Reencarnación: Sobrecogedores casos pretenden demostrar su existencia
13/02/2016 - 09:53:13
Emol.- El concepto de reencarnaci�n ha estado presente en la humanidad desde tiempos muy antiguos. La mayor�a de las religiones orientales �como el budismo, el hindu�smo y el tao�smo- y tambi�n en algunos cultos tribales de �frica, Am�rica y Ocean�a, creen que al morir una persona, su alma se separa moment�neamente del cuerpo y, despu�s de alg�n tiempo, toma otro cuerpo diferente para volver a nacer en la tierra. De este modo, a trav�s de los siglos las personas pasar�an por muchas vidas en este mundo.
�Y por qu� el alma necesitar�a reencarnarse? Porque en una nueva existencia �sta debe, en teor�a, pagar los pecados cometidos en la presente vida, o bien tomar la recompensa de haber tenido una conducta honesta. El alma est�, sostienen estas mismas religiones, en continua evoluci�n. Y las sucesivas reencarnaciones le permitir�an progresar hasta alcanzar la perfecci�n. El alma, as�, se convertir�a en un esp�ritu puro y ya no necesitar�a m�s reencarnaciones, sumergi�ndose para siempre en el sublime infinito de la eternidad.
En la historia de la humanidad, la creencia de que una persona fallecida volver� a vivir o aparecer con otro cuerpo (con una personalidad generalmente m�s evolucionada) ha sobrevivido incluso en forma de herej�as y posturas no oficiales dentro de religiones como el cristianismo, el juda�smo y el islam, los �nicos credos que no la contemplan. Sin embargo, a la luz de los siguientes casos documentados que han ocurrido en el mundo occidental, muchos sostienen que la reencarnaci�n es una creencia mucho m�s verdadera y real de lo que muchos sostienen.
Situaci�n dram�tica
El doctor argentino Armando Scharovsky, psic�logo especializado en hipnosis cl�nica e investigador del fen�meno de las regresiones a vidas pasadas, relata que a mediados de marzo de 1998 lleg� a su consulta una mujer de 35 a�os que, en estado hipn�tico, cont� que se encontraba en una colina, cerca de una aldea, y que a lo lejos ve�a una casa iluminada. El doctor cuenta que �le ped� que se acercara y me dijera si �sa era su casa. Entonces comenz� a hablar en una lengua extra�a. Yo le segu�a haciendo preguntas en castellano, pero ella continuaba respondi�ndome en esa lengua desconocida. De pronto, su voz se hizo muy angustiada, porque estaba reviviendo una situaci�n muy dram�tica. Luego volvi� a responderme en castellano y me dijo que se llamaba Olenka. Pero hablaba con un fuerte acento y trabajosamente�.
El doctor Sharovsky agrega que �con la sesi�n de esa paciente ya grabada, consult� a varias personas europeas, pero ninguna me supo decir en qu� lengua hablaba la paciente. Rescataban alguna que otra palabra, pero no m�s. En mi b�squeda le coment� el hecho a un conductor y periodista y acordamos que �l pasar�a la grabaci�n en su programa de radio. Sali� al aire el 17 de marzo de 1998, y al d�a siguiente una oyente llam� para decir que reconoc�a la lengua desconocida. Se trataba del dialecto que hablaban los alemanes del Volga, una comunidad establecida en Saratov, una zona de Rusia. La oyente, ciega de nacimiento, cont� que lo hab�a aprendido de su bisabuelo que era oriundo de esa regi�n. La traducci�n revel� una historia tr�gica ocurrida 110 a�os atr�s, en que una hija narra c�mo su padre la encierra y la viola�.
El doctor Ian Stevenson, famoso por estudiar casos de supuesta reencarnaci�n, relat� en una de sus tantas investigaciones el caso de una ni�a birmana, MaWinTar, nacida en 1962 y quien desde la edad de tres a�os aseguraba ser un soldado japon�s capturado por rebeldes birmanos, y que hab�a sido atado a un �rbol y quemado vivo. La ni�a, curiosamente, ten�a defectos cong�nitos en ambas manos: su dedo medio y anular de la mano derecha estaban entrelazados y libremente unidos al resto de la mano. Le faltaban varios dedos o ten�an anillos de constricci�n y su mu�eca ten�a depresiones similares a las dejadas por una cuerda quemada.
El mismo doctor Robertson relat� el caso de John McConnell, quien muri� asesinado de seis balazos en 1992. Cinco a�os despu�s de su muerte, su hija Doreen Mc Connell dio a luz a un hijo, William. Los m�dicos le diagnosticaron al reci�n nacido atresia pulmonar, una malformaci�n cong�nita de la v�lvula pulmonar que impide que la sangre se bombee hacia los pulmones para que se oxigene. El estado de William, afortunadamente, mejor� despu�s de una serie de cirug�as y tratamientos. Lo asombroso es que la patolog�a de William reflejaba los mismos da�os f�sicos que hab�a recibido su difunto abuelo, a quien una de las balas le entr� por la espada, perforando su pulm�n izquierdo y la principal arteria pulmonar de su coraz�n. Para rematar esta historia, un d�a, cuando intentaba faltar a la escuela, William le dijo a su madre unas palabras que la dejaron estupefacta: �Cuando eras una ni�a y yo tu padre, te comportabas mal de vez en cuando, pero yo nunca te golpeaba�.
