Una vez más las muertes masivas de un grupo de animales ha desconcertado a científicos.
Cerca de la Patagonia, en Chile, han encontrado 337 ballenas muertas, en el varamiento de ballenas más grande jamás registrado.
Según National Geographic, probablemente se trataba de rorcuales norteños o ser (Balaenoptera borealis) y aún se desconoce la causa de los fallecimientos masivos.
Las ballenas fueron descubiertas por primera ve en junio y los investigadores del caso planeaban reportar los hallazgos en un diario científico. Pero las noticias fueron filtradas a los medio chilenos.
Los animales marinos yacen en un fiordo muy remoto, y esa ubicación, combinada con las fuertes corrientes marinas del área han limitado a los investigadores de la Universidad de Chile y el Consejo de Monumentos Nacionales, en Santiago, a observaciones aéreas de los cadáveres, mucho de los cuales ya están en un grado avanzado de descomposición.
De acuerdo con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de E.U.A. (NOAA), los rorcuales sei son ‘grandes ballenas’ de la familia baleen. Pueden llegar a medir hasta 16 metros y pesar 30 toneladas. La gran criatura marina esta en peligro de extinción. Se conoce poco de sus movimiento, y llegan poblar área específicas de forma impredecible y aleatoria, en ocasiones con grupos grandes.
Los científicos aún intentan averiguar que provocó las muertes y el gobierno chilena ha comenzado una investigación ya que en esa área las ballenas están protegidas. Aunque los científicos no quieren especular respecto a las causas en el pasado se ha culpado a la marea roja (proliferación de microalgas tóxicas) de las muertes de ballenas en la región.
Davide Lusseau, biólogo marino de la Universidad de Aberdeen, dijo que el fenómeno parece ser el varamiento de ballenas baleen más grande registrado. También afirmo que el numero de ballenas muertas podría ser mayor al pensado, ya que podría suceder que sólo una proporción de los cuerpo llegaron a la costa.
Ahora los investigadores tratarán de llegar hasta lo cadáveres, en una carrera contra la descomposición, para intentar determinar la causa de las muertes.
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