Lejos de suponer una amenaza para la salud de los pacientes, la visita de sus mascotas en este hospital les da una inyección de energía y optimismo.
El Hospital Juravinski de ontario, en Canadá, es de los pocos centros médicos donde los pacientes pueden recibir las visitas no solo de sus amigos y familiares, sino también de sus mascotas.
Porque, al fin y al cabo, también ellos forman parte de nuestra vida y nuestro corazón y, tal y como nos explican los responsables de este bonito proyecto, lejos de causar problemas debido a la presencia de bacterias, los enfermos se recuperan mucho antes y su ánimo, al igual que su sistema inmunitario, mejora.
Cada animal que entra en el hospital debe pasar antes por un buen lavado y un sistema de desinfección que tratan los sanitarios. Todo está controlado para que los gatos y los perros puedan dar esa necesitada dosis de alegría que todo paciente necesita.
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