Un estudio revela efectos negativos de smartphones y tabletas sobre el desarrollo del habla en niños
19/06/2017 - 11:17:36
INFOBAE.- La escena se repite donde sea que uno vaya. Familias que cenan fuera de casa se encuentran sentados en un restaurante, donde los padres se pasan la noche mirando las pantallas de sus respectivos tel�fonos y los ni�os hacen lo suyo hipnotizados por tabletas, enfundadas en un colorido cobertor protector.
Convertidos en verdaderos "ni�eros de la era digital", son muchos los padres quienes � m�s all� del obvio beneficio de mantener a sus hijos entretenidos � ven a las tabletas y smartphones como una herramienta de presencia casi obligatoria dentro del hogar que les permitir� prepararlos para el futuro.
Un revelador nuevo estudio que ser� presentado en el encuentro 2017 de la Pediatric Academic Societies, uno de los m�s prestigiosos a nivel mundial en lo que respecta a pediatr�a, examin� en profundidad la conexi�n entre el tiempo que los ni�os peque�os pasan frente a los dispositivos port�tiles y el desarrollo del habla.
Un total de 894 ni�os de entre 6 meses y 2 a�os participaron del estudio que confirma lo que muchos sospechaban: la tecnolog�a no nos hace necesariamente siempre m�s inteligentes.
Los investigadores de la Universidad de Toronto y el Hospital de Ni�os de la misma ciudad canadiense, se propusieron establecer un v�nculo cient�fico entre el tiempo de exposici�n a las pantallas y las habilidades de comunicaci�n que los peque�os desarrollan.
Al mismo tiempo crearon una herramienta que llamaron la "Lista de Verificaci�n Infantil" que les permiti� medir el desarrollo del habla mediante el cumplimiento de distintos hitos en lo que hace al lenguaje, metas que los ni�os deber�an alcanzar seg�n cada etapa de su vida inicial.
El promedio de exposici�n frente a las pantallas registrado fue de 28 minutos diarios, con un 20 por ciento de los ni�os que para los 18 meses ya registraba un m�nimo de media hora frente a los displays luminosos.
Los hallazgos fueron alarmantes. Esa m�nima exposici�n diaria fue asociada con un incremento del 49 por ciento en retrasos del habla, lo que en definitiva significa que los ni�os comenzaron a hablar m�s tarde de lo esperado.
Los investigadores encontraron que aquellos aquellos ni�os que pasaban esos 30 minutos diarios frente a una pantalla mostraban marcadas dificultades para transformar sonidos en palabras pero no mostraban deficiencias en lo que hace a lenguaje corporal e interacciones sociales.
Catherine Birken, pediatra y autora senior a cargo del estudio, reconoci� las limitaciones del mismo. "Es un primer caso que requiere de replicaci�n y de otros an�lisis para examinar las causas concretas" comparti� la m�dica.
Expertos aseguran que el estudio se consolida como un primer paso para que los padres se cuestionen el verdadero rol de la tecnolog�a sobre la educaci�n y el desarrollo intelectual de sus hijos. La creencia popular de que "los ni�os aprenden de las pantallas" es cada vez m�s cuestionada, sobre todo en lo que respecta a peque�os de menos de 30 meses de edad.
Especialistas en pediatr�a recomiendan a los padres "volver a las ra�ces" y equilibrar el uso de los dispositivos de mano con actividades m�s anticuadas pero que enriquecen en mayor medida el desarrollo del habla, entre las que se encuentran algo tan simple como mantener una conversaci�n � por m�s que esta sea unidireccional � y hacer de la lectura de libros algo rutinario en el proceso educativo.
El estudio no logr� diferenciar si el tipo de contenidos a los que los ni�os eran expuestos durante esa media hora diaria afectaba en mayor o menor medida el desarrollo del lenguaje, ni tampoco analiz� la influencia de tener a los padres presentes o no.
En un mundo donde padres pasan mucho m�s que 30 minutos por d�a frente a las pantallas de sus tel�fonos � ya sea por motivos laborales o de simple esparcimiento � el desaf�o parental de encontrar el equilibrio entre mantener a los hijos entretenidos con la tecnolog�a y cuidar de su desarrollo intelectual, probablemente represente uno de los mayores de nuestra era.
