La modelo y empresaria que formó parte del harén de uno de los sauditas más ricos del mundo
24/07/2017 - 10:08:05
INFOBAE.- Jill Dodd naci� en Los �ngeles, California. Durante los tempranos a�os 80 fue una de las modelos m�s bellas de la industria. Ahora, es una gran empresaria, fundadora de la marca de indumentaria Roxy, con la que triunfa en el mundo de la moda deportiva.
Pero tuvo un pasado "ex�tico" en el cual se mezclaron viajes de placer, cruceros de lujo, millones de d�lares, tr�fico de armas y un har�n a disposici�n de uno de los hombres m�s ricos del planeta de aquellos a�os: el saud� Adnan Khashoggi.
Lo conoci� en Monte Carlo, en una fiesta "loqu�sima", tal como Dodd reconoci�. Alcohol y dem�s excesos eran la moneda de cambio. Pero tambi�n el sexo y el descontrol. "Un pirata me entreg� una compa de champagne. Me la tom� y tir� la copa al fuego, como los dem�s invitados", record� la mujer. Los "piratas" eran los camareros del lugar al que hab�an sido convocados. Eran los inicios de los 80 y Jill ten�a tano solo 20 a�os.
"Quer�a bailar y vi a un hombre sentado en la mesa que parec�a inofensivo. Era como el pap� de una amiga. Nos miramos y empezamos a bailar alrededor de la fogata", dijo. "Mientras bail�bamos, mi agente se acerc� y me pregunt� si sab�a con qui�n estaba bailando. Le contest� que no, que no me importaba. Me dijo: "Adnan Khashoggi" y le pregunt�: "�Qui�n es?"� no le entend� nada", relat� la mujer seg�n consign� BBC.
Khashoggi era conocido en varios �mbitos. Tambi�n en el del glamour, aunque Dodd no estaba muy informada. Era un multimillonario saudita, traficante de armas y con m�ltiples contactos en el bajo mundo y el jet set internacional.
"Al sentarnos a una mesa, �l me subi� la manga y escribi� "te amo" en mi brazo con letras grandes y rojas. Al principio no me di cuenta que lo hab�a escrito con sangre", relat�. La conquista de la inocente modelo comenzaba. Al final de la noche, el ante de Dodd le comunic� que Khashoggi quer�a fuera a su bote "a tomar caf�".
"Le contest� que lo �nico que quer�a era irme a dormir. Me dijo: "Pero es ese bote que ves all�", se�alando hacia el Mediterr�neo. Ah� estaba un barco que parec�a un transatl�ntico� yo nunca hab�a visto un barco tan grande". La noche siguiente acept� ir a cenar. "Tras una elegante cena me pregunt� si quer�a que me mostrara el barco. Fuimos a su cuarto: la cama estaba cubierta de pieles, las manijas de las puertas eran de oro y ten�a paredes estilo James Bond que rotaban para revelar habitaciones ocultas� me pareci� que todo era una gran m�quina ingeniosa", narr� la ahora empresaria.
Pero los deseos del traficante de armas no eran tan solo conocer m�s sobre la joven. Ya lo sab�a todo sobre ella. La hab�a investigado "por razones de seguridad" antes de hacerla ingresar en su yate, el famoso Nabila. Esa noche, asegura Dodd, no pas� nada. Absolutamente nada. Lo que provoc� m�s intriga en ella.
El tiempo juntos continu� y los encuentros fueron cada vez m�s recurrentes, aunque sin que sucediera nada. "Est�bamos con un grupo en Marbella y Adnan a�n no hab�a llegado. Una noche me despert�, me tom� de la mano y me llev� a su suite. Empezamos a hablar y de repente pregunt�: "�Te gustar�a un ba�o de espuma?". Me met� a la ba�era, �l se sent� en el borde y charlamos. Luego fuimos a su rec�mara y para entonces yo quer�a besarlo. Pero dijo: "No puedo besarte hasta que aceptes un contrato". No entend�a de qu� estaba hablando. Me explic�: "Yo no me caso de la manera tradicional". Se compar� con la realeza en Arabia Saudita y otros hombres poderosos que tienen permitido tener tres esposas legales y 11 esposas de placer. "Me gustar�a que fueras mi esposa de placer. Hagamos un contrato de 5 a�os. Yo me encargar� de ti, me podr�s contactar en cualquier momento, si quieres verme enviar� el avi�n. Podr�s salir con otros hombres�", as� me propuso matrimonio de placer. A m� no me importaba todo eso. Yo quer�a ser independiente� y quer�a besarlo".
El contrato propuesto por el hombre de negocios eran oral. Nada quedar�a por escrito. Con el tan ansiado beso, qued� sellado. Dodd pas� a formar parte del har�n de Khashoggi. "Eso significaba que yo ten�a su estilo de vida cuando estaba con �l: viv�a en sus hermosas casas, atendida por empleados dom�sticos, alimentada por chefs, relajada por masajistas. A Adnan le fascinaba la moda y le gustaba vestirme. No lo dej� todo para estar s�lo con �l. Segu� pagando mi arriendo, viv�a sola y trabajaba".
Fueron un par de a�os de vivir as�. Entre sus obligaciones y el placer que le brindaba ser una dama m�s en la vida de su "marido". Hasta que se dio cuenta que la relaci�n estaba llegando a su fin. "Adnan y yo est�bamos en su suite cuando un hombre entr� con una carpeta grande que ten�a fotos de modelos. Las empezaron a mirar y de repente ca� en la cuenta de lo que estaba pasando. "�Qu� est�s haciendo? �Est�s buscando chicas para comprar? �Fue as� como me encontraste? �Me escogiste en un cat�logo?". Se miraron y empezaron a re�rse".
Finalmente, sinti� que esa vida no le pertenec�a y decidi� irse. Mantuvieron el contacto. �l continuaba dici�ndole que la amaba. Pero ella s�lo pens� en volver con �l si se casaba realmente y si se deshac�a del har�n. Algo que jam�s ocurri�. Khashoggi muri� el pasado 6 de junio, el mismo d�a que Dodd public� el libro en el que cont� su vida. "Fue un shock que dur� una semana", reconoci�.
