El primate conectado tiene que aprender a desconectarse: Amador Menéndez Velázquez, autor de Historias del futuro
25/09/2017 - 14:51:08
BBC.- Resulta fascinante hablar con Amador Men�ndez Vel�zquez, investigador del Instituto Tecnol�gico de Materiales de Asturias (regi�n del norte de Espa�a) y autor de "Historia del Futuro. Tecnolog�as que cambiar�n nuestras vidas", un libro que ha sido galardonada recientemente con el Premio Internacional de Ensayo Jovellanos 2017.
Lo que hace especialmente sugestivo a este cient�fico es que, como si fuera un adivino, es capaz de sacar una bola de cristal y mostrarnos el futuro. Un futuro que, seg�n sostiene, supone una ruptura con la continuidad hist�rica.
BBC Mundo lo entrevist� con motivo del Hay Festival de Segovia, que se llev� a cabo en la ciudad espa�ola hasta este domingo.
Bienvenidos a la era del Homo tecnologicus.
A pesar de todas las dudas que surgen respecto al futuro, se declara optimista. �Qu� representa para usted la tecnolog�a, una oportunidad o una amenaza?
Me gusta definir la tecnolog�a como una extensi�n de nosotros mismos que trata de superar nuestras limitaciones. Cuando no pod�amos ver lo suficientemente lejos, inventamos el telescopio y as� fuimos capaces de sumergirnos en el fascinante paisaje interestelar.
Cuando quisimos viajar a lugares lejanos en un corto per�odo de tiempo, inventamos el avi�n. Cuando necesit�bamos hablar con personas que no estaban cerca, creamos el tel�fono. Para transmitir y compartir no solo mensajes de voz, sino tambi�n de texto, v�deos, im�genes, etc�tera, creamos esa red de redes conocida como Internet. Desde este punto de vista, veo a la tecnolog�a como una oportunidad m�s que como una amenaza.
�Pero no corremos el riesgo de ser esclavos de ella?
Opino que la tecnolog�a nos hace m�s libres. Si nos permite superar limitaciones, incluidas las relativas a la discapacidad humana, si nos permite franquear barreras y expandir fronteras, eso es libertad.
Por supuesto, corremos el riesgo de obsesionarnos y hacernos demasiado dependientes de la tecnolog�a. Pensemos en ese tel�fono m�vil del que podemos llegar a estar pendientes las veinticuatro horas del d�a. Pero en este caso el problema no est� en la propia tecnolog�a sino en la gesti�n de la misma.
Nuestra capacidad de gestionar adecuadamente la tecnolog�a es uno de los grandes retos de esta era; es la que marcar� la diferencia entre ser libres o esclavos de la tecnolog�a.
Descr�bame por favor las caracter�sticas de esa nueva especie llamada Homo tecnologicus en la que nos hemos convertido�
Podr�amos decir que del Homo sapiens -una especie que piensa- hemos pasado al homo sapiens sapiens. Se trata de una especie que "piensa que piensa", que reflexiona sobre s� misma y siente curiosidad por el mundo que le rodea.
Esto le lleva a la adquisici�n de conocimientos, que luego es capaz de traducir en tecnolog�a o aplicaciones pr�cticas. Nace as� el Homo tecnologicus.
Esta especie se caracteriza por haber convertido a la tecnolog�a en compa�ero inseparable, con el consiguiente impacto en sus formas de vida. Imaginemos el mundo sin medicinas, aviones, GPS, el l�ser o internet.
Tambi�n existir�a vida, pero de una forma muy diferente a como la conocemos. La tecnolog�a se funde indisolublemente en la vida del Homo tecnologicus y ser� cada vez m�s invisible y omnipresente. Nuestras ciudades, nuestras ropas, nuestros veh�culos � estar�n dotados de diminutos sensores que har�n del mundo un lugar cada vez m�s interconectado.
Hemos pasado del �Homo sapiens� al �Homo tecnologicus�, una especie que ha hecho de la tecnolog�a un compa�ero inseparable�
Y esta hiperconectividad en la que vivimos inmersos, �c�mo nos est� cambiando? �Afecta a nuestra manera de pensar, a nuestra capacidad de concentraci�n? �Puede incluso provocarnos cambios neuronales?
