El recordado compositor y cantante argentino, escribió varias letras que supuestamente aludían al ataque que sufrió el año 2010.

Según el crítico musical chileno Alfredo Lewin, las letras de Gustavo Cerati tenían una doble virtud, porque “eran fonéticamente atractivas y al mismo tiempo expresaban una buena idea”.

El mismo Gustavo Cerati, a este respecto, declaró una vez que “no me gusta escribir, pienso que es algo que no consigo desarrollar bien. Digo tantas cosas con la música que cuando llego a la parte de las letras no me satisface cómo me expreso. No alcanzo a dominar las palabras como domino la parte musical. Soy contrario a los argumentos, mis canciones no tienen argumento de desarrollo. Casi siempre escribí la letra después de la música. Son muy pocos los casos en que escribí antes una letra. A lo largo del tiempo iba anotando situaciones que me parecían buenas. Frases, pedazos. Tenía un cuadernito que me hice en los setentas, cuando quería empezar a escribir canciones. Lo llamé Diccionario artístico. El Diccionario artístico de Gustavo Cerati, que era como una guía de teléfonos. En cada letra puse las palabras del diccionario que me gustaban, ¡todas!. Aún lo sigo usando”.

Sin embargo, lo que el propio Gustavo Cerati desconocía es que muchas de las letras que escribió en algunas de sus canciones describirían a cabalidad las trágicas implicancias del accidente cerebro vascular que sufrió el 15 de mayo del 2010, después de un concierto que ofreció en Caracas, Venezuela. El mismo accidente que lo mantendría postrado durante cuatro años en estado de coma, hasta su deceso por un paro respiratorio el 4 de septiembre del 2014.

Para muchos esto puede parecer una simple coincidencia, pero bien vale la pena revisar algunas canciones.

En la canción “No existes”, incluida en el disco “Signos” de Soda Stereo, Cerati canta, por ejemplo, la siguiente línea, bastante lapidaria por lo profética: “Temí por mi cerebro aprisionado”, que algunos han relacionado con las consecuencias que el ataque cerebro vascular dejó en su organismo, cuando su cerebro no recibió oxígeno y debió ser operado de urgencia para descomprimir la insoportable presión a la que estaba siendo sometido.

En el tema “En Camino”, en tanto, el músico argentino escribió: “quiero encontrar un paraíso y no volver”. En “Final Caja Negra”, finalmente, Cerati parece aún más explícito sobre su futuro estado de coma, al decir: “Luces como preparado para una muerte elegante y, sin embargo, lates…”. Asimismo, en “Sueño Stereo”, el último disco del trío argentino, Cerati en la canción “Crema de Estrellas” parece describir el limbo de su futuro estado de inconciencia: “”Cuando está oscuro todo empieza a verse más claro. En mi constelación…”.

En la canción “Te llevo para que me lleves”. el primer single de “Amor amarillo”, su disco debut, el título del tema aludía supuestamente al reciente matrimonio del músico argentino con la modelo chilena Cecilia Amenábar y la futura paternidad de su hijo Benito, aunque muchos años después algunos lo interpretaron como una suerte de mensaje profético sobre el amor recíproco que Cerati sentía hacia todos sus seres queridos. Es decir, mientras gozó de salud y fama, el músico argentino fue el que cuidó con ternura y dedicación a los suyos, en tanto que después de su ataque cerebrovascular que lo dejó en estado de coma, fueron ellos los que debieron cuidarlo con esmero.

En la canción “Engaño”, incluida en “Bocanada” su segundo disco en solitario, el músico argentino escribió: “Soñé estar aquí y no recuerdo despertar”, mientras que en la canción “Caravana”, incluida en el rockero disco “Ahí vamos”, Cerati canta una frase a todas luces profética: “Estoy cercado por la ciencia y nadie me verá mañana”, anticipando quizás el triste entorno que lo esperaría muchos años más tarde en las dependencias de la Clínica Alca de Buenos Aires, rodeado de máquinas, mangueras y tubos. En la misma canción el recordado músico trasandino, el mismo que según sus familiares movía su cabeza y sus labios cuando escuchaba sus propias canciones, pese a estar en estado de coma, canta furiosamente en el coro una frase mucho más concluyente: “Hay que cerrar los ojos para poder ver…”.

A todo esto: telemundo47.com, informó que Cecilia Amenábar, la ex esposa de Gustavo Cerati con quien tuvo dos hijos (Lisa y Benito), aseguró que el espíritu del fallecido rockero argentino, a las pocas semanas después de su muerte, se le apareció varias veces mientras ella dormía. “El luto dura un año, pero nosotros llevamos más de cinco”, dijo la modelo chilena en esa oportunidad, asegurando que todavía no se podía recuperar de la pérdida de su ex marido, uno de los músicos más dotados y talentosos que hayan nacido alguna vez en este lado del mundo.

GUIOTECA