La mitad de la cabeza afeitada y otras aventuras de los científicos que pasaron un año simulando un viaje a Marte
29/08/2016 - 15:28:35
BBC.- Despu�s de pasar un a�o aislados, este domingo aparecieron detr�s de las puertas de una c�pula blanca tres hombres y tres mujeres. Ven�an de "Marte".
El grupo hab�a estado compartiendo un espacio de apenas 111 metros cuadrados, sin aire ni comida fresca, y mucho menos privacidad, desde el 29 de agosto del a�o pasado.
En realidad estaban en las planicies de piedra volc�nica roja de Mauna Loa, enHaw�i, EE.UU.
Pero la idea era simular una misi�n humana en el planeta Marte, el proyecto Hi-Seas de la universidad de Haw�i financiado por la NASA.
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S�lo sal�an de su guarida cada dos d�as y medio para "misiones marcianas" en las que deb�an realizar tareas espec�ficas que le dictaban desde el centro de control de "Tierra".
Y deb�an hacerlo enfundados en sus trajes espaciales.
Pero como s�lo hab�a dos de estos atuendos, las oportunidades de salir estaban limitadas.
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"Misiones marcianas"
"Lo primero que hac�a cuando me levantaba en "Marte" era revisar el clima y los niveles de energ�a", cont� en su blog Sheyna E. Gifford, jefa m�dica, responsable de seguridad y periodista del equipo.
Esto era lo que sentaba el tono, no s�lo de su d�a, sino el de toda la tripulaci�n.
"Era lo que determinaba nuestra habilidad para realizar las tareas que nos asignaban desde el centro de control de la misi�n", explica.
Entonces tomaba un poco del agua que ellos purificaban en el invernadero, se aseguraba de que no tuviera alguna misi�n urgente y empezaba a ejercitarse.
En total, los cient�ficos se pasaron 365 d�as realizando un sinn�mero de experimentos sobre crecimiento de plantas, suelos y abono y realizando constantes tareas de mantenimiento para asegurar que estuvieran funcionando todos los sistemas que garantizaban su supervivencia.
En este tiempo no vieron a otro ser humano y s�lo pod�an comunicarse con el mundo exterior a trav�s de conexiones de internet que ten�an 20 minutos de retraso, a fin de simular la diferencia que hay entre Marte y la Tierra.
"Aqu� las apariencias no tienen mucha importancia, la moda es inexistente y la propiedad es comunitaria", describi� Gifford.
"Y todas las cosas que te gustar�an hacer en un d�a -como comer, dormir, ejercitarte, realizar tus propios experimentos o escribir una memorias- pasan a un segundo plano".
La prioridad de esta tripulaci�n era asegurarse de que hubiera luz, agua potable, un techo que resistiera a tormentas, cultivos sanos que les proveyera comida y comunicaci�n con "Tierra".
"Raz�n por la cual ninguno de nosotros tiene -al menos todav�a- unas memorias escritas. Estas quedaron en el armario, detr�s de las herramientas que us�bamos para reparar la bomba de agua y los ba�os ecol�gicos".
En su escaso tiempo libre, contaban con libros, pel�culas y videojuegos.
Muestra de cabello
Quiz�s el experimento m�s importante era estudiar el comportamiento de estos humanos y su salud mental a medida que pasaban los d�as.
Para ello, todos los astronautas -as� les llamaron durante el experimento- ten�an una parte de la cabeza afeitada, que deb�an cortar cada vez que alcanzaba un cent�metro de largo.
Con esta muestra analizaban los niveles de cortisol que ayudar� a predecir qu� partes de un viaje real a Marte ser�n m�s dif�cil de llevar y para cuales requerir� de m�s distracci�n.
Para algunos astronautas, la mejor forma de liberar el estr�s que produce estar aislado durante tanto tiempo era hacer esas espor�dicas "caminatas espaciales".
"Ponerse el traje espacial era como ducharse", coment� Jocelyn Dunn, principal investigadora del proyecto, durante la rueda de prensa que se realiz� despu�s de la salida de los falsos astronautas.
"Es un lugar privado, y el sonido del ventilador (del traje) es como el sonido del agua", describi�.
Comportamiento humano
Para los que se quedaban dentro, el domo estaba dise�ado para que sus habitantes pudieran mantener el estr�s al m�nimo.
El espacio habitable era de 368 metro c�bicos, donde en un segundo nivel hab�an seis peque�os cuartos que constaban de una cama sencilla. En el �rea com�n hab�a una cocina completamente equipada, dos ba�os, una ducha y una zona de ejercicio.
Adem�s, cada astronauta contaba con laboratorio y un taller.
Esto aminoraba los roces y diferencias culturales que inevitablemente surgieron tras tanto tiempo de convivencia.
"Es como tener compa�eros de cuartos que siempre est�n ah� y nunca puedes escapar de ellos", coment� la comandante de la misi�n Carmel Johnston. "Estoy segura que muchos pueden imaginarlo".
Todas estas experiencias de convivencia servir�n -seg�n el astronauta Tristan Bassingthwaighte, investigador especializado en el elemento humano de un viaje espacial- a escoger a la tripulaci�n en una futura misi�n a Marte.
El equipo const� de un astrobi�logo franc�s, un f�sico alem�n y cuatro estadounidenses, y los resultados del estudio se dar�n a conocer m�s adelante.