Revelación del hijo de Pablo Escobar: Mi papá trabajaba para la CIA
07/02/2017 - 18:31:37
Sebasti�n Marroqu�n adelant� detalles de su nuevo libro en di�logo con InfobaeTV.
Juan Pablo Escobar es un hombre que naci� hace casi 40 a�os. Fue Juan Sebasti�n Marroquin hasta 2009 cuando decidi� publicar un libro, escrito en primera persona, y confesar que, en realidad, era el hijo de Pablo Escobar Gaviria, el m�s "c�lebre" narcotraficante colombiano.
Habla sereno, usa un tono casi clerical para decir que entendi� que la reconciliaci�n con los familiares de aquellos a quien su padre mand� a matar es un camino de sanaci�n. Asegura, tambi�n, que perdon� a los que se lanzaron a la b�squeda de su progenitor y que, seg�n �l, generaron el clima para que se suicidara. "Una cosa es perdonar. Otra, olvidar. Yo no olvido que mi propia abuela lo entreg� a su hijo", afirma.
Juan Pablo habla de su padre con admiraci�n, pero no por su actividad de narcotraficante que aborrece. "Admiro a Pablo, mi pap�, el que me educ�. No a Escobar, el mafioso", afirma. Dice que a los 8 a�os, Escobar Gaviria le mostr� todas drogas que hab�a en aquel momento y le dijo: "Si te da curiosidad, prefiero que consumas conmigo y no en cualquier lado". Asegura que nunca mat� a nadie y que, de haber querido, podr�a haber sido el sucesor del hombre fuerte del c�rtel de Medell�n.
Cuenta, por primera vez, c�mo fueron las �ltimas 72 horas de su padre, c�mo se obtuvo la famosa foto en la que se lo ve a Escobar al lado del cargamento de coca�na que probaba su actividad y de la vida de lujo y de tortura de "El patr�n del mal".
Juan Pablo no podr� ingresar nunca m�s a los Estados Unidos de Am�rica. Luego de su nueva publicaci�n, se entiende el porqu�: "En mi libro cuento que mi padre trabajaba para la CIA vendiendo coca�na para financiar la lucha contra el comunismo en centro am�rica. All� hay nombres como George Bush padre y tantos m�s", dice.
Aqu�, las definiciones m�s impactantes de la entrevista con InfobaeTV:
Estoy agradecido por estar vivo. Hoy yo creo que el miedo a la muerte me importa menos porque hay cosas m�s importantes, como acercarnos a la verdad.
A mi hijo de 4 a�os le estoy contando qui�n fue su abuelo. Mi compromiso como padre es que �l ame a su abuelo. Hoy �l lo ve en la tele y el ni�o se acerca y le da un beso a la pantalla
Yo creo que mi libro habla de muchas historias de corrupci�n que permitieron que mi padre fuera tan exitoso.
Yo habl� con una persona a quien mi padre le mat� a su hijo. Y en su nombre, le ped� perd�n. Estamos unidos por el dolor de la droga, de la violencia y por el deseo de la paz.
Yo perdono a la familia de mi padre por haberlo traicionado, vendido, entregado. Incluso perdono a mi abuela que entreg� a su hijo aunque nunca lo entender�. Me siguen haciendo da�o diariamente, pero los perdono. Pero no olvido.
Yo le debo m�s respeto a mis enemigos que a mi propia familia por c�mo se comportaron.
Las �ltimas 72 horas de mi padre me impactaron mucho. En esa etapa de su vida perdi� todos los estribos. �l perdi� su amor por �l mismo. Ven�a de haber arrasado media Colombia con su violencia y �l mismo levant� el tel�fono para que su llamada fuera identificada y lo encontraran.
Mi padre puede parecer un loco por las cosas que hizo. Sin embargo, era totalmente consciente de lo que hac�a.
Su mayor acto de amor fue quitarse la vida para darnos la libertad a nosotros.
De ninguna manera Pablo Escobar es un modelo por seguir. En muchas serias de televisi�n se lo cuenta con admiraci�n y eso yo no lo comparto. No es verdad que un narco tiene riquezas, chicas y poder. Cuando m�s poder ten�a mi padre, de manera m�s pobre viv�a.
Siento un amor por mi padre que es innegociable. Yo admiro a Pablo, mi padre. Pero no a Escobar, el mafioso. Nos ha dejado un legado de enorme violencia.
Lo que se descubre con mi libro es que mi padre estaba trabajando para la CIA vendiendo coca�na para que ellos pudieran financiar su lucha anticomunista en toda Centroam�rica. Esto ubica a mi padre en una historia en donde algunas cosas empiezan a encajar.
El negocio del narcotr�fico es muy diferente a lo que so�amos. Lo que hac�a la CIA era comprar los controles para que entrase la droga a su pa�s y obtener un maravilloso negocio.
La prohibici�n de la droga es un gran negocio para algunos que cierra por todas las puntas. Yo creo que la prohibici�n es la mejor propaganda para el negocio que se proh�be.
La mayor�a de los narcotraficantes colombianos huyeron a la Argentina. No creo que la polic�a y las fuerzas de seguridad de este pa�s hayan estado preparadas con la experiencia para enfrentar esto.
Mi padre fue un engranaje de un gran negocio del narcotr�fico universal. Cuando ya no les sirvi�, lo mandaron a matar.
INFOBAE
Por Luis Novaresio
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