Explica que, sin presi�n internacional, el di�logo con la oposici�n servir� al venezolano para ganar tiempo, "burl�ndose de la buena fe de Su Santidad".

Humans Right Watch inst� al papa Francisco a no prestarse como coartada de Nicol�s Maduro en la mediaci�n de la Santa Sede en un eventual di�logo entre el gobierno de Venezuela y la oposici�n.

En una extensa carta enviada este jueves al pont�fice, el director para las Am�ricas de HRW, Jos� Miguel Vivanco, le pide que se asegure de que existen "condiciones adecuadas" para que ese di�logo "resulte fruct�fero" y que evite ser objeto de una burla a su buena fe por parte del Ejecutivo de Maduro.

Entre esas condiciones incluye la necesidad de que el gobierno de Maduro reconozca que tiene la "responsabilidad" de la crisis que se vive en el pa�s y con ella la de resolverla.

"De lo contrario", escribe Vivanco, "solamente ofrecer� una nueva distracci�n a las autoridades venezolanas para demorar las medidas urgentes que son necesarias para proteger los derechos humanos y restablecer un m�nimo orden democr�tico en Venezuela".

La organizaci�n llam� esta semana a incrementar la presi�n internacional sobre Maduro para que �ste acepte ayuda humanitaria ante una crisis que ha desembocado tambi�n en escasez de medicamentos b�sicos y alimentos y que ha documentado en un informe.

Su director para las Am�ricas dice ahora al papa Franciso que un eventual di�logo entre el gobierno de Maduro y la oposici�n solo puede tener "alg�n porvenir" si parte del reconocimiento de "las pr�cticas autoritarias del Gobierno venezolano".

"Sin una presi�n internacional fuerte, este nuevo di�logo �nicamente servir� para que el Gobierno de Maduro haga promesas vac�as y deshonestas para ganar tiempo, sin resolver los problemas que enfrenta Venezuela, y burl�ndose de la buena fe de Su Santidad", se�ala Vivanco, que asegura que eso es lo que ha ocurrido con todas las iniciativas de di�logo anteriores.

Una sorpresiva visita de Maduro al Vaticano esta semana sumada a un encuentro entre representantes opositores y oficialistas en Caracas con el nuncio apost�lico en Argentina y enviado del Vaticano, Emil Paul Tscherrig, abri� las puertas para el inicio del di�logo en Venezuela, con fecha prevista para este domingo en Isla Margarita. El anuncio dividi� a la oposici�n que no logra ponerse de acuerdo en si debe asistir o no al encuentro, alegando en algunos casos que las condiciones no est�n dadas para el di�logo, y que esta nueva instancia no debe servir para salvar al r�gimen.


Washington, D.C., 27 de octubre de 2016

Su Santidad Papa Francisco

Palacio Apost�lico

El Vaticano

De mi mayor consideraci�n,

Ante el anuncio sobre la participaci�n de la Santa Sede en un eventual di�logo entre el gobierno venezolano y la oposici�n, tengo el honor de dirigirme a Su Santidad, en representaci�n de Human Rights Watch, para instarlo respetuosamente a asegurarse que existan las condiciones adecuadas para que ese di�logo resulte fruct�fero.[1] Un di�logo aut�ntico y de buena fe deber� estar basado en una evaluaci�n objetiva de la crisis pol�tica, social y econ�mica que enfrenta el pa�s, y reconocer que el gobierno tiene la responsabilidad de haber creado esta situaci�n y, por ello, de resolverla. De lo contrario, solamente ofrecer� una nueva distracci�n a las autoridades venezolanas para demorar las medidas urgentes que son necesarias para proteger los derechos humanos y reestablecer un m�nimo orden democr�tico en Venezuela.

Para que el di�logo tenga alg�n porvenir, debe partir reconociendo las pr�cticas autoritarias del gobierno venezolano. Desde la brutal represi�n de las protestas contra el gobierno de 2014, las autoridades han recurrido a los tribunales de justicia, que est�n plenamente subordinados al ejecutivo, para otorgar una fachada de legalidad a la represi�n y detenciones arbitrarias de l�deres de oposici�n y ciudadanos de a pie que critican la crisis[2]. Muchos han sufrido graves abusos mientras se encontraban bajo custodia de las autoridades, incluyendo algunos casos de tortura. Lo usual es que estos procesos penales est�n viciados por violaciones del debido proceso. Adem�s de aquellos que permanecen detenidos desde 2014, otras personas �incluidos activistas pol�ticos y periodistas� han sido detenidas en las �ltimas semanas y sometidas a procesos judiciales igualmente viciados.

El Foro Penal Venezolano, una red de abogados que brinda asistencia legal a personas detenidas por motivos pol�ticos en Venezuela, calcula que cerca de 100 personas est�n actualmente detenidas por este tipo de procesos en el pa�s[. El Foro y otras organizaciones venezolanas reportaron decenas de detenciones y uso excesivo de la fuerza durante las manifestaciones de la oposici�n del 26 de octubre de 2016.