El cerebro cambia y se adapta constantemente; es pl�stico y no fijo o inmutable como se cre�a a�os atr�s. Esta neuroplasticidad es intr�nsecamente buena, pues nos permite adaptarnos y salir victoriosos en diferentes entornos.
El problema est� en la capacidad de concentraci�n, que s� puede verse afectada por una hiperconectividad excesiva.
Si uno lee un libro en papel ininterrumpidamente durante un d�a, es capaz de concentrarse y extraer conclusiones y valiosas reflexiones. La concentraci�n es necesaria para muchas tareas cognitivas. Si leemos el libro en la pantalla del ordenador, podemos estar tentados a navegar a golpe de rat�n por diferentes p�ginas, a estar pendientes de los mensajes de correo�
Esto merma nuestra capacidad de concentraci�n y rendimiento. Cabe resaltar de nuevo que el problema no est� en la tecnolog�a sino en la gesti�n que hacemos de la misma.
�Mejorano empeoran las relaciones personales con la hiperconectividad que nos brinda la tecnolog�a?
Las relaciones tambi�n pueden resentirse si no gestionamos bien la tecnolog�a.
La tecnolog�a nos brinda un universo de fascinantes posibilidades. Podemos comunicarnos al instante con familiares o personas queridas que est�n en otros pa�ses. Y podemos hacerlo en diferentes formatos: videoconferencia, llamada telef�nica, mensajer�a, etc�tera. Esto es muy positivo.
Pero tambi�n es posible que usted y un familiar o amigo que se encuentran en la misma sala se ignoren mutuamente, pues est�n demasiado ocupados con la mensajer�a instant�nea a trav�s del tel�fono m�vil.
Estaremos entonces desperdiciando un momento especial, esa conversaci�n cara a cara en la que somos capaces de transmitir emociones y enriquecer la comunicaci�n, algo que no es posible con un fr�o mensaje de texto. El primate conectado tiene que aprender a desconectarse.
Usted sostiene que el periodo que estamos viviendo supone una ruptura con la continuidad hist�rica, que el siglo XXI es completamente diferente a los anteriores. Pero �no se vivi� algo parecido a lo que estamos viendo hoy en el siglo XIX con la revoluci�n industrial?
La m�quina de vapor dio lugar a la revoluci�n industrial, cuyo impacto en la sociedad se extiende hasta nuestros d�as.
Diferentes disciplinas emergentes -como la nanotecnolog�a o la biotecnolog�a- y otras ligadas a las mismas, interaccionando todas entre s�, se funden en un fascinante sinergismo en el que el todo es mucho mayor que la suma de sus partes.
Podr�amos hablar de revoluci�n, pero ser�a infravalorar la magnitud del cambio y su impacto. Por primera vez en la historia de la humanidad, estamos en los albores de una singularidad tecnol�gica.
�A qu� se refiere cuando habla de singularidad tecnol�gica?
El progreso tecnol�gico no es lineal, sino exponencial. La tecnolog�a avanza a velocidad de v�rtigo, un avance impulsado en parte por la mencionada interacci�n entre las diferentes disciplinas.
Y tambi�n porque cuanto m�s desarrollada est� una tecnolog�a, nos proporciona en s� misma una plataforma para crear otra tecnolog�a a�n m�s avanzada. La tecnolog�a crea tecnolog�a. Ya tenemos productos tan revolucionarios como coches aut�nomos que se conducen solos o pr�tesis bi�nicas controlables directamente con el pensamiento.
Pero esto es s�lo el comienzo. Nos aproximamos a un momento singular, �nico, diferente y misterioso por lo novedoso, lo desconocido y por un impacto sin precedentes en la sociedad. Entre los productos de esa singularidad est� la denominada superinteligencia.
Decir que es una revoluci�n ser�a infravalorar la magnitud y el impacto de la era tecnol�gica�
�Sobrepasar� alguna vez la inteligencia artificial a la del ser humano? Hace ahora 20 a�os, en 1997, la computadora Deep Blue ya se impuso en un torneo de ajedrez al campe�n mundial Gary Kasparov�
Efectivamente, Deep Blue derrot� a Kasparov. Pero Deep Blue s�lo saber jugar al ajedrez.
Hoy tenemos tambi�n coches inteligentes y aut�nomos, capaces de conducirse a s� mismos. Pero esos coches s�lo saben conducir.
