S�bado 27 de abril 2024 Contacto

La salud mental se ha convertido en el nuevo feminismo




19/12/2017 - 14:45:22
Infobae.- Explotado hasta la saciedad por marcas y medios de comunicaci�n, �corre el tema de la salud mental el riesgo de perder su sentido?

Sabes que algo va mal en los medios cuando los emails que recibes de Google Alerts empiezan a mostrar m�s resultados de "ansiedad" que de "calentamiento global" o "terrorismo".

El cambio se inici� en diciembre de 2014, con una telemarat�n ben�fica organizada por The Guardian para recaudar dinero para organizaciones que promueven la salud mental. La primavera siguiente, VICE dedic� una serie especial de art�culos al mismo tema, y a finales de 2015 ya eran numerosos los medios que se hab�an sumado a la tendencia.

Durante todo el 2016, la preocupaci�n por la salud mental parec�a haberlo invadido todo. Las palabras "ansiedad" y depresi�n" empezaron a aparecer en titulares aparentemente no relacionados con esos t�rminos, y pronto el primero de ellos se comenz� a utilizar para describir todo un abanico de s�ntomas: "ansiedad laboral", "ansiedad en el orgasmo", "ansiedad al volante", etc.

Varios meses despu�s, ya hab�a modelos de contenido desechable establecidos: list�culos de gente contando su lucha contra las enfermedades mentales, relatos de �xito, reflexiones de personajes famosos sobre el tema y el que posiblemente sea el formato m�s reductivo e in�til de todos: "�Puede el yoga / el zumo de apio / el sexo / la dieta sin gluten / cambiarte de pa�s "curar" una enfermedad mental?".

Hay que reconocer que gracias a la difusi�n masiva se han logrado avances hasta ahora impensables: adem�s de aumentar la sensibilizaci�n sobre las enfermedades mentales, se ha logrado reducir el estigma que llevan asociado y hoy d�a internet est� repleto de recursos �tiles para quienes las padecen. Las campa�as dirigidas a los hombres, en concreto, han sido especialmente importantes. Y por si todav�a hubiera dudas: ahora las enfermedades mentales est�n de moda. Y menos mal, ya que este nuevo enfoque ha venido a llenar un vac�o que deb�a haberse cubierto hace d�cadas.

Han pasado unos cuantos a�os desde que se produjera esa beneficiosa explosi�n medi�tica y ahora parece que el ambiente de la salud mental se est� contaminando con ruido de fondo. Muchos sitios web �vidos de clics publican contenido superficial carente de toda utilidad y los medios hacen refritos de las mismas historias en primera persona. La salud mental se ha convertido en el tema estrella, en un recurso cultural m�s para captar la atenci�n. Un ejemplo de ello es la portada de NME de hace unos d�as, en la se citan las palabras de Stormzy en una entrevista sobre la depresi�n que concedi� a Channel 4. El artista asegura que la revista en ning�n momento le pidi� permiso para hacer la portada, en la que se dice que ahora �en 2017, cuando todo el mundo lleva ya varios a�os haci�ndolo� es "el momento de hablar" de la depresi�n.

Hoy d�a parece habitual airear los problemas mentales de los famosos en entrevistas y sitios web, cuya �nica intenci�n es rentabilizar sus declaraciones y generan llamativos titulares, como los que anuncian a bombo y platillo que Emma Stone tiene ansiedad o que Selena Gomez tiene depresi�n.

Inicialmente, puede resultar un alivio saber que las celebridades tambi�n tienen los mismos problemas que nosotros, pero a la larga este tipo de noticias cansan, muchas veces son medias verdades y, en cualquier caso, no hacen ning�n bien a nadie. Algo muy similar pasaba hace cinco a�os, cuando parec�a que en ninguna entrevista a una mujer famosa pod�a faltar la pregunta de si eran feministas, con el �nico fin de suscitar una respuesta digna de titular de portada.

Si saber que una celebridad sufre depresi�n anima al lector a hablar abiertamente de su lucha diaria, fant�stico. Pero quiz� hemos llegado a un punto de saturaci�n m�xima provocada por el uso constante de los mismos formatos b�sicos para "sensibilizar a la poblaci�n". Como consumidores �y tambi�n como productores�, deber�amos adoptar una actitud cr�tica respecto al discurso en torno a la salud mental, qu� voces pronuncian dicho discurso y qu� motivos tienen.

La primera pregunta que debemos plantearnos es: �qu� significado tiene, hoy d�a?

La inmensa mayor�a del contenido medi�tico sobre salud mental hace referencia a mujeres blancas �como yo� con ansiedad y a hombres blancos con depresi�n. El mundo se divide en dos categor�as. Sigue habiendo segmentos muy poco representados, como la clase trabajadora o las personas de color, y se suele incidir principalmente en los trastornos del estado de �nimo, que son importantes, por supuesto, pero representan solo una porci�n de los problemas de salud mental que afectan a la poblaci�n general.

