La presión arterial es la fuerza que se produce cuando el corazón conduce la sangre a través de las arterias hacia los órganos.
Cuanta más alta es la tensión, mayor es el esfuerzo que tiene que hacer el corazón para bombear la sangre.
El principal riesgo es que, de no controlarse, la presión puede ocasionar daños en los vasos sanguíneos y graves problemas en el músculo cardíaco.
En los adultos los niveles normales de presión arterial son de 120 mm Hg cuando el corazón late por actividad física y de 80 mm Hg cuando está en estado de reposo.
Se considera que está por encima de lo adecuado cuando la primera medida supera los 140 mm Hg y la segunda, los 90 mm Hg.
Lo que más preocupa sobre esta condición es que no presenta síntomas contundentes, a menos que esté en una etapa más complicada.
Este “silencio” es bastante peligroso, ya que imposibilita recibir un tratamiento oportuno antes de que las consecuencias sean más graves.
La mayoría de las personas diagnosticadas con hipertensión reciben un tratamiento farmacológico para estabilizarlo.
Sin embargo, la medicina tradicional china nos ofrece métodos alternativos con los cuales se puede controlar de forma natural, siempre y cuando se acompañe de otros hábitos saludables.
Según esta práctica milenaria, la siguiente técnica tradicional es efectiva contra esta condición:
Puntos de presión 1 y 2El puntos de presión 1 va desde la parte posterior del lóbulo de la oreja hasta el centro de la clavícula (punto 2).
Imaginando que sobre estos hay una línea que los une, recorre ese tramo con una suave presión usando las yemas de los dedos.
Repite el movimiento unas 10 veces en cada lado del cuello.
Punto de presión 3Tras masajear los puntos de presión 1 y 2 que se muestran en la imagen, ubica el punto que está a medio centímetro desde el lóbulo de la oreja en dirección a la nariz.
A continuación, haz una suave presión con las yemas de los dedos y realiza un suave masaje durante un minuto en cada lado.
Según los expertos, este tipo de técnicas están basadas en la interconexión de varias regiones del cuerpo, con las cuales se pueden deshacer los bloqueos de flujo sanguíneo para regular la presión.
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