Propiocepción, el enigmático sexto sentido que nos permite saber dónde estamos
24/09/2016 - 17:39:08
BBC.- En la cultura popular, el sexto sentido est� asociado con la percepci�n extrasensorial, la clarividencia, la premonici�n, la intuici�n, la capacidad de comunicarse con un mundo habitado por �ngeles y fantasmas.
Pero los cient�ficos conocen uno menos esot�rico.
Se llama propiocepci�n y los expertos lo conocen desde hace m�s de un siglo.
Lo que no sab�an era cu�nto dependemos de �l... hasta ahora.
�Qu� es?
La propiocepci�n es la consciencia que tiene el cuerpo de d�nde est� en el espacio.
En otras palabras, es el que nos permite saber en qu� direcci�n se est�n moviendo nuestras articulaciones, que nos hace percatarnos de nuestra postura y equilibrio.
Es ese que, por ejemplo, te ayuda a recuperar el equilibrio cuando lo pierdes.
Es por eso que es diferente a los 5 que conocemos: resulta que esos pertenecen al grupo de los "sentidos de exterocepci�n"-con los que percibimos el mundo exterior-, mientras que el sexto es de interocepci�n.
"La m�s bella demostraci�n de la propiocepci�n en acci�n es ver a (la gimnasta estadounidense) Simone Biles cuando est� dando volteretas en el aire", ilustra el doctor Carsten Bonnemann del Instituto Nacional de Des�rdenes Neurol�gicos y Derrames de Estados Unidos.
Bonnemann, quien se especializa en diagnosticar enfermedades gen�ticas desconocidas en j�venes, se top� con dos casos reveladores.
Se trata de una ni�a de 9 a�os y una joven de 19 que sufren de un desorden sin nombre y extremadamente inusual.
El doctor not� similitudes en los s�ntomas f�sicos de sus dos pacientes y condujo an�lisis gen�ticos para ver si ten�an mutaciones en com�n.
Encontr� una mutaci�n en un gen -el PIEZ02- que ha sido asociado al sentido del tacto del cuerpo y su capacidad de coordinaci�n.
Paso seguido, invit� a Alexander Chesler, un neur�logo especialista en ese gen, a que lo ayudara a estudiar a sus pacientes.
Sorpresa
A Chesler no le sorprendi� tanto la rareza de la enfermedad de las chicas como el hecho de que estuvieran vivas.
Cuando se hab�a manipulado el PIEZ02 en ratones, el resultado siempre hab�a sido fatal, as� que se pensaba que era indispensable para vivir.
"Tratar de entender la propiocepci�n haciendo experimentos en ratones fue como tratar de entender a Beethoven leyendo una p�gina de una partitura. Pero cuando habl� con las pacientes, fue como escuchar una sinfon�a", le dijo Chesler a la cadena de radio p�blica de Estados Unidos, NPR.
Bonnemann, Chesler y un grupo de investigadores hicieron una serie de pruebas y, como ocurre a menudo en la ciencia, aprendieron mucho sobre lo que es posible gracias a la propiocepci�n estudiando lo que las pacientes no pod�an hacer.
Descubrieron, por ejemplo, que, adem�s de carecer del sentido de propiocepci�n, sin este gen, aunque percibes cambios de temperatura y dolor, no puedes sentir que te est�n tocando.
Que por no contar con �l, las chicas nunca corr�an o brincaban, pues eso requiere un control preciso de las extremidades.
El gen de los bailarines de ballet
El equipo de investigadores public� su primer estudio en The New England Journal of Medicine.
Pero esto es s�lo el principio.
El avance abre la puerta para explorar posibilidades que van desde v�nculos entre la propiocepci�n y el desarrollo del esqueleto, hasta su contribuci�n a que seamos m�s o menos �giles.
Al fin y al cabo, pocos llegan a ser Biles o pueden bailar como Rodolfo Nureyev y Margot Fontain.