Hardy Krüger, el soldado nazi que triunfó en Hollywood

10/08/2015 - 11:10:43
ABC.es.- En los tres a�os posteriores a la Segunda Guerra Mundial, se calcula que fueron expulsados de diversos pa�ses europeos entre 12 y 14 millones de alemanes. A lo ojos del resto de mundo representaban el Estado que hab�a tra�do la muerte, la destrucci�n y la ruina al resto del planeta, con un conflicto que le hab�a costado la vida a m�s de 50 millones de personas y un Holocausto que acab� con otros seis millones m�s. El odio llegaba a tal punto que, incluso, nadie quer�a ver en sus pel�culas a actores germanos, muchos de los cuales hab�an combatido, adem�s, del lado de Hitler.

Entre ellos, sin embargo, hubo un caso sorprendente y �nico, el de Hardy Kr�ger. Este actor logr� superar su pasado nazi como miembro de las SS y como soldado del Tercer Reich, para convertirse en el primer actor alem�n en protagonizar pel�culas en Londres, Par�s, Sydney, Mosc� y Estocolmo, llegando a triunfar en Hollywood.

Hardy Kr�ger naci� en Berl�n el 12 de abril de 1928. A los 13 a�os, como le ocurr�a a la mayor�a de chicos de su edad, fue reclutado por la Juventudes Hitlerianas (�Hitler Jugend�). Seleccionado por sus maestros y l�deres estudiantiles, el peque�o y delgado berlin�s recibi� la orden de unirse a la Escuela de Adolf Hitler en el Ordensburg Sonthofen, en Baviera. Sus padres, admiradores �vidos del F�hrer, consideraron aquello un gran honor, pues no era f�cil ingresar. Ten�a 15 a�os entonces y hab�a comenzado la Segunda Guerra Mundial, cuando fue contratado para interpretar su primer papel en el cine, en la pel�cula �Joven �guila�.

Su debut en el cine
El azar quiso que su director, Alfred Weidenmann, diera con aquel divertido joven en el m�s improbable de los lugares: detr�s de las paredes grises de la Escuela de Hitler. Casi sin darse cuenta, y sin ser consciente de que aquello cambiar�a su vida, Kr�ger se vio r�pidamente en un tren camino de Berl�n.

Weidenmann cogi� cari�o al muchacho, naciendo una amistad que durar�a toda la vida. El famoso director de cine alem�n era un hombre de dos caras. Por un lado, era capaz de mostrar una sonrisa que iluminaba cualquier sala mientras hac�a el saludo nazi absolutamente convencido y, por otro, daba refugio a cualquier jud�o que se encontrara en su camino para evitar que acabara en una c�mara de gas o en un campo de concentraci�n.

De hecho, �Joven �guila� fue una producci�n del Tercer Reich encargada directamente a Weidenmann, en la que, sin nombrar al Gobierno nazi, se induc�a a la poblaci�n m�s joven a que considerara trabajar en la fabricaci�n de aviones a una edad temprana. Sea como fuere, si un largometraje de este calibre, en lo que a presupuesto y apoyos se refiere, se hubiera rodado en otra �poca o pa�s, la carrera cinematogr�fica de Kr�ger, probablemente, habr�a despegado.

De las SS a la rendici�n
Sin embargo, no eran tiempos para el ocio y el joven actor tuvo que regresar a la Escuela de Hitler de la que le hab�an sacado para el rodaje. Menos de un a�o despu�s de su estreno, el joven actor fue reclutado tambi�n por la Wehrmacht (Ej�rcito alem�n) y, a principios de 1945, incorporado a la 38� Divisi�n de los Granaderos de Nibelungen de las SS. Se trataba de la �ltima divisi�n que los nazis crearon en la Segunda Guerra Mundial, cuyo nombre hac�a referencia a la pieza musical del poema medieval del �Anillo de los Nibelungos�, compuesto por Richard Wagner en el siglo XIX.

En los primeros d�as de abril de 1945, la divisi�n de Kr�ger se incorpor� a las batallas que el Ej�rcito alem�n manten�a con los estadounidenses en el R�o Danubio. Las tropas de Hitler establecieron una l�nea de defensa de 20 kil�metros entre Kelheim y Vohlgurg, que despu�s tuvieron que extender 15 kil�metros m�s por la falta de refuerzos. Aquel despliegue fue una locura, pues dej� mucho terreno desprotegido y los aliados pudieron arrasar con todo el territorio f�cilmente. A los germanos no les qued� otra opci�n que retirarse.

