Opinión

Orando por la multiplicación de la familia

2015-09-02 - 18:43:15
GÉNESIS 12:3
INTRODUCCIÓN
El enfoque de este año basado en multiplicación, no pudo evitar comenzar orando en los 35 días de ayuno y oración por nuestras familias.

La promesa de Dios hecha a Abraham era de bendiciones personales y familiares y se extendió por todas las familias de la tierra que escuchaban y obedecían la palabra. Desde que Dios hizo esta promesa de bendición familiar a Abraham, ha estado bendiciendo a las familias por medio de Jesucristo con abundancia Gá. 3:14. Y ello implica también la grande multiplicación. He. 6: 6.

La voluntad de Dios es la santificación de la familia, 1Ts. 4:3-8. Cuando alguien se convierte Dios está mirando su familia. 1Co. 7:14.

NUESTRAS FAMILIAS ESTÁN SOBRE LA PROMESA DEL SEÑOR
Las palabras que has oído, no son solo para ti son para los tuyos Hch. 11:14; Cuando usted ha nacido de nuevo, tiene que tener en mente involucrar en el proceso de salvación a toda su familia Hch. 16:15; basta creer en nuestro Señor Jesucristo y tu familia está en la promesa. Hch. 30-31. Dios quiere tener intimidad contigo, pero también él quiere posar en tu casa. Lc. 19:15.

El deseo del corazón de Dios es que lo sirvamos con integridad y en verdad, que quitemos entre nosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres y nuestra casa reconozca lo que Dios ha hecho con nosotros Jos. 24:14-15 y 17-18. Dios nos ha confiado la tarea de ser agentes de El de la multiplicación de nuestras fa-milias.

ORANDO POR MI CRECIMIENTO PERSONAL Y FAMILIAR
Comience orando por usted, por su testimonio. Restaure el altar de oración personal y familiar (1Ts. 5:16); Lea la Biblia, ella es alimento espiritual (1P. 2:2), el compromiso con el cuerpo de Cristo, Su iglesia, (He. 10: 24-25); Su vida de adora-ción Sal. 29:2; Su vida de santificación, He. 12:14.

Ore por su familia, por el crecimiento de cada uno, por los dones y talentos que el Espíritu Santo le ha regalado. Inclúyalos en su lista de oración del hermano mayor, para que ellos sean multiplicados y capacitados para un mejor rendimiento en la profesión, en la iglesia, en la sociedad. Que nuestra casa sea ordenada por Dios y manifieste el poder restaurador del Espíritu Santo.

ORANDO POR MIS FAMILIARES QUE NO CONOCEN AL SEÑOR
La fe verdadera es contagiosa, nuestra fe conduce a la santificación, y la santificación lleva a otros a creer y sobre todo a nuestros familiares. Al pensar en el crecimiento de su familia, recuerde también que al ganar a sus amados para Cristo el Reino de Dios va ampliarse. Aquellos que son salvos son usados por Dios para alcanzar a otros 1Co. 7:14.

ORANDO POR LOS ENFERMOS DE MI FAMILIA
Entre sus familiares ¿Hay alguien que está enfermo?, hay promesa de sanidad y perdón por la oración Stg. 5:14. La oración por la familia es fundamental porque promueve la multiplicación de la salud, tanto física como espiritual.

Cada victoria sobre la enfermedad, fortalece la fe. Mt. 9: 29-31. Ayuda en el perdón de los pecados Mt. 9:1-7, y fortalece el ejército de los sanos, los que pasan al lado de los que son instrumentos de cura y de salvación.

ORANDO POR MIS VECINOS
Sus vecinos y parientes deben enterarse de la gran misericordia que el Señor le ha mostrado. Lc. 1:57-58. Así fue como los vecinos del ciego de nacimiento, fueron impactados por el poder de Dios en la vida de dos familias Juan 9: 8.

Estoy seguro que su vida puede impactar a los vecinos de su casa. Dos motivos de oración por sus vecinos que oigan hablar de grandes misericordias del Señor en su vida, y que reconozcan en su testimonio que el Señor ha estado contigo.

ORANDO POR UNA PEQUEÑA FAMILIA EN MÍ CASA
Su casa debe ser extensión de la iglesia, así como la iglesia primitiva debe ser parte del día a día de la iglesia para añadir a los que habrán de ser salvos. Hch. 2:46-47. Dios está queriendo usar su casa para este modelo de multiplicación: los hogares. La comunión, la alabanza, la alegría en las reuniones en los hogares ganaban la simpatía de los vecinos y el Señor añadía a diario los que habían de ser salvos.

En nuestra iglesia, el cuidado y el discipulado a través de reuniones en casa ayudan en el pastoreo así como la hospitalidad. Oremos para nuestro hogar sea usa-do por Dios como instrumento de conquista. He. 13: 2.

Pr. Rolando Hurtado O.
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