Cochabamba acoge a seis voces literarias internacionales

25/08/2016 - 06:41:32
OPINION.- Antonio Orejudo (Madrid, 1963) es un pesimista, pero con sentido del humor. El autor espa�ol, invitado del IX Encuentro de Escritores Iberoamericanos que organiza desde ayer el Centro Sim�n I. Pati�o, cree que la lectura de literatura despierta cada vez menos seducci�n en las nuevas generaciones. Sin embargo, lejos de ceder a la tristeza, se r�e de la posibilidad de que los escritores se vean obligados a convertirse en algo parecido a los cantantes para seguir viviendo de la literatura.

P. Adem�s de escritor de ficciones, es usted profesor universitario. �C�mo incide esta labor en su creaci�n literaria?

R. Aunque solamente porque la profesi�n nos obliga a hacer unas lecturas que quiz� de otra forma no har�amos, hay tienes una fuente de riqueza. Otra probablemente sea que el trabajo de escribir consiste en un desdoblamiento...

P.La idea del desdoblamiento es algo que tambi�n puede aplicarse a su literatura, en una novela como �Ventajas de viajar en tren�, en la que el relato se desdobla en m�ltiples voces narrativas gracias a las historias de personas con esquizofrenia�

R. S�, eso es b�sicamente escribir. Pero cuando hablo del desdoblamiento, me refiero al trabajo en s�. Escribas �Ventajas de viajar en tren� u otra cosa, t� tienes que ser dos personas diferentes, porque el trabajo requiere esas dos personalidades: una un poco an�rquica y otra muy castradora. En esa dial�ctica entre el anarquista y el castrador es donde se produce el hecho literario. Y volviendo a la pregunta, las enfermedades mentales me han parecido, por lo general, muy literarias. No es una cosa que yo haya descubierto. Tenemos a un famoso loco que se cree un caballero andante, as� que yo no me he inventado nada.

P. En la conferencia de prensa de apertura del Encuentro de Escritores dijo que la literatura est� enfrentando actualmente una crisis de la invenci�n. �Qu� supone esta crisis y a qu� la atribuye?

R. Leer es una tarea que requiere esfuerzo. Aunque una persona leyendo parece que no est� haciendo nada, est� sometida a una actividad fren�tica. Que tenga un componente placentero no resta en absoluto un �pice a esta idea, de que leer es una actividad f�sica e intelectual de primera magnitud. Requiere un esfuerzo que los m�s j�venes no est�n dispuestos a hacer, porque pueden consumir ficci�n a trav�s de veh�culos que no les exigen ese esfuerzo de complicidad y aclimataci�n. Los canales de consumo de ficci�n que me vienen a la cabeza son el cine, las series de televisi�n y los videojuegos. Mi hijo juega a un juego que es terriblemente adictivo. No tiene ning�n motivo para hacer el esfuerzo del que hablo, y adem�s, no tiene ning�n momento del d�a para hacerlo. Esa es la segunda raz�n por la que creo que la lectura est� de capa ca�da. �Cu�ndo le�a yo en mi adolescencia? Le�a en unas interminables tardes de verano, cuando despu�s de comer no se pod�a decir nada porque mi padre estaba durmiendo la siesta. Lo �nico que se pod�a hacer era leer. Pero, ahora mismo, est� esto (saca del bolsillo de su pantal�n su tel�fono m�vil). Yo no hubiera le�do si hubiera podido estar diciendo gilipolleces a mi amigo de la escuela. No hubiera le�do un puto libro. Empec� a leer porque no ten�a nada que hacer. Le�a en el autob�s, en el metro, en los aviones. Me he hecho ahora mismo un vuelo desde M�laga, que es donde vivo, hasta Cochabamba, de 29 horas. No he visto a nadie con un libro en la mano. O quiz� a uno. Yo he vivido un tiempo en el que la gente ten�a libros en la mano cuando viajaba. Ah� es cuando leen los ciudadanos.

P. Sin embargo, hay muchos que dicen que los celulares pueden tambi�n usarse para leer�

R. Olv�date. He le�do alguna vez algo corto....

P. Un art�culo, quiz�

R. Claro, porque estamos hablando de leer �Ana Karenina�, �Guerra y paz�, �aqu�? (otra vez sosteniendo su m�vil): no. Y no estoy hablando de los libros electr�nicos, que me parece normal. Estoy hablando de leer novelas, invenciones. Ahora, la invenci�n se consume a trav�s del videojuego, de la serie de televisi�n, de lo audiovisual. No existe un tiempo de reflexi�n, de calma, de aburrimiento que invite a la lectura.

P. �Acabar� siendo la lectura de literatura una actividad cada vez m�s marginal?

R. Bueno, nunca ha sido una actividad mayoritaria, pero, dentro de eso, s� he conocido �pocas en las que la literatura desempe�aba un papel y ten�a un cierto prestigio. Y la gente se paraba a ver y escuchar lo que dec�a un escritor. Un escritor era un hombre que interesaba incluso a gente no especialmente culta. No es que yo eche de menos que la gente me tome en serio; estoy hablando de un s�ntoma social. Ahora es el �ltimo cuya opini�n interesa a la sociedad, al menos en Espa�a.

P. �C�mo no caer en el pesimismo en un contexto tan desalentador?

R. Tengo muchos problemas para hacerlo. Hay que cambiar la concepci�n. Los tiempos en los que pod�as comprar los abrigos de tus hijos con la literatura no volver�n. No estoy hablando de Stephen King, que es un fen�menos sociol�gico. En general, creo que la literatura no volver� a ser un medio de vida. Tendr� que mutar y, a lo mejor, la mutaci�n no es mala. Obligar� a que los escritores seamos como los actores de teatro o los feriantes que tienen que ir de pueblo en pueblo ejecutando en p�blico lo que han hecho. Eso puede interesar a alguien del p�blico y, cuando sale, compra la obra... Eso es volver a los or�genes de la literatura... Un escritor no va a ser muy diferente de un cantante.

P. Claro, los m�sicos no viven de sus discos, sino de las presentaciones en vivo...

R. A los cantantes les bajan todas las canciones gratis. A nosotros ni siquiera nos descargan. Significamos tan poco que ni siquiera hay descargas piratas de nuestras obras. Eso es todav�a m�s humillante (risas).