Qué va a hacer Jocelyn Bell Burnell, la astrofísica a la que le robaron el Nobel, con los US$3 millones de otro premio científico
06/09/2018 - 15:34:55
BBC.- La brit�nica Jocelyn Bell Burnell, que seg�n muchos dentro y fuera de la comunidad cient�fica deber�a tambi�n debi� haber sido galardonada con un Nobel en el a�o 1974 por su trabajo en el descubrimiento de los pulsares, recibi� este jueves el premio m�s lucrativo de la ciencia.
La profesora invitada de la Universidad de Oxford fue elegida como ganadora del Breakthrough Prize en la categor�a F�sica Fundamental.
El galard�n, que adem�s de premiar su descubrimiento de los pulsares reconoce su liderazgo cient�fico, est� dotado con US$3 millones.
Pero la astrof�sica no tiene intenciones de quedarse con esa suma de dinero: donar� el monto �ntegro para financiar a mujeres, comunidades �tnicas minoritarias y estudiantes refugiados para que puedan convertirse en investigadores en f�sica.
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"Creo que la diversidad es muy importante y espero que esto ayude a aumentar la diversidad", le dijo Bell Burnell a la BBC.
No solo es importante para las personas en cuesti�n sino en todo sentido, a�ade.
"Cada vez m�s se reconoce que tener un grupo diverso, ya sea en la dirigencia de un banco o en un grupo de investigaci�n en la universidad o donde sea, har� que este sea m�s robusto, m�s flexible y m�s exitoso".
"Uno de los grupos menos representados en la f�sica es el de las mujeres, pero tambi�n se podr�an incluir gente de distinta etnicidad y ser�a maravilloso que se beneficie alg�n estudiante refugiado", agreg� la profesora.
La historia de Bell Burnell, oriunda de la peque�a ciudad de Lurgan, en Irlanda del Norte, ha sido de gran inspiraci�n y motivaci�n para muchas cient�ficas mujeres.
Como estudiante de investigaci�n, Bell Burnell trabaj� ayudando a construir el radiotelescopio que permiti� descubrir un nuevo tipo de estrellas que posteriormente se denominaron pulsares.
Y ella fue quien detect� y analiz� correctamente los primeros registros de estas extra�as radiaciones en 1967.
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Es m�s, tuvo que convencer a su profesor y supervisor, Antony Hewish, quien inicialmente se mostr� esc�ptico, porque cre�a que estas se�ales eran producidas por el hombre.
Sin embargo, cuando el comit� Nobel en Suecia concedi� el premio de f�sica en el 74 por el descubrimiento de los pulsares, el nombre de Bell Burnell fue omitido y el premio fue a parar a manos de Hewish y el astr�nomo Martin Ryle.
Aunque muchos consideran que fue una de las injusticias m�s grandes en la historia de los Nobel, Bell Burnell no lo ve as�.
En ese entonces, era muy raro que le diesen un Nobel a un estudiante, recuerda.
"Ahora lo hacen, pero en aquella �poca los estudiantes eran considerados pr�cticamente parte del mobiliario", dijo el a�o pasado en otra entrevista con la BBC.
La mirada fresca de las minor�as
La investigadora recuerda que cuando a finales de los 60, comienzos de los 70, la ciencia en Reino Unido era un campo dominado por hombres blancos.
"Yo entr� a Cambridge y era mujer, del noroeste de Reino Unido. Estaba muy asustada, pensaba que hab�an cometido un error al aceptarme y que m�s adelante acabar�an ech�ndome", recuerda.
"Decid� trabajar muy duro para que cuando me echaran, no me sintiera culpable".
La investigadora est� convencida de que su historia tiene que ver con los beneficios de la diversidad.
"Si hubiese sido un hombre y del este, hubiese sido menos meticulosa", agrega.
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"Yo encontr� los pulsares porque era una persona de una minor�a y me sent�a un poco intimidada en Cambridge".
Burnell cree que quienes pertenecen a minor�as aportan una "perspectiva fresca" que resulta muy productiva.
"En general, muchos descubrimientos vienen del pensamiento alternativo".
Por todas estas razones, Bell Burnell quiere que el dinero que le donar� al Instituto de F�sica de Reino Unido e Irlanda del Norte se utilice para crear becas de investigaci�n para los grupos menos representados en su propio campo de estudio.
Y aunque sabe que los cambios no se producir�n de la noche a la ma�ana, espera que, en poco tiempo, esto pueda generar una diferencia.