Por otra parte, �ltimamente la salud mental parece haberse convertido en una especie de bien comercializable, un sabor del mes a disposici�n de las marcas. El problema es que en el momento en que entran en escena las marcas, la salud mental se desvirt�a. Los contenidos de marca sobre la depresi�n o la ansiedad suelen consistir en historias de recuperaci�n explicadas por sus protagonistas con la mirada l�nguida puesta en la c�mara. Suelen ser casos de ansiedad o depresi�n, pero nunca de dolencias m�s a largo plazo, como el trastorno bipolar o la psicosis, menos interesante medi�ticamente.

Podr�amos establecer un paralelismo con el feminismo. Desde el momento en que las marcas pusieron el ojo en el movimiento feminista, sus campa�as contribuyeron al surgimiento de un tipo de feminismo de clase media no interseccional muy espec�fico que culmin� en el hartazgo del p�blico en general. �Qu� ha logrado cambiar? Poco, a la vista de los datos: la brecha salarial entre hombres y mujeres es del 13,08 por ciento; en lo que llevamos de a�o, ya son 20 las mujeres asesinadas por violencia de g�nero, y el D�a Internacional de la Mujer de este a�o se inform� de que el n�mero de directoras generales en las empresas de Fortune 500 hab�a ca�do m�s del 12 por ciento.

En lo que respecta a la salud mental, ninguna de estas muestras abiertas de aceptaci�n se han traducido en cambios reales. Los medios prosiguen con su modelo de pago piramidal, seg�n el cual los que est�n en la c�spide ganan mucho m�s que la mayor�a de los que est�n por debajo y se ven obligados a trabajar durante jornadas extenuantes y con contratos temporales. Las revistas para mujeres se suman a la causa de las enfermedades mentales a la vez que siguen proyectando ideales muy alejados de la realidad y mensajes contradictorios como "Ten un aspecto saludable" y "Pierde peso".


Hemos topado con un muro. Para empezar, la marea de contenido sobre enfermedades mentales est� en riesgo de acabar siendo impenetrable, y el uso abusivo e incorrecto de t�rminos como "ansiedad" puede hacer que acaben perdiendo todo el sentido. "Sensibilizar" y "eliminar prejuicios" son verbos que quedan genial en contenidos de marca y publicaciones, pero �sirven realmente de algo?

"Por una parte, se ha demostrado que ofrecer una imagen positiva de las personas con problemas de salud mental fomenta una actitud m�s tolerante y anima a quienes los sufren a buscar ayuda", explica en un mail Jenni Regan, de la asociaci�n ben�fica estadounidense Mind. "Pero tambi�n es importante que haya servicios de ayuda a los que estas personas puedan recurrir. Los servicios de salud mental que ofrece el Gobierno estadounidense han sufrido importantes recortes a lo largo de estos a�os, coincidiendo precisamente con un aumento de la demanda. Y cuando esas personas no reciben la ayuda que necesitan, hay consecuencias".

Regan opina que, si bien la cobertura medi�tica de trastornos como la ansiedad o la depresi�n ha sido adecuada, se han dejado de lado muchas otras dolencias. Seg�n datos de una investigaci�n de noviembre de 2016 llevada a cabo por Mind, por ejemplo, tres de cada cinco personas creen que los medios de comunicaci�n tienden a ofrecer una imagen m�s negativa de las personas que sufren esquizofrenia que de aquellas que padecen otros trastornos mentales; asimismo, el 45 por ciento de los encuestados afirma que el individuo esquizofr�nico suele retratarse como alguien peligroso en los medios.

La empat�a, la capacidad de comprensi�n y la confianza en la ayuda del entorno del paciente son vitales en lo que respecta a la salud mental, pero tambi�n son rentables pol�ticamente. Al repetir constantemente el mantra "Es el momento de hablar de ello", no hacemos sino minimizar el papel que deber�a estar desempe�ando el Gobierno. Hay un l�mite de peso impuesto por el neoliberalismo que el individuo es capaz de cargar.

En esto �ltimo coincide Ramona McCartney, de la organizaci�n para la lucha contra la austeridad The People"s Assembly. "Aunque es muy positivo que se d� m�s visibilidad a los problemas de salud mental, es preciso que abordemos el origen de estos problemas o la situaci�n empeorar�", agreg�. "El Gobierno no solo ha recortado en materia de salud mental, sino que han empeorado la calidad de vida y las condiciones laborales. Por tanto, para empezar a hablar en serio sobre salud mental, el Gobierno debe asumir su parte de responsabilidad".

Hablar sobre salud mental es �til hasta cierto punto, pero hace falta m�s: m�s presi�n sobre el Gobierno para que destine m�s recursos; m�s indignaci�n cuando se desv�an presupuestos destinados inicialmente a servicios de salud mental (800 millones de libras en Reino Unido, por ejemplo). Debemos canalizar las energ�as hacia todas esas personas a las que el discurso predominante sobre salud mental ha relegado al olvido, "sensibilizar a la poblaci�n" sobre las comunidades y minor�as en las que queda mucho por hacer.

Estimados lectores: recuerden que estas noticias las pueden encontrar en nuestro Canal de Whastapp al momento de su publicación.

Sigue el canal de Hoybolivia.com en WhatsApp:
whatsapp.com/channel/0029Va8B7PQ3GJOyC41B2Q1a

Noticias Recientes de Virales

Copyright © Hoybolivia.com Reservados. 2000- 2024