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En puntas de pie: la agonía que se esconde detrás de esos bellos pasos de ballet




18/06/2017 - 11:42:25
Infobae.- "Siento que siempre estoy en guerra con mis pies", dice Lauren Lovette con un suspiro. Lovette, una de las bailarinas principales del Ballet de la Ciudad de Nueva York, tiene pies hermosamente arqueados y flexibles, y a menudo la matan de dolor.

Despu�s de a�os de esguinces y otras lesiones, la bailarina de 25 a�os se someti� a una cirug�a para corregir una anomal�a �sea, pero aun con terapia f�sica, ejercicios de tobillo diarios, ba�os de hielo y ung�entos, Lovette y sus pies todav�a no han hecho las paces.

Las penurias de Lovette son comunes entre los bailarines de ballet, cuyos pies sufren abusos constantes, y en el peor tipo de calzado (o sin calzado). Aunque pueden correr, saltar, ponerse en cuclillas, saltar y pivotar como cualquier estrella de la NBA, los bailarines de ballet lo hacen sin absorci�n de choque, soporte de arco o cualquier tipo de asistencia. Los atletas usan zapatillas que protegen amablemente sus pies. Los bailarines no tienen tales lujos, dado que recorren el escenario descalzos, o en tacones, o en finas zapatillas con una fr�gil suela de cuero o, si son bailarinas, en esas ajustadas c�maras de tortura llamadas zapatillas de ballet.

Cuando era joven y quer�a ser bailarina de ballet, tuve una breve experiencia con dichas zapatillas. Nunca olvidar� mi sensaci�n de alarma cuando calc� mi primer par. Peque�os huesos que ni siquiera sab�a que ten�a repentinamente quedaron estrujados en una suerte de apret�n de la muerte. Las zapatillas de ballet pueden parecer delicadas, pero hay algo de cors� Isabelino en ellas que refleja su severo prop�sito: equipar al bailar�n o bailarina para hacer maniobras para las que no ha sido dise�ado el ser humano.

"Kilo por kilo, los bailarines son tan fuertes como los jugadores de f�tbol americano, probablemente m�s fuertes", dice Lisa M. Schoene, una pod�loga de Chicago y entrenadora que trata a bailarines y atletas ol�mpicos. "Estar en puntas de pie es una de las cosas m�s atl�ticas que puedes hacer, est�s ejerciendo una fuerza equivalente 10 a 12 veces tu peso corporal, subiendo y bajando en esas zapatillas de ballet".

El baile en puntas de pie revolucion� el ballet en 1832, cuando la bailarina italiana Marie Taglioni caus� sensaci�n en "La Sylphide". En el rol principal de hada de los montes, Taglioni parec�a andar sobre el aire alzada en las puntas de sus zapatillas de raso, que ella hab�a reforzado con zurcido. A medida que su talento se fue haciendo m�s conocido y los core�grafos comenzaron a explorar las amplias posibilidades de bailar en puntas de pie, los zapateros comenzaron a endurecer las zapatillas de ballet desde el interior con capas de tela y pegamento.

Las zapatillas de ballet se siguen fabricando de esta manera, con sat�n forrado de algod�n, una plantilla r�gida y una porci�n ahuecada alrededor de los dedos de los pies, endurecida con pegamento, lienzo y papel. Debido a que deben trabajar en completa comuni�n, cada bailar�n y bailarina tiene sus zapatillas de ballet personalizadas. Hasta las m�s famosas bailarinas usan zapatillas con cintas de tobillo y el�sticos cosidas a la medida.

La vida �til de un par de zapatillas de ballet se mide en horas de desgaste. A un costo de alrededor de USD 100, un par puede durarle a un bailar�n profesional un d�a entero de clase y un ensayo. Pero si se trata de protagonizar "El Lago de los Cisnes" o bailar varias piezas cortas, es probable que requiera varios pares para esa noche.

Claire Kretzschmar, bailarina del Ballet de la Ciudad Nueva York, tiene por costumbre poner sus zapatillas nuevas en el suelo, con la suela hacia arriba, y golpearlas. Despu�s de eso, vierte en ellas cola de secado r�pido Jet Glue (concebida para maquetas de avi�n, la cola es ahora de uso com�n en las zapatillas de ballet) en las puntas para endurecerlas m�s. Para proteger sus dedos de los pies, los envuelve con papel toalla.

Lovette golpea sus zapatillas de ballet contra la pared unas 20 veces para suavizarlas: "Si siento que mis zapatillas hacen ruido, me vuelvo insegura y bailo distinto".

Las zapatillas de ballet son una extensi�n del cuerpo, una herramienta esencial de expresi�n, y las bailarinas son leales no s�lo a una marca � las m�s populares entre los profesionales son Freed (inglesas) y Bloch (australianas) � sino tambi�n a la persona que las fabrica. Cambiar de zapatero puede ser traum�tico. Julie Kent, directora art�stica del Ballet de Washington, entr� en p�nico cuando, en la c�spide de su carrera en el American Ballet Theatre, se enter� que su zapatero en Freed se retiraba.

"Le escrib� una carta," dice Kent, "y le envi� una fotograf�a de m� en "Giselle" orando, suplicante, pregunt�ndole si considerar�a fabricar una cantidad limitada de zapatillas para m� al a�o". No funcion�. Le pidi� a Bloch que copiara una de sus zapatillas viejas. M�s adelante fue a visitarlo cuando fue invitada a bailar con el Ballet Australiano y cerraron un trato.

En una profesi�n tan competitiva no es f�cil tomarse un descanso. Los bailarines de ballet tienen un umbral de dolor muy alto, dice el pod�logo Stephen Pribut. Puede que sea una combinaci�n de resistencia al dolor y paranoia lo que les da la capacidad � por insensata que sea � de bailar aun cuando est�n lesionados. Kretzschmar ha sufrido repetidas fracturas por estr�s y baila con tendinitis cr�nica. Lovette descubri� que su flexibilidad en los pies ten�a un agonizante inconveniente. Aunque sus tobillos se doblan libremente hacia adelante � d�ndole a su punta de pie una l�nea larga y encantadora � doblarse para atr�s es un desaf�o. Sus primeros a�os en la compa��a de Nueva York los pas� adolorida. Una radiograf�a revel� despu�s que ten�a un hueso extra en el pie izquierdo, pero le tom� seis a�os decidirse a hacerse la cirug�a.

Lovette dice que "fue aterrador" salir del teatro tras la �ltima actuaci�n antes de la cirug�a. "�Qu� pasa si me olvidan? Ese es siempre el miedo de un bailar�n." Eso fue hace dos a�os. Regres� al escenario, la ascendieron al rango m�s alto y dej� atr�s sus problemas de pie. Esto es, hasta que el pie derecho comenz� a darle problemas. Lovette dice que una dieta basada en verduras le ha ayudado a reducir la inflamaci�n, y en sus ratos libres solo usa zapatillas de deporte y botas de estilo militar.

Es importante la manera en que los bailarines tratan a sus pies, dice Pribut. Y eso es verdad para cualquiera de nosotros. Nuestro calzado es una herramienta esencial, al margen de lo que hagamos. Algunos zapatos, si son usados demasiado a menudo, pueden causar m�s da�o que las zapatillas de ballet, agrega el pod�logo. Los peores enemigos suelen ser las chancletas o hawaianas, los tacones altos y lo que pocos bailarines usar�an fuera del estudio: los llamados zapatos de bailarina.

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