A su vez, el r�gimen de Maduro ha despojado de sus funciones b�sicas a la Asamblea Nacional, que desde enero de 2016 est� compuesta por una mayor�a opositora. Pr�cticamente todas las leyes adoptadas por la Asamblea desde entonces han sido invalidadas por el Tribunal Supremo de Justicia, que se ha convertido en un ap�ndice del ejecutivo desde el 2004, cuando el ex Presidente Hugo Ch�vez lo intervino.

Mientras tanto, el Consejo Nacional Electoral, integrado por miembros afines al gobierno que lo convierten en un �rgano totalmente parcial, ha actuado con negligencia supina al ignorar plazos espec�ficos fijados en su propio reglamento, demorando as� indebidamente el proceso del refer�ndum revocatorio sobre la presidencia de Nicol�s Maduro[7]. El 20 de octubre, anunci� que suspender�a por tiempo indefinido la recolecci�n de firmas que iba a tener lugar esta semana para que avanzara el refer�ndum[8]. El Consejo ha intentado, como habitualmente lo hace el ejecutivo, escudarse en que est� cumpliendo decisiones judiciales, pero estas decisiones fueron adoptadas por tribunales que carecen de independencia.

Por otra parte, Venezuela enfrenta una profunda crisis humanitaria que est� afectando gravemente el bienestar de los venezolanos y viola sus derechos a la salud y la alimentaci�n[. Debido a la grave escasez de medicamentos e insumos m�dicos b�sicos, para muchos venezolanos es sumamente dif�cil obtener atenci�n de salud esencial. La escasez severa de alimentos y otros art�culos est� impactando en los niveles nutricionales de los venezolanos, especialmente aquellos de los sectores de m�s bajos ingresos. Sin embargo, el gobierno niega enf�ticamente que exista una crisis humanitaria, no ha articulado ni implementado pol�ticas m�nimas adecuadas para abordarla, y ha perseguido a quienes denuncian la situaci�n humanitaria. Adem�s, el gobierno rechaz� una ley de la Asamblea Nacional para solicitar asistencia internacional humanitaria, y solamente realiz� esfuerzos limitados para obtener la ayuda internacional que podr�a mitigar el sufrimiento de los venezolanos en el corto plazo.

En este contexto, un di�logo entre el gobierno y la oposici�n en Venezuela no es una conversaci�n entre iguales, sino todo lo contrario. De un lado se encuentra un r�gimen autoritario que concentra un enorme poder y que lo ha usado deliberadamente para reprimir y cometer abusos contra opositores. Del otro lado, hay una oposici�n que defiende las funciones y facultades de una Asamblea Nacional democr�ticamente electa que es v�ctima de ataques del oficialismo, y cuya esperanza de que haya un refer�ndum revocatorio constitucional para expresar la voluntad popular ha sido truncada por el gobierno.

A la luz de esta asimetr�a, el punto de partida de cualquier di�logo genuino deber�a ser un reconocimiento expl�cito por todos los que se sienten a la mesa de negociaci�n de la responsabilidad del gobierno de Venezuela. En particular, el gobierno de Maduro deber�a asumir los siguientes compromisos de ejecuci�n inmediata: Dejar de detener a opositores pol�ticos y cr�ticos, y de cometer abusos contra detenidos; Disponer la liberaci�n de todos los venezolanos detenidos por motivos pol�ticos que est�n siendo juzgados sin fundamentos v�lidos; Garantizar que la Asamblea Nacional ejerza sus facultades legislativas; Respetar el proceso del refer�ndum revocatorio sin nuevas interferencias pol�ticas ni demoras indebidas; y Reconocer que Venezuela est� atravesando una profunda crisis humanitaria, y solicitar ayuda humanitaria internacional para superarla.

El gobierno de Venezuela no ha demostrado el m�s m�nimo inter�s en comprometerse a adoptar ninguna de estas medidas, mucho menos en el corto plazo. Por ello, sin una presi�n internacional fuerte, este nuevo di�logo �nicamente servir� para que el gobierno de Maduro haga promesas vac�as y deshonestas para ganar tiempo, sin resolver los problemas que enfrenta Venezuela, y burl�ndose de la buena fe de Su Santidad. Eso es exactamente lo que ha sucedido con las iniciativas de di�logo anteriores. Para asegurar que esto no ocurra nuevamente, instamos respetuosamente a Su Santidad a llevar a la mesa una evaluaci�n objetiva de la situaci�n exigiendo resultados concretos y urgentes como los enumerados anteriormente en esta carta. En funci�n de las visitas frecuentes realizadas por Human Rights Watch a Venezuela, puedo asegurarle que la situaci�n en el pa�s es cr�tica, y que no hay tiempo que perder.

Espero que esta informaci�n le sea de utilidad. Aprovecho la ocasi�n para expresarle los sentimientos de mi m�s alta consideraci�n y estima.

Cordialmente,

Jos� Miguel Vivanco

Human Rights Watch

CLARIN
http://www.clarin.com/mundo/Rights-Watch-Francisco-Nicolas-Maduro_0_1676832319.html