Leopoldo, ¿valió la pena?
18/02/2017 - 08:52:33
Han sido tres largos a�os desde que vi a Leopoldo L�pez la �ltima vez. A�n no se borran los duros momentos que nos tocaron vivir y que a�n seguimos resistiendo.
Uno de esos episodios fue mi encuentro con Leopoldo en su corta clandestinidad. Tuve la responsabilidad (dir�a el privilegio) de ser la �nica persona en visitarlo para conversar sobre la cita que nos ten�a guardado el destino y que a�n desconoc�amos. Durante esos d�as la persecuci�n de los cuerpos de seguridad del Estado contra Leopoldo, miembros del partido y mi persona se hab�a acentuado. Recuerdo haberle dicho a mi esposa, Vicky, embarazada para el momento, que nos resguard�ramos en un sitio distinto a nuestro hogar. Desde esa fecha no hemos podido regresar a casa.
Ese d�a, 15 de febrero de 2014, recuerdo haber llegado a una casa de manera oculta. De all� pas� a la parte trasera de otro carro. Llegamos al estacionamiento de un centro comercial para cambiarme a otro veh�culo y as� cuidar todos los detalles de seguridad. No era una pel�cula. Nos persegu�an de verdad y dispuestos a todo contra nosotros. Luego de ese largo recorrido finalmente pude llegar al sitio donde se encontraba Leopoldo.
Nos dimos un abrazo de hermanos. Leopoldo estaba sereno. Tranquilo consigo mismo, ya que no hab�a cometido ning�n delito de los que pretend�an imputarle. Pero al propio tiempo Leopoldo estaba claro del papel que le tocaba jugar frente al pa�s. Sab�a claramente que est�bamos, quiz�s, en el episodio m�s dif�cil de nuestras vidas pol�ticas hasta el momento.
Conversamos largo rato y luego lleg� el momento m�s dif�cil, cuando le dije: "Leo, nos toca repasar los escenarios que ya hab�amos evaluado". Debo confesar que no hay nada m�s dif�cil que tomar una decisi�n, ya no sobre escenarios posibles sino sobre un evento cierto que te afecta directamente, y en ese caso la libertad personal.
El primer escenario ten�a que ver con dejar el pa�s. En ese momento Leopoldo fue muy claro y tajante conmigo: "Carlos, ese no. Olv�dalo. Dale al siguiente". El segundo escenario era mantenerse en la clandestinidad. Discutimos un rato y llegamos a la conclusi�n de que era un riesgo para su vida, porque pod�a ser asesinado, puesto que el r�gimen pondr�a todo su esfuerzo para encontrarlo y, si no asesinarlo, al menos capturarlo y sembrarle objetos para pretender atribu�rselos y as� desprestigiar su lucha.
Finalmente, llegamos al �ltimo escenario: su presentaci�n ante la Justicia injusta. En ese momento, Leopoldo con mucha firmeza me dijo: "Carlos, somos millones en esta lucha por una mejor Venezuela. No puedo dejarlos. Si esto es lo que me toc�, tengo la obligaci�n moral de asumirlo por el despertar de nuestro pueblo. Que Venezuela y el mundo terminen de conocer el r�gimen que venimos sufriendo".
Ese mismo d�a le comuniqu� los detalles que hab�amos planificado para su presentaci�n el 18 de febrero. All� conversamos sobre grabar el video que posteriormente saldr�a por redes sociales, y a trav�s del cual convocamos a la manifestaci�n de ese d�a, una fecha que para ese momento no sab�amos que cambiar�a nuestras vidas para siempre.
Me desped� de Leopoldo nuevamente con fuerte abrazo de hermano. Estaba tranquilo con la decisi�n que hab�amos tomado, pero sin duda ya comenzaba a reflejar su rostro el camino que ven�a. Me pidi� que hablara con su familia, que les explicara lo que �bamos a hacer. Siempre los ten�a en su mente. Quer�a darles tranquilidad y buscaba en ellos el apoyo que siempre le han brindado, ya que eso lo llenaba de paz. Esa fue la �ltima vez que vi a Leopoldo.
Al salir el video por redes sociales convocando para el 18 de febrero a una gran manifestaci�n, el Gobierno desat� toda una persecuci�n contra todos nosotros, que con las horas se hac�a m�s ruda y fuerte. Recuerdo que el 17 de febrero de 2014 tuvimos que resistir en la sede del partido tres ataques violentos de grupos armados de cuerpos de seguridad del Estado, quienes trataron de capturarme con un despliegue militar y policial sin precedentes.
El 17 de febrero me vi obligado a esconderme para evitar que me capturaran. Permanec� poco m�s de tres meses en la clandestinidad en Venezuela mientras ejecut�bamos las acciones. Recib� todo tipo de amenazas no s�lo contra mi persona sino contra mi familia. Luego de una larga discusi�n con mi partido, decidimos que me tocaba jugar un papel internacional para denunciar lo que estaba pasando en Venezuela. Que no hac�amos nada los dos presos. Que mi papel era m�s �til en el exterior. Que cada uno ten�a una funci�n: Leopoldo una y yo otra. Nada f�cil la decisi�n de dejar mi pa�s. S�lo puedo decir que, si Leopoldo est� preso f�sicamente, en mi caso, estar en el exilio es estar preso del alma.
Pero, �ha valido la pena toda esta lucha? Estoy convencido, al igual que Leopoldo, que esta lucha y su sacrificio ha valido la pena. Hoy hemos conquistado lo m�s importante para luego lograr la libertad de Venezuela: la mayor�a del pueblo venezolano quiere cambio. Esa lucha que arrancamos en 2014 se ha materializado en nuestra sociedad. M�s del 80% de la sociedad venezolana ha digerido el cambio, quiere un cambio de modelo y de sistema. Entiende que la actual c�pula en el poder es la responsable de nuestra peor crisis en toda la historia republicana.
Nuestro pueblo sabe que enfrentamos una dictadura y que la �nica forma de superar la crisis es sustituy�ndolos democr�ticamente en el poder. Nos toca ahora culminar lo que comenzamos en el 2014, y no es otra cosa que lograr la libertad definitiva y restaurar la democracia en Venezuela: #NoM�sDictadura. �Leopoldo, claro que ha valido la pena! �Venezuela vale la pena!
Por Carlos Vecchio
@CarlosVecchio
El autor es coordinador pol�tico nacional de Voluntad Popular. Exiliado pol�tico.
