¿Existe la depresión post Navidad?
2015-12-28 - 13:21:37
Para algunas de nosotras suele ser la cuesta de enero, para otras, una tremenda melancolía y la enorme carga de comenzar un nuevo año. La realidad es que la depresión post navideña sí existe y es posible evitarla.
Según especialistas como la psicóloga española Mónica Mendoza, el cambio radical de hábitos después de las vacaciones puede provocar “tristeza, apatía y frustración”.
Y esto es justamente lo que muchas personas sienten pasadas las fiestas decembrinas.
Qué es la depresión post navideña
La navidad es una época de emociones intensas y contradictorias. Se supone que estamos obligadas a derrochar amor y alegría, aunque, por dentro, estemos tristes por múltiples motivos (la ausencia o pérdida de seres queridos, los agobiantes problemas cotidianos, o la falta de trabajo).
Esta contradicción, dicen los expertos, entre la actitud que se espera de nosotras y la que realmente tenemos nos supone una inestabilidad emocional importante que puede llevarnos a caer en lo que se conoce como depresión navideña.
Para muchas personas, la prueba más dura no ocurre durante las navidades, sino cuando terminan. Esto se debe a que, al coincidir el final de la Navidad con el comienzo de un nuevo año, es prácticamente imposible no hacer un repaso de lo que han sido nuestros últimos 365 días. Y aquí es donde entra el análisis y, muchas veces, la culpa de comprobar si hemos sido capaces o no de cumplir los buenos propósitos de hace doce meses.
Cómo evitar la depresión post Navidad
¿Podemos darle la vuelta al sentimiento de frustración que puede embargarnos? Sí, si somos capaces de ser menos duras con nosotras mismas. Como dice Mónica Mendoza, “se trata de afrontar la cuesta de enero, no como una nueva etapa, sino como una que continua en nuestra vida, enfrentándose a ella, con calma e ilusión”.
Hay que empezar por hacer un balance positivo de nuestro año. Seguro que hemos conocido a gente interesante, hemos solucionado con éxito alguna crisis laboral, hemos servido de apoyo a algún ser querido o hemos disfrutado de nuestra familia y de nuestros amigos y amigas. ¿Y cuántas otras experiencias positivas tenemos por ahí en el baúl del olvido?
Es verdad que uno de los principales desencadenantes de la depresión post navideña es el económico. Probablemente gastamos más de lo presupuestado, nos extralimitamos en los regalos y nos hemos quedado en números rojos. ¡Tranquila! Tampoco hace falta que te castigues por ello. En todo caso, aprende la lección y asúmelo sin agobiarte para poder encontrar la mejor forma de ahorrar y salir del bache.
Disfruta del nuevo año y recuerda que en nuestras manos está sacarle el mejor provecho posible.
ACTITUD FEM
