3 asombrosos inventos que quizás no te imaginas que vienen de la antigüedad
10/04/2017 - 09:48:29
BBC.- En 1698, un ingeniero e inventor ingl�s llamado Thomas Savery patent� el primer motor a vapor.
Parece un dato indiscutible.
No obstante, no faltar� quien piense que realmente el que se merece el t�tulo es un espa�ol llamado Jer�nimo de Ayanz, que en 1606 registr� la primera patente para una m�quina que funcionaba con vapor para sacar el agua de las minas que administraba.
A menudo hay dudas y discusiones frente a lo que se presenta como un hecho, pero en general las fechas se mueven unos a�os adelante o atr�s.
Lo maravilloso, sin embargo, es que muchos tienen una historia considerablemente m�s larga. Te contamos la historia de tres de ellos.
Qu� es el mecanismo de Anticitera y por qu� es el objeto m�s misterioso de la historia de la tecnolog�a
1. El motor de vapor de Her�n de Alejandr�a
A principios del siglo I, el matem�tico e ingeniero griego Her�n de Alejandr�a invent� una m�quina que funcionaba con vapor.
Lo llam� eol�pila, en honor a Eolo, el dios de los vientos. Se le conoce tambi�n como ael�pilo, ael�pila o la fuente de Her�n.
La eol�pila ten�a una esfera posicionada de tal manera que pudiera rotar sobre su eje, con dos toqueras a los lados.
Estaba montada en un par de tubos que descansaban sobre una caldera, en la que hab�a agua que al hervir produc�a el vapor necesario para que la esfera se moviera.
El vapor sub�a por el par de tubos, entraba en la bola hueca y al salir por las toqueras generaba el impulso que la hac�a rotar cada vez m�s r�pido hasta el punto en el que la resistencia de la tracci�n y el aire hac�an que empezara a girar a una velocidad estable.
Con su m�quina, Her�n demostr� el potencial del uso del vapor para la propulsi�n.
Pero, hasta donde sabemos, ni su eol�pila ni su idea fueron usadas para prop�sitos pr�cticos.
No fue sino hasta 1551 que el pol�mata musulm�n del Imperio Otomano Taqi al-Din describi� una turbina de vapor en su libro "El sublime m�todo de las m�quinas espirituales", cuya aplicaci�n pr�ctica era la rotaci�n de un asador.
2. El sism�grafo de Zhang Heng
Aunque a�n no podemos predecir terremotos llevamos mucho tiempo tratando de detectarlos, registrarlos y medirlos. Quiz�s m�s tiempo del que te imaginas.
En el a�o 132 el cient�fico y artista Zhang Heng cre� el sismoscopio, antecesor del sism�metro, que en teor�a detectaba terremotos, aunque no registraba ni la hora ni la intensidad de ellos.
No obstante era tremendamente �til, pues us�ndolo indicaba la direcci�n del epicentro del sismo, y as� el gobierno Han pod�a enviar ayuda r�pidamente a las regiones afectadas por el fen�meno natural.
Lo llamaron "veleta de terremotos", pues en ese entonces a�n no sab�an que los temblores se deb�an a movimientos de las placas tect�nicas y Zhang Heng cre�a que eran causados por el viento.
Se trataba de una urna de bronce de alrededor de 1,80 metros de di�metro, con ocho dragones desliz�ndose hacia abajo por sus paredes, cada uno con una bola en la boca. Debajo de los dragones hab�a ocho sapos de bronce con sus bocas abiertas.
Adentro de la urna, que parec�a un samovar, hab�a un p�ndulo.
Cuando la tierra temblaba, el mecanismo interno hac�a que una bola se soltara de la boca de alguno de los dragones y cayera en la de un sapo.
El sonido que hac�a al caer hac�a de alarma de alerta y, como cada uno de los sapos representaba una direcci�n, como los rumbos en una rosa de los vientos, con s�lo ver en cu�l boca hab�a ca�do la bola sab�an d�nde se necesitaba socorro.
3. La legendaria piedra solar de los vikingos
El rumbo a tomar tambi�n era indispensable para los marineros vikingos, quienes cruzaban los mares del Atl�ntico Norte, vali�ndose de todos sus conocimientos y -seg�n la leyenda n�rdica- de una piedra solar, que les permit�a orientarse sin br�jula aunque en sus dominios los d�as y las noches estuvieran casi siempre nublados.
La fabulosa piedra fue descrita en una saga islandesa como una gema m�gica que cuando se alzaba en direcci�n del cielo revelaba la posici�n del Sol, incluso si a�n no hab�a amanecido o si ya hab�a oscurecido.
Pero se qued� por siglos atrapada en la mitolog�a y la literatura hasta que en 1967 el arque�logo dan�s Thorkild Ramskou lanz� la hip�tesis de que los vikingos usaban la polarizaci�n de la luz dispersada por las nubes ayud�ndose de cristales de cordierita.
No obstante, no convenci� a muchos, pues no demostr� c�mo era posible hacerlo.
Casi medio siglo m�s tarde, en 2013, un equipo de cient�ficos basados en la Universidad de Rennes, en Francia, public� evidencia que suger�a que la hip�tesis de Ramskou era cierta.
Hab�an estado estudiando durante tres a�os un cristal encontrado en un barco que naufrag� en 1592 y todo parec�a indicar que los marineros de la �poca lo usaban de la misma manera que sus antecesores vikingos.
La piedra solar tiene una propiedad inusual: crea una doble refracci�n de la luz solar, incluso cuando est� oscurecida por nubes o niebla.
Si giras el cristal frente a tus ojos hasta que la oscuridad de las dos sombras sea igual, podr�s se�alar la posici�n del Sol con una notable precisi�n.
Es probable que los aventureros vikingos calibrar�n su m�gico cristal tomando una medida en un d�a soleado e utilizaran gr�ficos que mostraran la posici�n del Sol en diferentes �pocas del a�o.
Algo as� como un satnav de cristal.