Todo ello son ejemplos de la denominada inteligencia artificial estrecha o reducida, una inteligencia confinada o restringida a una tarea espec�fica.
El gran sue�o de la tecnolog�a es el desarrollo de la denominada inteligencia artificial general, o dicho de otro modo, m�quinas que igualen o superen al ser humano en cualquier actividad cognitiva. Y de eso creo que estamos muy lejos y quiz�s nunca lleguemos.
�Por qu� ve complicado el desarrollo de una inteligencia artificial general?
Una estrategia muy socorrida para el desarrollo de una m�quina dotada de inteligencia artificial general es la emulaci�n o imitaci�n del cerebro humano. Ha habido varios intentos en esta l�nea, que de momento resultaron fallidos.
Y es que a�n estamos lejos de comprender completamente el cerebro humano y probablemente nunca lo logremos. Como bien argumentaba Max Planck, "la ciencia no puede resolver el misterio �ltimo de la naturaleza porque, en �ltimo t�rmino, somos parte del misterio que tratamos de resolver".
Y claro est�, si no podemos comprender completamente el cerebro, dif�cilmente podemos desarrollar una m�quina que lo imite y sea tan inteligente como el propio cerebro.
�Y qu� opina de la inteligencia colectiva? �Puede llevarnos a una superinteligencia?
Eso s� lo veo factible. Tenemos ejemplos en el mundo animal. La hormiga individual tiene una inteligencia m�nima o nula, sin embargo el hormiguero es inteligente. Es lo que se conoce como inteligencia colectiva.
En esta era de la hiperconectividad, que millones de ordenadores y personas est�n conectados a trav�s de internet e interactuando unos con otros podr�a dar lugar a una fascinante y poderosa inteligencia colectiva, a una superinteligencia.
�La humanidad es m�s grande que el hombre! Y la humanidad y la m�quina unidas son todav�a mucho m�s grandes.
Esta superinteligencia podr�a llevarnos a afrontar con �xito algunos de los m�s grandes retos de la humanidad, como los relativos a la salud humana o al cambio clim�tico.
Un estudio de la Universidad de Oxford, de Reino Unido, calcula que en las pr�ximas dos d�cadas el 47% de los puestos de trabajo podr�a estar automatizado y el Instituto Tecnol�gico de Massachusetts (MIT) de EE.UU. habla incluso de que se podr�a perder el 80% de los empleos que existen ahora mismo.Se trata de un escenario catastr�fico, porque sin empleo y por lo tanto sin sueldo, �de qu� va a vivir la gente?
No es un problema sencillo de abordar. Muchas personas creen que una renta b�sica universal ser�a una herramienta adecuada para afrontar el problema del desempleo tecnol�gico. Esta renta b�sica universal consistir�a en una paga que recibir�an todos los ciudadanos del planeta, simplemente por el hecho de ser ciudadanos.
Esta aproximaci�n tiene sus defensores y detractores. El gur� tecnol�gico Elon Musk, fundador de Tesla, es un gran defensor de la renta b�sica universal. A Bill Gates, sin embargo, no le entusiasma demasiado la idea. Argumenta que para que eso sea posible unos pocos tendr�an que pagar unos impuestos demasiado elevados para as� sostener al resto de la poblaci�n. Y �l defiende que quiere distribuir sus riquezas como estime oportuno y no como el gobierno dicte.
Hacer pagar impuestos a los robots podr�a ser una soluci�n para afrontar el desempleo que va a traer la automatizaci�n�
�Pagar�n impuestos las m�quinas? Esa podr�a ser por ejemplo una soluci�n�
Es otra soluci�n que se baraja. Y esa idea s� le gusta a Bill Gates. El fundador de Microsoft sostiene que los robots deber�an compensar fiscalmente los puestos de trabajo que reemplazan.
El �nico problema que vislumbra Bill Gates con esta aproximaci�n es una posible ralentizaci�n de la automatizaci�n.
Si los propietarios de los robots tienen que pagar impuestos por ellos, quiz�s esto les frene a la hora de contratarlos. No obstante cree que a medio y largo plazo podr�a ser una soluci�n adecuada para afrontar el problema del desempleo tecnol�gico.
