Dos vecinos y la dramática persecución que terminó en la muerte del tirador de Texas
06/11/2017 - 11:47:43
Infobae.- Devin Kelley estaba saliendo el domingo de la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs, en Texas, luego de haber masacrado a 26 personas y herido a decenas, cuando un vecino armado con un rifle respondi� al fuego y dio inicio a un tiroteo en el estacionamiento.
Otro parroquiano que circulaba en su auto por el lugar, Johnnie Langendorff, se top� accidentalmente con la escena y lo que sigui� fue una dram�tica persecuci�n en la que dos civiles se adelantaron a las fuerzas de seguridad en dar respuesta a la situaci�n cr�tica.
Langendorff, un texano con sombrero de vaquero, barba y tatuajes en el cuerpo, acababa de desayunar y estaba manejando su camioneta hasta la casa de su novia, seg�n pudo reconstruir el Washington Post.
Cuando circul� junto a la iglesia not� algo extra�o. Una camioneta Ford Explorer color perla estaba en el estacionamiento con el motor andando pero sin ocupante. La puerta del conductor estaba abierta.
Entonces pudo ver a un hombre vestido completamente de negro y armado con una pistola que intentaba llegar al veh�culo mientras devolv�a el fuego de su perseguidor, un vecino armado con un fusil.
"Nunca tuve la chance de verlo. Solo pod�a ver el fuego y el tiroteo", cont� Langendorff a los periodistas despu�s.
Kelley finalmente alcanz� su camioneta y comenz� a andar. El vecino del fusil, cuya identidad a�n no se conoce, se aproxim� a Langendorff y le explic� lo que hab�a pasado, la escena de pesadilla dentro de la iglesia.
Ellos no se conoc�an. "Me dijo que ten�a perseguirlo. As� que eso hicimos", explic� Langendorff, antes de invitar al vecino a subirse a su camioneta y comenzar la persecuci�n cruzando la autopista 87 y y avanzando por la carretera rural 539.
En ese momento las v�ctimas llegaban a 26, entre hombres, mujeres y ni�os, con una veintena m�s de heridos entre los miembros de la congregaci�n. A�n no se conoce la causa del brutal ataque de Kelley.
Pero se sabe que el tirador era un amante de las armas, un ex militar dado de baja por su maltrato a su esposa e hijos y un miembro de la congregaci�n bautista, donde hab�a sido maestro de estudios b�blicos.
"Era una cuesti�n de ver y hacer. Actuar ahora, preguntar despu�s", ofreci� Langendorff a manera de explicaci�n para su decisi�n de darse a la cacer�a del asesino junto con su reciente compa�ero, a�n sin nombre.
Seg�n su propio testimonio ante las fuerzas de seguridad, el joven texano alcanz� una velocidad de 150 kil�metros por hora en medio del tr�fico tratando de no perder a la camioneta del asesino, mientras llamaba por tel�fono a la polic�a y relataba d�nde estaba, hacia d�nde iba y qu� hab�a ocurrido.
Y entonces todo cambi�: el veh�culo de Kelley sencillamente se sali� de la ruta y se estrell� en una zanja. Estaban a casi 18 kil�metros de la iglesia y frenaron a unos 20 metros de la camioneta.
"El caballero que estaba conmigo sali�, apoy� su fusil sobre el motor y apunt� al tirador, dici�ndole que saliera. No hab�a movimiento de ning�n tipo. Solo s� que sus luces de freno se prend�an y apagaban, as� que quiz�s estaba inconsciente por el choque o algo as�", relat�.
La polic�a lleg� al lugar "5 o 7 minutos" despu�s y comprob� que Kelley estaba muerto. En un principio no se hab�a podido determinar si se suicid� o si muri� por heridas durante el tiroteo con el vecino. Pero el sheriff Joe Tackitt adelant� a la cadena CBS que el asesino se dispar� a s� mismo.
"Acababa de lastimar a tanta gente, de afectar las vidas de tantas personas, �por qu� alguien no hubiera querido detenerlo?", explic� Langendorff, con sencillez, su reacci�n.
