La última boutade de la cantante ha sido una escena en la que la han pillado esnifando cocaína.

Sentada en un sofá en el backstage del festival de Coachella, la de Barbados aparece con un rulo (cilindrín que se usa para esnifar la sustancia) en la mano, apostada sobre una materia blanca y polvorienta después, y tocándose la nariz a dos manos al final. Blanco y en botella. ¿Cocaína? Parece bastante claro, pero ella lo niega. Es más, se ha manifestado indignada.

Hace ya tres años, la misma diva, en el mismo festival, colgó unas imágenes en Instagram en las que cortaba un polvo blanco. Provocativa, en las fotos se la veía sentada a hombros de un calvo sobre cuya cabeza reposaba un material blanco que ella repartía en líneas rectas (más o menos) con un papel. Entonces no publicó nada más que una pequeña queja contra el mero hecho de que se publicaran las imágenes.

Esta vez es diferente: la cantante ha asegurado que lo único que estaba haciéndose era fumarse un porro con algunas amigas. Nadie hasta la fecha se ha fumado un porro por la nariz, pero nadie hasta la fecha había protagonizado un dueto con su maltratador después de denunciarle y llevarle a juicio. Ella sí. Lo que habían hecho antes otros famosos era ponerse de cocaína hasta las cejas. Y también salieron sus imágenes a la luz.

Las rayas de otros famosos

La más 'popular', sin duda, es la de Kate Moss, alias 'Cocaine Kate' o 'Kate Loss'. La modelo aparecía en un vídeo en el que se zumbaba varios gramos en un periquete, algo que denotaba cuanto menos costumbre. Después de aquel episodio, Moss se exilió en un centro de desintoxicación perdido en un desierto de EEUU, tiempo tras el cual renacía cual ave Fénix. Su cotización creció a la par que la cantidad de rayas que se había puesto, y su imagen, en lugar de verse dañada, salió más reforzada que nunca.

Otro momento estelar en relación a las drogas y los famosos lo protagonizó el rapero 50 Cent cuando un periodista micrófono en mano y acompañado de un cámara entró en su camerino en directo. El cantante estaba en cuclillas ante un taburete y al ver a los reporteros les pidió a gritos que esperaran fuera. Sin pensar que podrían seguir grabando, el siguió con sus quehaceres drogatas la mar de tranquilo. El periodista, mientras, se partía de risa.

El más experto en estas lides ha sido, sin duda, Pete Doherty, ex novio, precisamente, de Kate Moss. A líder de The Libertines se le ha visto hacer de todo. Tan pasado de vueltas ha estado en algunas ocasiones, que se ha dejado grabar, medio inconsciente, por desconocidos (presumimos que desconocidas, las imágenes son muy íntimas). Decíamos semi inconsciente, un estado en el que el cantante seguía siendo capaz de ponerse una raya, liarse un porro y hasta clavarse una aguja en el brazo. Hace pocos meses anunció que estaba 'limpio'. Le habrá costado dios y ayuda.

Marihuana y alcohol

Menos agresiva que la cocaína (y menos mal vista) es la marihuana, así que muchos no se preocupan de esconderse cuando de unas caladas se trata, aunque medio mundo se les eche encima. Kristen Stewart, por ejemplo, se sentó en las escalera de una casa con un amigo y le estuvo dando a la cachimba sin alterarse, relajada relajada. Más explícito ha sido Snoopy Dogg, rapero que ha llegado a meterse en el pecho un porrazo en plena actuación. Le dio hasta tos. Miley Cyrus, siempre adicta a la polémica, también se encendió uno en pleno escenario.

Conocida por sus excesos es Lindsay Lohan, a la que también han pillado en algún desliz. La actriz reconvertida en carne de 'reality' fue grabada en un baño público ofreciéndole unas rayas a una compañera de lavabo. "¿Quieres un poco de coca?", preguntaba medio atontada la joven, "tengo buena mercancía". A ella, en cambio, las drogas le han pasado factura y nunca ha podido recomponer su imagen.

Aunque quien hipotecó su vida por sus adicciones fue Amy Winehouse. En sus últimas actuaciones la cantante no podía siquiera subir a un escenario sin tambalearse, se bebía lo que podía sobre y bajo las tablas, y cualquier sustancia que le cambiara la sangre de color le servía para perder la cabeza. Al final perdió la vida.

MSN