A partir del 1 de mayo, Kr�ger y los suyos se enfrentaron con los norteamericanos en varias ocasiones, sufriendo los alemanes un n�mero elevado de bajas. El joven actor se encontraba entre los pocos supervivientes que quedaron cuando el nuevo Jefe del Estado, el almirante Karl Doenitz, orden� el alto el fuego y la rendici�n. Hardy Kr�ger se entreg� y, con el resto de sus compa�eros, fue hecho prisionero. Algunas biograf�as cuentan que, durante su cautiverio, intent� escapar tres veces y que lo consigui� en la �ltima, poco antes de que se decretara el final de la guerra. Otras fuentes dicen que fue liberado.

A�os m�s tarde, Kr�ger asegur� que �odiaba el uniforme nazi�. Durante el rodaje de �Un puente lejano� (1977), donde interpretaba a un general de Hitler, cuentan que se pon�a una capa superior sobre su traje de las SS nada m�s acabar cada toma. �No quer�a recordar mi infancia en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial�, coment� sobre la an�cdota.

Su carrera como actor
Tuvieron que pasar cuatro a�os, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, para que Kr�ger volviera a actuar. En 1949 particip� en tres pel�culas. En los siguientes diez a�os, hasta que fue descubierto por Joseph Arthur Rank, rod� doce m�s, algunas de las cuales tuvieron su hueco en ABC, como a �Dos caras del destino�, con Weidenmann de nuevo. Fue entonces cuando este distribuidor ingl�s le consigui� incluir en el reparto de tres largometrajes brit�nicos, protagonizando alguna: �El �nico evadido� (1957), �Bachelor of Hearts� (1958) y �Cita a ciegas� (1959). En todos, curiosamente, a�n era presentado como un actor extranjero y no alem�n.

Aunque ese sentimiento de odio hacia lo germano a�n estaba presente en la Europa de la posguerra, Hardy Kr�ger acab� abri�ndose camino y convirti�ndose en uno de los actores favoritos del viejo continente, a pesar de su pasado nazi. Su pelo rubio y sus ojos azules le ayudaron, efectivamente, a que le ofrecieran papeles de soldado alem�n, tan habituales en las pel�culas b�licas de la �poca.

Aquello le allan� el camino para su primer papel en Estados Unidos, nada menos que como protagonista de una pel�cula junto a John Wayne, �Hatari!� (1962), que cuenta la historia de un cazador que recorre el mundo capturando animales para venderlos a los zool�gicos, y que re�ne a un equipo para marcharse a las llanuras de Tanganika (actual Tanzania), en busca de cebras y jirafas.

En la cima
La carrera de Kr�ger estaba en lo m�s alto. Hab�a conseguido hacer una peque�a fortuna que le dio para comprarse una propiedad en las tierras de Tanzania, donde hab�a rodado junto a Wayne. All� construy� una casa para �l y un hotel de bungalows, que mantuvo hasta 1978. En aquel a�o, una noticia del diario alem�n �Nashua Telegraph� anunciaba que el actor se mudaba a Estados Unidos para continuar su carrera cinematogr�fica.

Su fluidez con el alem�n, el ingl�s y el franc�s era muy apreciada por los productores europeos y estadounidenses. Eso le ayud� a ser m�s selectivo con los guiones y participar en coproducciones internacionales de mejor calidad. Ganaba el dinero suficiente como para dedicarse a escribir e iniciar tambi�n su carrera como escritor, publicando m�s de una docena de libros.

A sus 87 a�os, Hardy Kr�ger es hoy considerado uno de los actores m�s importantes de la historia de Alemania y Europa. Su pasado en las juventudes nazis y como soldado de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial es una mancha aborrecida por �l y no tenida en cuenta por el p�blico. Tanto es as� que ha recibido varios premios en su pa�s de origen por su carrera como int�rprete, tales como la Legi�n de Honor en grado de Oficial, en 2001, y el Premio Bambi por su trayectoria profesional, en 2008. Y por si no fuera suficiente, es hoy el �nico actor alem�n que, a excepci�n de la actriz Hildegarde Neff, ha protagonizado una obra en Broadway.

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