Emprendedores prefieren las deudas menores a $us 5.000
02/08/2015 - 09:44:37
EL DEBER.- En el puesto 1-2 del pasillo 6-Beni del mercado 26 de Abril del barrio La Colorada est� N�lida Quispe vestida con una blusa negra, calza roja y chinelas. Es mi�rcoles, d�a de feria.
Sin un diploma de m�ster MBA de Negocios y sin conocer la f�rmula de oro de los millonarios Carlos Slim y Bill Gates, ella, guiada solo por su olfato, hace lo mismo d�a a d�a en su negocio. No derrocha lo que gana, ahorra hasta el �ltimo centavo e invierte en diversificar su oferta.
En 3,5 metros de ancho por seis de largo instal� cuatro negocios. Ella lo resume sin rodeos: �Si no gano con uno, con el otro negocio me respaldo. Por eso siempre me va bien�.
El primer negocio est� desparramado en mesas y en colgadores. Es ropa americana usada. El segundo est� en dos vitrinas verticales juntas, como siamesas. En la parte de abajo hay ropa de beb�, nueva. Arriba, cosm�ticos y joyer�a.
Con la maestr�a de una experta recorre su peque�o espacio y apunta a una vitrina horizontal repleta de vasos, platos y envases pl�sticos americanos. Es su tercer negocio.
Sobre una diminuta mesa met�lica cubierta con mantel rojo reposa un tel�fono verde. Es su punto VIVA. Un cuarto generador de dinero.
Con entusiasmo recuerda que su despegue empez� con un microcr�dito del BancoSol -banco pionero en el microcr�dito mundial -, de $us 3.000. Con una parte derrumb� su puesto de madera y edific� paredes de ladrillo, puso un techo de calamina y cortinas met�licas arrollables. Con el resto, compr� m�s mercader�a.
No par� ah�. Luego sac� cuatro m�s. El segundo fue de $us 2.000, despu�s fueron $us 3.000 y $us 4.000. La �ltima deuda fue de Bs 36.000 (unos $us 5.247). Su l�mite es el cielo. Piensa sacar m�s para crecer.
A varios kil�metros del puesto de Quispe, en un cuarto de tres metros de ancho por cuatro de largo de la parte trasera de la casa que alquila en el barrio Dulce Hogar, Marita Rojas construye su sue�o en su taller.
Sonr�e, mira y acaricia a su compa�era inseparable con la que empez� hace cuatro a�os su aventura de tener un negocio en un cuartito de alquiler.
Es su m�quina de costura a pedal negra, marca Singer, con la que comparte sus desvelos para terminar pedidos de manteles, cortinas, forros para silla, edredones, entre otras prendas.
Su universo gira en torno a telas multicolores y carretes de hilo. En la pared cuelgan sus reglas de madera rectas y en forma de jota.
Se detiene un momento, respira profundo, se emociona y apunta sus cuatro m�quinas modernas. Es fruto del salto de fe que dio al sacar un cr�dito de Bs 42.000 de BancoSol.
Una parte la us� para que Henry Copa, su esposo, renuncie a ser chofer de micro y trabaje con su propio taxi. Ahora ya tienen dos. La otra sirvi� para comprar una m�quina.
La miel de los emprendedores
Como los Quispe y los Copa, el hormiguero de emprendedores que trabajan en los mercados y talleres del pa�s no se detiene y empuja hacia arriba la cartera de cr�ditos del sistema financiero boliviano (bancos, fondos financieros, cooperativas de ahorro y cr�dito y mutuales).
En el primer semestre de 2014, comparado con igual periodo de 2015, los microcr�ditos treparon de Bs 89.788 millones a Bs 104.375 millones. Los considerados chicos, en seis meses, sacaron Bs 14.587 millones adicionales.
De hecho, superan con holgura las categor�as de prestatarios, como la empresarial, pyme, de vivienda, de vivienda de inter�s social y de consumo.
Al igual que N�lida, Marita y Henry, los que entraron al club de deudores primerizos en uno de los seis bancos especializados en microcr�ditos, prefieren arriesgarse al rango de entre $us 2.000 y menos de $us 5.000. Eso los ubica con el 29,43% del total prestado entre enero y junio de este a�o. En el segundo grupo est�n los avezados que entran al rango de entre $us 5.000 y menos de 10.000.
Una vez perdido el miedo a la deuda, el sistema microfinanciero muestra que muchos pasan la barrera de los $us 10.000 para entrar al rango de 10.000 y menos de $us 20.000.
Eso pas� con Marita Rojas, que migr� a Santa Cruz desde su chura Tarija. Antes de terminar de pagar su primer cr�dito, refinanci� y sac� Bs 79.000 ($us 11.516) para su taller.
Ella y su esposo sue�an con dos cosas: tener casa propia y una gran empresa. Ya genera dos empleos directos.
Por ahora Marita no tiene marca registrada, pero ya bautiz� todas sus prendas como Confecciones Mary: ��Cuando tenga mi NIT, as� se va a quedar!�, dice, mientras inunda su peque�o taller con su risa
