Japón quiere reformar su Constitución para poder atacar a otro país
23/10/2017 - 09:49:23
Infobae.- Tras imponerse en las elecciones anticipadas del domingo y alcanzar una mayor�a propia en el parlamento de Jap�n, el primer ministro Shinzo Abe se prepara para avanzar en su anhelo de reformar la Constituci�n pacifista del pa�s, una de las bases de la democracia nipona de posguerra.
Los partidos pol�ticos que favorecen la derogaci�n del art�culo 9, que declara ilegal a la guerra como medio para resolver disputas internacionales, se hicieron con casi el 80 por ciento de las bancas en la c�mara baja, y la fuerza de Abe, el Partido Liberal Democr�tico (PLD), incluso logr� una mayor�a simple.
De esta manera el opositor Partido Constitucional Democr�tico de Jap�n, que logr� apenas 54 de los 465 esca�os en juego, se convirti� en el principal defensor del pacifismo japon�s y �nico obst�culo para los planes de reforma constitucional.
Abe ha dicho que su prioridad es buscar el consenso para el pol�mico y simb�lico cambio en la Constituci�n pacifista de Jap�n, que sus partidarios ven como la base de la democracia de la posguerra mientras que los conservadores lo sienten una imposici�n humillante despu�s de la derrota del pa�s frente a los aliados en la Segunda Guerra Mundial.
En la pr�ctica esta proh�be las operaciones ofensivas o el despliegue en el extranjero del ej�rcito, que en el pa�s lleva el nombre de Fuerzas de Auto Defensa de Jap�n (FADJ).
En medio de las fuertes tensiones con el r�gimen de Corea del Norte, que en los �ltimos meses ha realizado numerosas amenazas contra Jap�n e incluso ha lanzado misiles bal�sticos que sobrevolaron el archipipi�lago haciendo sonar las alarmas de bombardeo y sembrando el p�nico entre la poblaci�n, la limitaci�n militar autoimpuesta hace que Tokyo dependa de las 50.000 tropas de Estados Unidos asentadas en el pa�s para su defensa.
"Primero, quiero profundizar en el debate y lograr que la mayor cantidad de personas est�n de acuerdo en esto", dijo el primer ministro a una emisora local a �ltima hora del domingo y tras obtener los resultados electorales, seg�n report� Reuters. "Deber�amos hacer de ello una prioridad", a�adi� el mandatario, quien se ha puesto como meta lograr la modificaci�n para el 2020.
Las enmiendas constitucionales en Jap�n requieren el apoyo de una mayor�a de dos tercios en cada c�mara del Parlamento y luego ser legitimizadas por una mayor�a en un referendo p�blico, sin qu�rum m�nimo.
La derogaci�n del art�culo 9 es un viejo anhelo de los nacionalistas y sus alcances ya hab�an sido limitados en 2014, cuando una nueva interpretaci�n de la Constituci�n luego aprobada en el Parlamento permiti� a las FADJ movilizarse para defender a pa�ses aliados de Jap�n en caso de guerra.
En ese momento la decisi�n fue objetada por China y Corea del Sur, pa�ses que han sufrido el militarismo japon�s, pero Estados Unidos apoy� la medida para contar con Tokyo como aliado militar en la regi�n.
La Constituci�n de Jap�n en la que se enmarca el art�culo 9 fue aprobada en 1947 y bajo supervisi�n de las potencias aliadas que ocuparon el pa�s tras la victoria en la Segunda Guerra Mundial.
Adem�s de establecer un sistema parlamentario y reducir el rol del Emperador a lo puramente ceremonial, intent� anular la posibilidad de un resurgimiento del militarismo en la sociedad japonesa.
Dos a�os antes de que los nazis invadieran Polonia y dieran inicio a la Segunda Guerra Mundial, el Imperio del Jap�n lanz� un ataque sobre la Rep�blica de China en 1937 y lanz� una brutal campa�a de conquista en el sureste asi�tico que lo llev� en los a�os siguientes a tomar gran parte del gigante asi�tico, as� como tambi�n Corea, Vietnam, Myanmar, Malasia, las Filipinas, Nueva Guinea y un n�mero importante de islas del Pac�fico.
La dura ocupaci�n japonesa de estas regiones provoc� a su vez millones de muertes y violaciones, y tras el colapso nip�n el 2 de septiembre de 1945 ante los avances de Estados Unidos, el Commonwealth brit�nico y la Uni�n Sovi�tica, y el bombardeo nuclear de Hiroshima y Nagasaki, las potencias vencedoras y los pa�ses vecinos que hab�an sufrido la conquista buscaron evitar que la historia se repitiera.