Otro caso llamativo es el de Cameron Macaulay, un ni�o de 10 a�os que vive en la ciudad de Glasgow, Escocia, y que comenz� a los dos a�os de edad a hablarles a sus padres de su �otra casa�, que supuestamente estaba ubicada de la isla escocesa de Barra, a 260 kil�metros de su domicilio. El ni�o les dec�a que la �otra casa� era de color blanco, estaba cerca de la playa y ten�a tres ba�os. Adem�s, su �otra familia� se apellidaba Robertson y ten�a un gran perro de color blanco y negro y un amplio autom�vil negro, en el que sol�an viajar. Pese a que los padres del ni�o pensaban que estas historias eran producto de una f�rtil imaginaci�n, decidieron contactar al doctor Jim Tucker, psic�logo de la Universidad de Virginia, quien, impresionado por los detalles que daba el ni�o en sus relatos, decidi� llevarlo a la isla de Barra, lugar en el que ning�n miembro de la familia Macaulay hab�a estado jam�s. Luego de llegar al lugar, la familia de Cameron y el doctor Tucker caminaron un gran techo por la playa, llegando por fin a una casa blanca, que Cameron identific� como �la suya�. El historiador de la isla, luego de enterarse del caso, les inform� al doctor Tucker y a la familia Macauley que en la isla hab�a vivido una familia de apellido Robertson, con una casita blanca de una planta en la playa, que ten�a un perro blanco y negro y un coche negro. La �nico extra�o es que la familia Robertson vivi� all� en los a�os sesenta del siglo pasado.
El caso de una joven colona
Brian Weiss, un psiquiatra de Miami, por su parte relat� que una paciente suya llamada Diane, luego de ser sometida a la hipnosis, se record� a s� misma como una joven colona norteamericana durante el conflicto con los ind�genas. La joven, muy emocionada, relat� que una vez mientras se ocultaba con su beb� (que ten�a una mancha de nacimiento en forma de media luna en una parte espec�fica del cuerpo) de la persecuci�n de los ind�genas, ahog� accidentalmente a su hijo al cubrirle la boca para que su llanto no los delatara. Meses despu�s de la hipnosis, Diane, quien trabaja de enfermera, se enamor� de un paciente suyo que sufr�a ataques de asma y que result� tener la misma mancha de nacimiento en forma de media luna, en la misma parte del cuerpo, que su beb� de la vida pasada. Seg�n el doctor Weiss, el asma pod�a ser un remanente de una sensaci�n de ahogo mortal en una vida anterior.
El caso de la danesa Jette Toft tambi�n dio que hablar. Ella aseguraba a su familia y amigos que hab�a vivido en el siglo XIX en la localidad de Autol, en la Rioja, Espa�a. La mujer, que ten�a recurrentes sue�os de su vida pasada, aport� muchos datos hist�ricos y nombres que eran demasiado precisos para ser inventados. Por ejemplo, afirm� que en el lugar hab�a un antiguo puente con un molino, una ermita de la Virgen de la Nieva y que el nombre del alcalde de 1850 era Gerardo Gonz�lez. Un equipo del programa Strix, del segundo canal de televisi�n m�s visto de Dinamarca, tras enterarse de este caso, llev� en el a�o 2003 a Jette a Espa�a, donde permaneci� tres d�as. All� se descubri� que todo lo que hab�a so�ado era totalmente cierto.
La reencarnaci�n tambi�n ha sido cre�da por c�lebres personajes hist�ricos. El famoso general norteamericano George Patton, h�roe militar en dos guerras mundiales, aseguraba que hab�a vivido en siglos pasados como soldado raso, en la legiones de C�sar, en las Cruzadas y en el ej�rcito de Napole�n. Curiosamente, Patton vaticin� que no fallecer�a hasta que no hubiera acabado victoriosamente la guerra, cosa que efectivamente ocurri�. Tres meses despu�s de la rendici�n incondicional de Jap�n, un tanque con los frenos rotos aplast� accidentalmente su jeep en la ciudad alemana de Heidelberg, caus�ndole heridas mortales.
Por �ltimo hay que mencionar el caso de la actriz chilena Sandra Solimano, famosa por actuar en teleseries como �la �ltima Cruz�, �Cerro Alegre� y �Adrenalina�. Luego que se sometiera a una sesi�n de hipnosis, la actriz comenz� a farfullar palabras en castellano y alem�n, lengua que desconoc�a. Despu�s de la sesi�n, cuando hubo recuperado la conciencia, la actriz, muy impactada, afirm� que hab�a descubierto que en una vida pasada hab�a sido� un oficial nazi.
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