�Traer� la tecnolog�a nuevos modelos de negocio?
La tecnolog�a ya est� provocando cambios dr�sticos y disruptivos en nuestros modelos de negocio. La mayor tienda del mundo (Alibaba) no posee almacenes ni locales f�sicos, la mayor compa��a mundial de taxis (Uber) no tiene coches, el cine m�s grande del mundo (Netflix) tampoco posee local f�sico�
Se trata de plataformas virtuales que conectan necesidades de personas con soluciones. La tecnolog�a ha hecho posible estos nuevos modelos de negocio, llev�ndonos a escenarios inimaginables a�os atr�s.
�Cree que el aumento de los populismos y de los nacionalismos que estamos viviendo puede estar relacionado con la revoluci�n tecnol�gica?
Creo que no. Creo que es algo inherente a las caracter�sticas de la raza humana.
Perm�tame que le cuente una f�bula. Antes habl�bamos de la inteligencia colectiva del hormiguero. Los hormigueros son sociedades perfectas porque cada miembro se sacrifica por el bien com�n: la persistencia del hormiguero. Pero un buen d�a las hormigas individuales se volvieron inteligentes. Y esto provoc� un conflicto irremediable. La hormiga, capaz de pensar por s� misma, ya no quiso diluirse en el hormiguero.
La inteligencia individual se enfrentaba continuamente a la colectiva.
Esta f�bula tiene mucho de real si reemplazamos a las hormigas por seres humanos. En los momentos en los que la humanidad aun� esfuerzos, conseguimos fascinantes proezas como pisar la Luna o descifrar nuestro genoma.
Pero en otras ocasiones nuestro ego individual domina. Y el denominadoHomo sapiens ha sido capaz de cometer aut�nticas atrocidades, como sangrientas guerras en las que nunca hay vencedor.
De la misma manera, creo que los populismos y los nacionalismos tienen m�s que ver con los egos que con la tecnolog�a.
De todos los avances tecnol�gicos �cu�l es el que le parece m�s sorprendente, el que nunca pens� que llegar�a a ver?
Me fascina y sorprende gratamente el campo de la bi�nica. La popular serie televisiva americana de los a�os 70, conocida como "El hombre de los seis millones de d�lares", comenzaba diciendo: "Podemos reconstruirle. Tenemos la tecnolog�a. Tenemos la capacidad para hacer realidad el primer hombre bi�nico del mundo".
La pel�cula mostraba la reconstrucci�n del cuerpo de un amputado con implantes bi�nicos, que �l pod�a controlar con su mente. En aquel tiempo estas ideas eran pura fantas�a, pero en nuestros d�as comienzan a hacerse realidad.
�Y cu�l es el avance que a�n no ha visto y m�s desear�a ver?
Cualquier avance que sirva para acabar con enfermedades terribles que hoy nos acechan ser�a maravilloso. Ojal� pudi�semos ganar la batalla definitiva al c�ncer. Tambi�n me preocupan especialmente enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, que nos roban nuestra propia identidad.
Me encantar�a ver grandes avances para frenar o atajar estas enfermedades. Esto es en lo que concierne a la salud humana; en lo que respecta a la salud del planeta, mi sue�o ser�a ver consolidada la energ�a solar.
Usted investiga precisamente en esa �rea y sabe que el Homo tecnologicus consume m�s energ�a que sus ancestros�
Efectivamente, la tecnolog�a conlleva consumo energ�tico. Estamos ahora en un momento crucial, tenemos que efectuar una transici�n energ�tica lo m�s inteligente posible y de forma respetuosa con el medio ambiente.
Una de las energ�as m�s prometedoras es la energ�a solar. Y es que una sola de hora de sol bastar�a para abastecer las demandas energ�ticas de la humanidad durante todo un a�o.
Una de mis l�neas de investigaci�n es precisamente la energ�a solar fotovoltaica. Investigo en el desarrollo de unas pinturas que, al depositarlas sobre una ventana convencional, la convierten en una peque�a central fotoel�ctrica, capaz de atrapar la luz del sol para posteriormente convertirla en electricidad.
Este art�culo es parte de la versi�n digital del Hay Festival de Segovia, un encuentro de escritores y pensadores que se realiz� en esa ciudad espa�ola entre el 22 y 24 de septiembre.
