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Los tres brasileros que fomentaron la corrupción en Colombia con Odebrecht




05/11/2017 - 11:31:17
El Espectador.- En Odebrecht, el caso que promet�a ser el mayor esc�ndalo judicial del a�o en Colombia hasta que result� eclipsado por la gravedad del llamado el cartel de la toga, hay hasta ahora tres extranjeros en el radar de la Fiscal�a: el portugu�s Eder Paolo Ferracuti, representante legal de la Concesionaria Ruta del Sol, y los brasile�os Marcio Marangoni, empleado de esa misma alianza empresarial, y Amilton Ideaki, que trabajaba con Norberto Odebrecht S.A. A los tres, anunci� la Fiscal�a en julio, los investigar�n por concierto para delinquir agravado y lavado de activos. Ellos, sin embargo, no han sido los extranjeros que han protagonizado el expediente Odebrecht en Colombia. (En contexto: Los hechos claves para entender el esc�ndalo de Odebrecht)

Quienes han sido claves para tratar de desenmara�ar la historia de los sobornos que pag� la constructora brasile�a en el pa�s, pero al parecer figuran lejos todav�a de imputaciones o llamados a juicio, son tres hombres que fueron muy importantes para Odebrecht: Luiz Antonio Bueno J�nior, Luiz Antonio Mameri y Luiz Eduardo Da Rocha Soares. A trav�s de denuncias que enviaron a la Fiscal�a apostilladas desde Brasil, contaron con puntos y comas ciertos cap�tulos de este asunto. De uno de ellos, poco se ha sabido hasta ahora: c�mo se gest� el soborno de US$6,5 millones que recibi� el exviceministro Gabriel Garc�a Morales a cambio de lograr que Odebrecht y sus socios se quedaran con la Ruta del Sol 2.

Esa delaci�n la hizo Luis Antonio Bueno J�nior, quien lleg� a Colombia hacia mayo de 2009 como presidente local de la multinacional y en esa �poca se identificaba como �buen parcero� del Gobierno. Su labor empez� por conocer a delegados del Gobierno y prontamente lleg� a Garc�a Morales, quien entonces estaba como director encargado del Instituto Nacional de Concesiones (Inco). Lo conoci� en una reuni�n en el Ministerio del Transporte en el Centro Administrativo Nacional. Luego conoci� a Jos� El�as Melo, presidente de Corficolombiana, y a Carlos Solarte, de CSS Constructores, con quienes conform� Odebrecht la Concesionaria Ruta del Sol.

En cuesti�n de meses, cont� Bueno J�nior, comenzaron las reuniones clandestinas con Garc�a Morales, en un apartamento indicado por el entonces viceministro, cerca del Parque de la 93 en Bogot�. Cada vez que Bueno J�nior quer�a agendarse con Garc�a Morales, s�lo ten�a que llamarlo. Luego, el brasile�o llegaba al apartamento en cuesti�n, lo recib�a una empleada que lo enviaba a una sala de espera, y ah� se reun�a con Garc�a Morales. No hab�a nadie m�s, asegur� Bueno J�nior, quien agreg� un dato esencial para la investigaci�n: que de esos encuentros el �nico que ten�a conocimiento era Jos� El�as Melo, entonces presidente de Corficolombiana. Melo ahora est� detenido por este mismo caso y ha insistido en su inocencia.

El 27 de octubre de 2009, Bueno J�nior y Garc�a Morales volvieron a verse en el mismo apartamento. En esa reuni�n, declar� Bueno J�nior, se escuch� por primera vez la cifra de US$6,5 millones. Pero no fue �l quien la ofreci�. Fue Garc�a Morales, asegur� el brasile�o, quien la exigi� y as� se lo inform� Bueno J�nior al jefe de operaciones en Am�rica Latina y Angola, Luiz Antonio Mameri. Este �ltimo acept� el pago y, seg�n la informaci�n que tiene la Fiscal�a, se comunic� con Jos� El�as Melo, de Corficolombiana, para �informarlo de dicho compromiso�. Luego de que Odebrecht ganara el contrato de la Ruta del Sol 2 por m�s de $2 billones de pesos, lo cual ocurri� el 15 de diciembre de 2009, fue Garc�a Morales quien busc� a Bueno J�nior: quer�a su dinero.

Luiz Antonio Bueno J�nior se puso en contacto con el tercer Luiz de esta historia: Luiz Eduardo Da Rocha Soares, quien ten�a a su cargo la �Caja 2�, de la Divisi�n de Operaciones Estructuradas. Es decir, en sus manos quedaban todos los pagos que no se registraban en contabilidad y que se hac�an de manera triangulada, a trav�s de cuentas o empresas secretas offshore. As� fue como naci� la idea de establecer la firma de papel Lurion Trading en Panam�, cuyo fin era recibir los pagos de Odebrecht para Garc�a Morales y para lo cual el exviceministro cont� con la ayuda de dos amigos de infancia: Enrique y Eduardo Ghisays Manzur. Ambos pasaron a ser las primeras personas en Colombia condenadas por el caso Odebrecht.

La coordinaci�n de los pagos la hicieron Luiz Eduardo Da Rocha Soares y los hermanos Ghisays, los cuales, luego se�alar�a en la Fiscal�a, estaban en bancarrota tras una seguidilla de malos negocios. Bueno J�nior le dio una indicaci�n a Garc�a Morales y �ste, a su vez, a sus amigos Ghisays: los hermanos deb�an viajar fuera de Colombia y acatar las instrucciones de Da Rocha Soares, quien termin� siendo conocido con el alias de Tushio. En 2016, �l pas� a ser uno de los 77 informantes con que cont� la justicia brasile�a para armar el caso de Odebrecht, que fue conocido como �la confesi�n del fin del mundo�. Estuvo detenido algunos meses, pero en diciembre del a�o pasado recuper� su libertad.

Da Rocha Soares y los hermanos Ghisays se encontraron en Miami con representantes de la banca privada de Andorra. Guiados por el brasile�o, los Ghisays abrieron una cuenta y por all� ingresaron los US$6,5 millones para Garc�a Morales, pago dividido en seis partes entre marzo y septiembre de 2010. La plata, en general, sali� para Garc�a Morales a trav�s de otros movimientos. Aunque, como revel� este diario, fue un �negocio� p�simo para el exviceministro, quien perdi� casi la mitad de la suma en manos de su amigo Enrique Ghisays: US$1 mill�n se perdi� en la bolsa de valores y US$1,3 millones se fueron para �gastos varios�, de los cuales no qued� ning�n soporte, adem�s de la comisi�n de US$750 mil que cobraron los hermanos por hacer el �favor� de crear Lurion Trading.

Ese es el entramado que los brasile�os Luiz Antonio Bueno J�nior, Luiz Antonio Mameri y Luiz Eduardo Da Rocha Soares formaron para promover la corrupci�n en Colombia, admitido por ellos mismos en declaraciones que le enviaron a la Fiscal�a. �Pagar�n ante la justicia nacional por ello? Dif�cilmente. Desde el inicio se ha sabido, por ejemplo, que Bueno J�nior aspira a obtener un principio de oportunidad, es decir, un acuerdo con la Fiscal�a en el que �l seguir� dando informaci�n clave a cambio de no ser investigado. Mameri tambi�n se convirti� en colaborador estrella de la justicia, mientras Da Rocha Soares lleva ya un buen tiempo declarando sin parar en los estrados judiciales.

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