La artista hizo una fuerte confesión en una conferencia de prensa y generó dudas sobre su estado de salud.
Demi Lovato habló de todo en la conferencia “Social Good Summit“, ayer en Nueva York. Allí, tocó temas como su bipolaridad que le fue diagnosticada hace cinco años y que la llevo a caer en una depresión tan profunda potenciada por el abuso de drogas y alcohol. Al parecer, por más que se encuentre en el punto más estable de su salud, sigue sufriendo altibajos en cuanto a la confianza en sí misma.
“A veces trabajo tanto en mi bienestar emocional, que se me olvida que soy bipolar, pero otros días me encuentro tan mal, que tengo que relajarme, llamar a la gente que me ayuda y hablar con mi terapeuta. Tengo que tomar mi medicación todos los días, y en algunos de ellos lo único que se me pasa por la cabeza es volver a beber”, reveló, de manera contundente, en la conferencia.
Y es que hace ya cuatro años que se encuentra alejada del alcohol, confesando que la clave para recuperarse fue ir a un centro de rehabilitación CAST, del que ahora es copropietaria. Allí, la ayuda de profesionales paliaron todos los dolores físicos y emocionales que vivía la cantante. “[Durante mis años como estrella juvenil] vivía en un mundo muy cómodo en el que estaba acostumbrada a que la gente me dijera que sí a todo, que me permitiera hacer lo que quisiera en todo momento por el estatus profesional que tenía. Cuando estuve ingresada, por primera vez alguien me dijo ‘no’, él me dijo ‘no’. Y así es como me di cuenta de que por fin había encontrado a alguien que de verdad se preocupaba por mí”, aseguró emocionada.
TKM
