una población que no sólo se sintió insultada, sino impúdicamente chantajeada.

Finalmente, y volviendo al Beni, creemos que el pertinaz propósito de copar su gobierno para lograr el codiciado reparto de sus feraces tierras y repartirlas entre los cocaleros del Chapare, cuyos campos de cultivo ya se agotaron, sería incurrir en un imperdonable crimen de lesa patria, aunque dicho compromiso con los apóstoles de la hoja sagrada implique esa severa cláusula de plomo por plata, siempre será mejor copiar la realidad de La Paz, que está al sol que nace.